𝙡𝙖 𝙢𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙖𝙡𝙪𝙢𝙣𝙤.

4. Fuimos vida

Cepeda

Ya eran las cinco y vi a la chica del flequillo tan adorable entrar por la puerta.
A: Hola Luis, ¿hoy teníamos reunión verdad?
L: Claro, no podría estar más contento con su hijo.
A: Porfa, no me llames de usted, hay confianza.
Ese "hay confianza" me emocionó.
L: Bueno, yo creo que no tenemos gran cosa que hablar. Samu es el mejor alumno, y mi favorito- susurré lo último.
Los dos reímos a carcajadas.
A: Bueno, te doy mi número, algún día podríamos tomar algo o... Cualquier cosa me llamas.
Ahí ya estaba loco perdido. ¡Me había dado su número y además de eso me había ofrecido ir a tomar algo! Quería sentir sus labios, tener algo con ella... ¡Ya sé! Podría quedar con ella y confesárselo.
No sería tan difícil. Nos entendíamos genial. Además Samu y yo teníamos una amistad increíble y nos entendíamos muy bien. A este niño no le vendría nada mal un padre. Venga Cepeda, no te desconcentres. No sabes si ella siente lo mismo por ti.
L: Bueno pues nada, hablaremos eh.-le dí un fuerte abrazo. Me sentí genial. Se fuí a dar dos besos y...
Sin querer le di un pico.
Lo más fuerte de todo, es que ella ME SIGUIÓ EL BESO.
No cruzamos ninguna palabra más, pero se sonrojó y yo también. No sé si para ella habría sido un simple beso o algo más. Para mí, claramente la segunda opción.
La quería conquistar,
y esa idea no iba a salir de mi cabeza.