Las cosas en esta isla son bastante alocadas, pero entre desde muy pequeña edad aquí, y cuando lo hice, mi primera amistad, fue Hipo.
A lo cual, lamentaba mucho no poder creerle mucho, sobre que habia atrapado a un furia nocturna. No podía creer esta vez a Hipo, y era en lo que me sentía mal, Hipo no tiene a nadie quien confía en él, ni su propio padre confía en él; nadie lo entiende, no entienden a Hipo, no entienden la inteligencia de Hipo, lo que lo hace diferente a los otros vikingos y esas cualidades que lo hacen excepcional, pero no para la vida vikinga.
—Frey —volteo en busca de la persona que dijo mi nombre, es Astrid, la chica rubia de la tribu, la chica más hermosa, eso es lo que muchos dicen por ahí, pero para mí Astrid es egocéntrica, despiadada y dura, Astrid es la quintaesencia del carácter vikingo. Su personalidad competitiva y decisiva hace que me caiga del nabo. Además de que la mayor parte del tiempo nos la pasamos compitiendo en estupideces, como, quien salva a más personas, derrota más barbaros, hace cosas heroicamente estúpidas... cosas por el estilo, que siempre son estúpidas—. ¿Entraras a los entrenamientos de dragones?
—Yo creo, mi padre habría querido que esté preparada contra todo —respondo.
—Perfecto, competencia de verdad —dice emocionada, voltee los ojos.
—Astrid —llaman personas aparte, personas adultas. Sus padres, que iban corriendo para abrazarla y darle la bienvenida a casa.
—Bueno, nos vemos Astrid —dije un poco fastidiada, esas escenas me ponen muy sentimentales.
Demasiado, por el hecho de que yo no tengo padres.
Si los conocí, por eso es que al final, me duele tanto ver a las personas recibir tanto amor.
Mi madre murió en alta mar, justo en el momento en que nos movíamos a este lugar. Murió durante el viaje, pero no recuerdo la causa.
Mi padre llenó ese vacio consintiéndome mucho. Me crio bastante bien. Aunque fue por poco tiempo.
Cada momento estando junto a mi padre, todo era aventura, diversión, enseñanzas y navegación, además de una enseñanza en poder defenderme. Aprendí mucho de él, y heredé su personalidad obstinada, tenaz y alivianada, al igual que el oficio que desarrollaba, la cartografía, la técnica de trazar mapas. Por el momento solo llevo una isla en mis trazos, que es Berker, la isla que cuida de mi en estos momentos.
¿Cómo me quede sin papá?
Una navegación, un cartógrafo jamás está quieto, tiene que estar en movimiento constante para poder hacer un mapa más grande, aunque ese deseo hizo que yo no lo volviera a ver. Pero por suerte, mi padre me regalo su autorretrato, como el que tengo de mi madre y varios objetos de su pertenencia. Así nunca los olvidare.
—Ya llegué —solté un suspiro, cuando abría la puerta, pero nadie iba a responder, me quite mi ropa y coloque mi pijama, una blusa larga, que cubría hasta por debajo de mi trasero, era bastante fresco y cómodo.
Antes de que pudiera marcharse, logramos hacer la casa aprueba de dragones, estaba sedimentado de hierro cubierto de madera, bastante cómoda, con dos habitaciones en el segundo piso, el techo estaba hecho de hierro cubierto por vigas de madera, no existen goteras.
Mire por la ventana de una que daba a la entrada de la casa, y otra enorme que dejaba ver el mar, para levantarme e ilusionarme de ver su barco aparecer al borde... esperanzas tontas.
La luna se ocultaba, dejando paso al amanecer y un nuevo día en Berker, pero no quería disfrutar la mañana, sino la comodidad de mi cama rellena de lana, y las almohadas de plumas de gallina.
Debido a mi falta de padre, tenía que servir de algo en la comunidad de Berker, ayudando en esas situaciones, dejar a las personas en lugares a salvo es cansado. Y de seguro, en cuanto me levante tendré que ayudar a las personas con sus casas destruidas.
Me tire en mi cama un momento, pero fue solo un momento.
La puerta de mi casa empezó a resonar golpes, intente ignorarlos, pero no iba ser posible, ya que parecía que no se iban a cansar.
—¿Quién? —pregunte bajando las escaleras y rascándome el trasero con pereza. Abro la puerta, y el jefe de la tribu, entro como juan por su casa, bueno la isla en teoría le pertenece, pero necesito mi privacidad... mucha privacidad.
Después de todo, soy una chica en desarrollo, hacia lo dice Gothi.
—Freya, perdón —se disculpó Estoico entrando—, venía a preguntarte algo muy importante —Estoico se sentó en la silla, y lo mire esperando la pregunta.
—Señor —digo con fuerza, me mira sorprendido—. ¿Cuál es su pregunta? —pregunte cansada masajeándome por encima de las cejas, con mis dedos pulgar.
—¿Entrenaras para ser un cazadragones? —pregunta. <<Si>>, pero al parecer no había escucha mi respuesta, ya que empezó a moverse de un lado a otro, diciendo—. Freya, necesito que vayas, Hipo entrara, y tú eres una de nuestras mejores guerreras, la persona a la que escucha Hipo, la persona que Hipo...
—¡YA LE HE DICHO QUE SI! —exclame alzando los brazos de arriba abajo para que me prestase atención; me mira absorto, pero al parecer vino a escuchar eso—. E Hipo puede, Hipo es capaz de hacer muchas cosas, pero todavía no lo comprende.
—Tienes razón, no le comprendo, pero me preocupa —Freya suavizo su rostro— que la debilidad de Hipo sea la perdición de la tribu.
—Hipo no es débil —replicó Freya—tan solo, usted no le comprende aun, Hipo puede hacer otras cosas, es un chico muy inteligente.
—Se escucha fácil, lo que dices —comenta parándose—, pero no lo es, no es tan fácil como piensas.
Freya soltó un suspiro y miro por la ventana, ya era de mañana, el sueño se le había escapado, ya no podría echarse una pequeña siesta como había deseado, segundos atrás, así que decidió quedarse despierta.
—Señor, lo veré mañana.
—No me vera —dijo Estoico—. Mañana zarparemos en busca de la isla de los dragones.
—¿Qué? —pregunte sorprendida—. Pero... ¿Quién dará el entrenamiento?
—Bocón, Bocón dará el entrenamiento y tendrá un ojo en Hipo, como tú.
—Podre ayudarle a mejorar sus habilidades como guerrero, pero no crea... no crea que estaré ahí, siendo niñera para él.
—Me conformo con eso —dijo Estoico, sonriendo levemente—. Hasta luego, Freya.
—Hasta luego, señor —digo mirándolo marcharse.
Subí a mi habitación, para amarrarme el cabello, me vi en el espejo improvisado. Colocaba mechones de cabello alrededor de mi cabeza, y luego dejaba mi cabello caer por mi espalda en una coleta baja, me vi al espejo.
¿Cómo podría ayudar a Hipo?

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Como entrenar a tu dragón: FREYA
FanfictionFreya es una joven vikinga que vive en la alocada isla de Berk. Asumiendo responsabilidades, y viviendo nuevas aventuras. Como entrenar a tu dragon [✔] Dragones de Berk [✎] Defensores de Berk [ ] Race to the Edge [ ] Como entrenar a tu dragón 2 [...