Capítulo 35

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(Mateo)

No puedo creerlo, de verdad fui un idiota. ¿Como no me di cuenta de lo que pasaba? ahora Agustín y Luna estaban heridos muy gravemente, no se cuanto tiempo paso pero llego la ambulancia junto con la policía.

Yo no quería soltar a mi ángel, estaba herida y lastimada por mi culpa. Me concentré en lo que yo sentía y no fui capaz de ver lo que le sucedía, y eso nunca me lo voy a perdonar.

Los paramédicos ya estaban atendiendo a Agustín y al ver a Luna en mis brazos vinieron corriendo hacía nosotros.

- Señor apártese por favor - me aparte de Luna sin objetar, quería saber que estaba bien, no soportaba verla así - la chica esta inconsciente pero perdió mucha sangre al igual que el otro muchacho. ¿Usted es pariente de estos jóvenes?

- Soy el novio de ella y mi hermana es el novio del muchacho.

- Le vamos a pedir que nos acompañe, el estado de ellos dos es muy grave.

- Claro - me dirigía hacia la ambulancia cuando escuche voces detrás de mi se trataba de Héctor e Ian.

-¡Mateo! ¿estas bien? ¿que sucedió? - dijo Ian con preocupación.

- No hay tiempo de explicar, me voy a ir con los chicos en la ambulancia, les llamaré para decir en que hospital estamos.

Sin pensar me subí a la ambulancia y se pusieron en marcha. Los paramédicos hicieron todo el procedimiento para intentar salvarlos, yo miraba a los dos castaños inconscientes y me entraba una punzada en el pecho. 

No puedo imaginar todo lo que sufrió Luna y ahora Agustín también esta grave. Gabriela estará devastada. Solo espero que todo pase rápidamente y vuelvan a abrir los ojos.

No se cuanto tiempo paso pero llegamos a lo que parecía el hospital general, bajaron las camillas a toda prisa y se dirigieron al interior del hospital. Yo estuve con ellos todo el trayecto hasta que unos enfermeros me detuvieron.

- Señor no podemos dejar que pase...

- ¡Es mi novia la que esta ahí adentro y mi cuñado también! ¡por favor!

- Comprendemos señor pero déjenos hacer nuestro trabajo, espere aquí le informaremos cualquier cosa.

El hombre de celeste se fue corriendo en dirección a donde se los habían llevado a los hermanos, todo este tiempo no había asimilado la situación, me senté en un banco y comencé a llorar.

Intentaba retener las lágrimas pero se me hacia imposible, todo esto es por mi culpa. Si les llega a pasar algo no me lo perdonaré jamas. Esta no es como cuando el puma nos ataco, ahora estaba en juego su vida, además en la manera que me miro y me dijo esas palabras pareciera como si se estuviera despidiendo.

Al fin había descubierto lo que sucedía, no quiero que nadie muera, quiero que abra los ojos y volver a ver esos ojos verdes otra vez, ver su sonrisa y despertar todos los días a su lado. Quería ser feliz junto con ella.

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Pasaron dos horas y no había noticias, eso me estaba preocupando. A lo lejos pude ver una cabellera castaña oscura corriendo a toda velocidad hacía a mi, se trataba de Gabriela. Me abrazo con fuerza mientras sentía su sollozo ahogado, la entendía ya que el amor de mi vida también estaba ahí adentro luchando por su vida.

-¿Sabes algo?- dijo mi hermana con lágrimas en los ojos.

- Hace dos horas que entraron, no me dijeron nada todavía - Gabriela volvió a poner su cabeza en mi pecho.

- Tengo mucho miedo Mateo, si les llega a pasar algo juro que voy a matar a Catalina con mis propias manos...

- Ellos estarán bien, son demasiado fuertes. Por algo son hermanos ¿no es verdad?- dije tratando de animarla.

Al los minutos llegaron los demás y preguntaron si sabíamos algo a lo cual le respondimos de manera negativa.

Ya se estaban por cumplir las tres horas desde el ingreso de los hermanos. Mi hermana estaba caminando de un lado a otro sin parar. Los chicos estaban sentados intentando sobrellevar la situación y yo estaba atento mirando hacía el pasillo donde se los habían llevado. Me puse a pensar en las señales que ella me demostraba, cuando ese mismo día que desapareció me dijo que no quería dejarme y de repente era todo lo contrario y cada vez que nos encontrábamos veía tristeza en sus ojos.

Soy realmente patético, froté mis manos en los ojos intentado limpiar las lágrimas que caían en las mejillas. Juro que si llega a salvarse nunca más dudaré de ella. La acompañaré el resto de mi vida y más allá...

- Familiares de Luna y Agustín Turner...- escuche al enfermero de antes, Gabriela y yo nos acercamos rápidamente y los demás estaban junto a nosotros.

- Soy el novio de Luna Turner y ella la novia de Agustín ¿como están?- dije con desesperación.

- Ellos se encuentran estables, perdieron mucha sangre pero logramos estabilizarlos. Están fuera de peligro- sonreí y le di un abrazo a mi hermana, los demás se alegraron mucho.

-¿Podemos verlos?- dijo mi hermana.

- Claro, pero vengan primero ustedes. Los demás pueden ir después.

Nos dirigimos hacía las habitaciones, al parecer estaban en cuartos diferentes hasta que estuvieran mejor. Abrí la puerta y vi a mi amada acostada con el cabello suelto y un suero conectado a su brazo, verla así me producía tristeza. Ella debería estar bailando alegremente, siendo feliz y no estar en este lugar.

Me senté a su lado y la contemple a detalle, no podía negar que seguía viéndose como un ángel  a pesar de todo y no fui lo suficientemente hombre para valorar la mujer que me pusieron en mi camino. Le tome la mano delicadamente y le observaba su rostro.

- Mi amor, soy yo...- no había respuesta- ya termino todo, Catalina esta presa y no va a salir nunca mas. Nadie volverá hacerte daño - mis lagrimas volvieron a salir pero esta vez no intente controlarlas - lo siento, en serio lamento no haber intentado averiguar que sucedía. Debí estar a tu lado sin importar nada. Perdóname...por favor perdóname...- apoye mi cabeza en su mano sin soltarla. Quería volver escucharla, estar a su lado, verla bailar y reír alegremente como cuando la vi bailar por primera vez. 

Sentí una mano sobre mi cabeza que me acariciaba el cabello dulcemente, me levante con cuidado y vi a mi mujer con una ligera sonrisa y sus ojos abiertos levemente.

- No...tienes que disculparte..- dije con un poco de esfuerzo.

- Luna...- me acerque y la abrace con cuidado - mi amor...por fin despertaste...

-¿ Y Agustín? ¿Se encuentra bien?- dijo con preocupación.

- No te preocupes, esta con Gabi ahora. Ustedes son muy fuertes, van a salir adelante...

- Lamento sino te dije nada, si te hice sufrir...Catalina tenia de rehenes a mi familia y ....

- No digas mas...ya termino todo, ya esta en la policía y no saldrá de ahí durante mucho tiempo.

- Tenía mucho miedo, pero ya no podía estar lejos de ti...no otra vez...

- Te juro que nunca mas nadie nos va a volver a separar. Estaré junto a ti hasta que la muerte nos separe y mas allá si es posible...

- ¿De verdad?

- Te lo prometo Luna Turner...

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