¿Otro... Camino?.

🌸 Demasiado pronto, Eugene. 🌸

Habían pasado aproximadamente 10 años desde que Eugene comenzó a trabajar en la oficina del inframundo, Jefe, River, Hayden, Joan, Sean, Gatito, todos lo querían demasiado, se había convertido en parte de su familia.
Pero había un afecto especial por parte de el Jefe, si bien no lo demostraba abiertamente, siempre procuraba al castaño, mientras podía estaba para él. Las veces que hacían guardia juntos se dedicaban a hablar de la vida del menor, algunos consejos, algunas palabras, incluso un cariñoso abrazo; todos habían notado ya que ellos dos tenían una conexión especial, pero por consejo de Joan, nadie decía nada.

Últimamente algo había cambiado en el menor, se le notaba ansioso, triste, enojado, los fantasmas de la oficina habían estado muy ocupados con unos cuantos monstruos que atormentaban a las personas cerca del lugar como para acompañarlo en su día a día y darse cuenta del problema.
River al ser la más cercana y con quien más tiempo pasaba fue la primera en notar aquello. Espero a la noche en sus usuales guardias para preguntar.

_ Novato ¿pasa algo? Te ves peor que cuando recién llegaste.

_ River ¿Cuándo dejaras de decirme novato? Llevo 10 años trabajando aquí. _ respondió Eugene mientras soltaba una ligera carcajada apagada.

_ Para un fantasma el tiempo es relativo novato. _ sonrió socarronamente, flotando de cabeza, quedando cara a cara frente al contrario. _ Y sabes que no puedes engañar a la reina de las mentiras... ¿Alguien te esta molestando? Si es así sabes que siempre podemos ir a darle una paliza y-...

_ ¿Alguna vez te rompieron el corazón?. _ Las palabras de la fantasma fueron interrumpidas por una pregunta que la tomó por sorpresa. _ Que te haya dolido tanto pero simplemente no sabes como reaccionar... Como si te faltara el valor para hacer o decir algo, a pesar de que te esta lastimando por dentro... _ su respiración se cortó un momento, mientras sentía las calidas lagrimas escurrir por sus mejillas, hace mucho no lloraba así. No podía continuar hablando, el pesado nudo en la garganta no lo dejaba formular palabra alguna.
River, entendiendo la situación paró en una banca cercana, sentándose en esta, seguido de Eugene.

_ En vida nunca tuve la oportunidad de enamorarme, no soy la mejor para aconsejarte en este caso, menos con Luke, es una persona poco predecible, pero si quieres desahogarte sabes que aquí estoy. _ ofreció, mientras limpiaba las lagrimas en las mejillas de su amigo con el dorso de su mano, sus largos y fríos dedos realmente eran confortantes, o eso pensaba el castaño.

_ River yo... ¿No soy suficiente?. _ preguntó con la voz rota. _ Se que no soy el mejor pero... ¿De verdad doy tanto asco como para que me haya hecho eso?, ¿después de 8 años?. _ El dolor era evidente, las lágrimas no paraban, incluso cada vez se le hacia más difícil retenerlas. _ No tenía porque hacer eso, no a mi, no después de todo, con uno de mis mejores amigos... ¿Y sabes que fue peor? Fue que cuando intente cuestionarlo solo me dijo que yo estaba alucinando, que me inventaba cosas por celos y que nunca me haría algo así, pero yo los vi River, besándose, escuche esa voz que tantas palabras bonitas me dijo decirlas para alguien más. _ la tristeza de pronto se entremezcló con furia, apretaba sus puños con impotencia, recordando aquella amarga escena.

Luke su pareja desde hace tantos años, con Oliver, uno de sus "mejores amigos", ni siquiera habían hecho el ademan de esconderse, no, lo habían hecho a plena vista, en un lugar en el que había considerado "su lugar especial", el parque de juegos, los columpios donde tantas veces se sentaron juntos...
La fantasma no sabía que hacer o decir, así que simplemente rodeó a su amigo en un suave y cálido abrazo, dejando que toda aquella tristeza saliera en forma de llantos y sollozos, estaba furiosa, ¿cómo podrían hacerle eso a su angelito? Luke la iba a pagar y muy caro.

Unos minutos después fue Eugene quien decidió romper el abrazo, incluso si no había tenido una respuesta como lo que esperaba, estaba más que satisfecho, no había podido sacar todo aquello que lo venia consumiendo días atrás y se había acumulado en su pecho. Aun respiraba agitado y de vez en cuando tenía leves espasmos, pero se sentía enormemente mejor.