II

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Pasaron 5 días y el sábado, Rosaura llamaba a Ana para conversar de lo que hicieron durante la semana, pero está vez no respondió, así que no sé preocupó de seguro salió. En la noche tampoco respondió y se imaginó que estaría descansando, no insistió más y al día siguiente la llamó pero tampoco respondió ¿Que pasaba?; ¿Dónde estaba?; ¿Su celular se dañó?; ¿O no quería hablar con ella?, no lo sabía. El lunes la llamó y nada, se angustió y fue a su departamento, no había nadie, fue a la tienda y le dijeron que no se había presentado, fue a la universidad y sus amigos le dijeron que no sabían nada de ella desde hace varios días, así que se desesperó y comenzó a buscarla por todos lados e iba preguntando si habían visto a Ana, pero nada nadie sabía donde estaba.

Buscar y no encontrar a una persona a quién le tienes un gran aprecio es doloroso y horrible, Rosaura tenía el corazón arrugado y triste. Dejó pasar varios días, publicando por todas las redes si habían visto a su mejor amiga. Pasaron 20 días y nada, decidió avisar a las autoridades para poder encontrarla.

- ¿Cuándo fue la última vez que la vió? - pregunta el oficial de la policía.

- Cuando encontró departamento para vivir ella se fue y le dije que nos llamaríamos todos los sábados para platicar de todo lo que hacíamos durante la semana. - responde Rosaura.

- ¿Cuándo supo que desapareció? - volvió a preguntar el oficial de la policía.

- La llamé el sábado siguiente de adquirir el departamento y no contestaba, la volví a llamar el Domingo y el Lunes pero nada, entonces la fui a buscar en el trabajo y en la universidad pero nada, así que opté por ir a muchos lugares y nada, allí supe que desapareció, publiqué una de sus fotos en las redes pero nadie sabía dónde estaba, pasaron 20 días y nada, así que aquí estoy angustiada, nerviosa y triste. - responde Rosaura intentando contener las lágrimas pero le era imposible.

- ¿En qué trabaja ella?, ¿ y en qué estudia? - pregunta el oficial de la policía, mientras escribía todo lo relatado por Rosaura.

- Trabaja en una tienda de ropa y estudia diseño gráfico. Por favor encuentrela. - responde Rosaura con mucha preocupación y lágrimas.

- Haremos todo lo posible, puede retirarse. - responde el oficial de la policía.

- Espere ahora que recuerdo, ella recién llegaba acá, obtuvo trabajo y departamento pero resulta que fue desalojada de ambos sitios, además un chavo la estaba siguiendo, a lo mejor el se la llevó - dice Rosaura sin dejar de llorar.

- ¿Cómo se llama el chavo? - pregunta el oficial de la policía.

- Ni dea, solo se que el antes acosaba a Ana por redes. - responde Rosaura.

- ¿Qué le decía? - pregunta nuevamente el oficial de la policía.

- Que la quería violar. - responde de nuevo Rosaura.

- No sabemos si el se la llevó. ¿No tiene una foto de él? - dice el oficial de la policía.

- No señor. - dice Rosaura sin dejar de preocuparse y llorar.

- Bien es todo, puede retirarse. En cuanto sepa algo de ella la llamo y no se preocupe. - Dice el oficial de la policía sin más que agregar.

Rosaura se fue a su casa a dormir, no tenía fuerzas para nada, su mejor amiga incluso hermana, durante muchos años entablaron un gran amistad por redes gracias al cantante Gian Marco de Perú. Esa amistad era hermosa, se cuidaban, se preocupaban, reían, conversaban por horas y se querían mucho, por tanto decidieron conocerse en persona y lo cumplieron y ¿Ahora?, ¿Qué pasó? No cuidó bien de ella, la dejo vivir en otro departamento y no en la suya. Si no se hubiera ido a vivir sola, esto que pasaba ahora no estaría sucediendo.

Noche fría con miedo y tristeza, eso era lo que sentía Ana, acostada en un banco de un parque lejano, sintiendo como alguien la tocaba, la besaba, y la acosaba Ella trataba de alejarse de él pero le era imposible, tampoco podía gritar, le había tapado la boca. Sus lágrimas recorrían todo su rostro y sentía un dolor enorme en su cuerpo, claramente la estaba violando. Sus fuerzas eran pocas y no podía hacer nada si no tan solo dejarse llevar. Después de una hora el acabó y se marchó lejos, dejándola con el corazón roto y destruida, la ropa la tenía rota por todos lados, el frío era enorme, por suerte no llovía pero tenía frío y mucho miedo. No durmió en toda la noche, pues cada vez que cerraba los ojos era esa persona quien aparecía inmediatamente. Buscó su celular pero no lo encontró, él se lo llevó para destruirlo. A la mañana siguiente un señor de unos 47 años la vió en tal condiciones, llorando y temblando, así que se acercó y le preguntó:

- ¿Qué te ha ocurrido niña? - pregunta el señor.

- ¿Usted no viene hacerme nada? ¿Cierto? - pregunta Ana con miedo.

- Yo no tranquila, pero dime ¿Que te han hecho o que tienes? - dice el señor.

- Me han violado. - Murmura Ana llorando.

- Caray, ¿Tienes algún familiar? - pregunta el señor.

- Mis padres viven en Perú, yo estudio y trabajo acá pero tengo una gran amiga que no sabe nada de mí. - dice Ana empezando a perder las fuerzas.

- Entonces te llevo con ella. - dice el señor siendo amable.

- No, no quiero que ella sepa nada de esto. - dice Ana con miedo aún.

- Pero ya se habrá angustiado por no verte estos días. - dice el señor en todo de preocupación.

- Lo sé pero no quiero angustiarla, mejor quiero irme a mi casa. - dice Ana.

- Te llevo, pero si mañana te sientes muy mal, iremos con un especialista. -  dice el señor levantándola del suelo.

- No tengo dinero para pagar un especialista. -  dice Ana.

- No te preocupes, yo lo pagaré. Usted se parece mucho a mi hija que ya falleció hace varios años. - dice el señor en tono triste.

- Lo lamento señor, no voy a permitir que pague un especialista. - dice Ana ya parada cubriendo el cuerpo con sus manos, pues parte de su ropa estaba rota.

- No se preocupe, lo haré. Puede decirme Arturo, así me llamo. dice el señor finalmente diciendo su nombre.

- Gracias Arturo. Yo me llamo Ana, espero no me haga daño. - dice Ana.

- Tranquila no le haré nada malo. Vamos a mi auto, ten mi suerte para que no sientas frío - dice Arturo siendo empático.

- Gracias en verdad, es usted un ángel. - dice Ana tratando de sonreír.

- De nada, antes de ir a tu casa, te compraré comida. ¿Te gusta el pollo frito? - dice Arturo con una sonrisa.

- Me encanta - responde Ana con hambre.

Él la cuidó por varias semanas incluso ya tenía un mes con ellas, era un ángel caído del cielo para cuidarla y no dejarla sola en cualquier circunstancias que se presentara.

Por su parte Rosaura no sabía nada de ella, no había ido a su departamento ni al trabajo ni a la universidad. Mientras que Ana fue al especialista, al principio no podía controlar sus emociones, todo le era muy difícil, hasta que un día empezó a ir al baño constantemente y sus fuerzas eran menos cada día.

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¿Vivir o Morir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora