¿Vivir o Morir?

I

Narra Ana Valentina García López

Tengo 25 años soy Peruana y he decidido irme a vivir a México, quiero estudiar diseño de moda y trabajar a la vez, se que será mucho para mí, pero a la final yo podré con todo.

Me despedí de mis padres hoy en la mañana, ellos quedaron muy tristes. Quiero realizar mis sueños. Me subí a un taxi y me fui al aeropuerto, al llegar metí las maletas, esperé dos horas más y llegó el avión, me subí a él y durante todo el vuelo dormí. Llegué en la tarde y me fui a casa de mi mejor amiga Rosaura, quién me daría posada hasta encontrar una pieza. Al día siguiente no fui a ningún lado, solo descansé, pero al otro día salí rumbo a solicitar una prueba de admisión para ingresar a la universidad, la prueba sería dentro de 15 días. No salí a ningún lado durante 15 días, pues me dediqué a estudiar.

Llegó el día y como todos, estaba nerviosa, presenté el examen y salí con preocupación, no sabía que hacer si no quedaba, para no perder tiempo, mi amiga me llevó a una tienda de ropa cerca de la casa donde podía trabajar por las tardes y en efecto me recibieron.

Trabajaba y esperaba los resultados de la prueba, un día en la mañana me llamaron y me presenté en la universidad, al llegar recibí la noticia de que había quedado, muy contenta di las gracias y dentro de un mes comenzaba a estudiar. En ese lapso de un mes, solo trabajé y encontré una pieza. Un día a lo lejos vi a un chico que me atacó la vida por medio de redes, por eso cambié de número, ya no lo quería ver más pero me lo encontré y al verlo, le huí, pues la última vez me dijo que me violaría, me coloqué unos lentes oscuros y caminé rápido, por suerte no me vió. Estaba preocupada, él vivía cerca de donde encontré la pieza así que cada vez que llegara allí, tenía que ponerme mis lentes oscuros.

Pasado un mes comencé a estudiar y a trabajar, era un trajín pero amaba lo que hacía. Pasado otro mes me tocaron a la puerta y sin más me dijeron qué tenía que desalojar la pieza yo estaba sorprendida, no me quería ir pero tenía que hacerlo o tenía que ir directo a la cárcel. Ese día no me fui dónde mi amiga, tan solo dormí en la calle.

El frío se apoderó de mi cuerpo y titiritando tomé un suéter y me lo coloqué, caminé por un parque y me senté bajo un árbol, dónde mis lágrimas empezaron a fluir quedándome poco a poco dormida. Al día siguiente vi que mi bolso no estaba, me robaron, lloré y ese día no fui a clases, pero si a trabajar, al llegar a la tienda me dijeron que estaba despedida ¿pero que pasá?, primero me botan del departamento y luego del trabajo, otra vez estaba en la calle donde dormí en la estación de tren. Al día siguiente tampoco fui a clases, estaba débil, tenía hambre, así que llorando de nuevo llegué a casa de mi amiga dónde me quedé por varios días.

-Pero ¿Por qué te han votado de la casa y del trabajo? - dice Rosaura.

-No lo sé, a lo mejor fue el chico que me encontré, pero el no me vió - digo.

- ¿Y qué hay con ese chico? - pregunta Rosaura.

- El me acosaba por redes, ya no lo hace porque cambie de cuentas. Me dijo que me violaría - digo triste.

- Es mejor que busques otra pieza y otro trabajo. - dice preocupada.

- Pero seguro él me está persiguiendo en todo lo que hago. - le digo.

- No creo, intentemos de nuevo, buscarte otra tienda de ropa, dónde trabajes y ya luego buscas el departamento. - dice Rosaura con esperanzas.

- Bueno, espero todo salga bien, es horrible vivir en la calle. Ya me robaron mi bolso. - digo aún con preocupación.

- No te preocupes te prestaré mi ropa, hasta que compres nueva. - dice Rosaura buscando en su clóset una pijama.

- Gracias en verdad por estar pendiente de mi. - digo empezando a calmarme.

- Para eso estamos las amigas, mejor ve a descansar y más tarde vienes a cenar. - dice y sale de la habitación.

- Gracias. digo amablemente y me cambio de ropa.

Pasaron varios meses y todo marchaba bien, hasta que un día decidí no llegar más a casa de Rosaura, el cuál desaparecí y aquel chico que no era Joel o bueno no lo sé, en las redes se hacen pasar por otro y uno nunca lo sabe, me encontró para arruinarme la vida y dejarme tirada en el suelo sin fuerzas algunas.

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