PRÓLOGO

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Cuando te conocí estaba detrás de algo que no era capaz de expresar ni definir. Continuaba captando el mundo a través de mi cámara, buscando precisamente eso que me estaba perdiendo. Me quedé con todas las fotos que tomé de ti porque cada una de ellas reflejaba algo distinto, todas eran importantes. Dices que es mi gran defecto, pero yo sigo pensando que es mi mayor virtud. La tenacidad, la perseverancia, esa búsqueda insaciable.

Puedo hacer fotos de el mismo paisaje sin parar, repetirlas una y otra vez  y todas van a descifrarme algo diferente. Como dijo Leonard Cohen: Se trata de buscar una grieta en todo porque así es como entra la luz.

En cada una de mis fotos digo siempre la verdad, pues cuanto más verdadera sea la imagen, más bello será el resultado. Contigo lo hice sin darme cuenta, el tiempo se paró y nuestra complicidad nos tendió la mano para conseguir el mejor desenlace.

Intento fotografiar aquello que se me está escapando, tu te me escapaste desde el primer momento. Por eso te seguí, buscando la imagen perfecta. Aunque mi mundo se volteara en un segundo por una foto tuya.

Por volver a repetir ese minuto en un bucle infinito, volvería a levantar la cámara y volvería a enfocar tu silueta cada vez. No sin pensar en las consecuencias, sino sabiendo perfectamente que mi destino es perderme en tu mirada.

Por Una Foto Tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora