Día 6: Canción de rock

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⚠️ Aviso: este one shot está pensado como un musical; así que cuando en el texto ponga [Play] es importante darle al vídeo multimedia del encabezado.

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En la suite más glamurosa de Le Grand París...

Un rubio intentaba por todos los medios convencer a su amiga de la infancia para que asistiera al concierto que iba a conceder esa noche el grupo de rock denominado Kitty Section en uno de los locales de la ciudad:

–¡Venga Chloé, anímate! –espoleando a la Bourgeois–. El concierto es un unplugged de algunas de sus canciones y vamos a ir todos los de clase.
–De verdad Adrikins, ¿qué pinto yo allí? Apenas me hablo con esa gente –negando con la cabeza aún no muy convencida–. La mayoría todavía me odia o me tiene miedo.
–Una oportunidad para demostrarles que se equivocan al tratarte así –insistió él–. Además, el chico que te gusta estará en lo alto de un escenario cantando sus canciones. No tienes por qué hablar con nadie si te hace sentir incómoda, lo único que tienes que hacer es oírle cantar.

La rubia bufó exasperada cuando escuchó al Agreste decir aquello. En ese instante lamentó el día en que le confesó a su amigo que el hermano de Juleka era guapo.

"¡Le dije que me parecía lindo! Pero de ahí a que Adrien considere que hay algo más es rídiculo, completamente ridículo".

¿Acaso el Agreste no se había dado cuenta de cómo vestía? Si le presentaba a su madre un chico con esas pintas seguramente la desheredaría y tendría que vivir como una mendiga debajo de un puente el resto de su vida.

–No sé de dónde te sacas esas ideas Adriboo –le dijo con desdén–. Desde que estás con esa panadera te has vuelto muy fantasioso.
–Esa panadera tiene nombre, Chloé –le recriminó frunciendo el ceño–. Es mi novia y me gustaría que la respetaras –cruzándose de brazos molesto–. Las dos sois importantes para mí y no quiero perder a ninguna por culpa de vuestras viejas rencillas. Ella se está esforzando por ser tu amiga y tú deberías de hacer lo mismo.
–¡Está bien, está bien...! –alzando las manos en señal de paz–. Desde que estás con la Dupain-Cheng te has vuelto muy fantasioso...

Adrien frunció aún más el ceño en un gesto de ira contenida.

–Desde que estás con Marinette... –murmuró dándose por vencida–. ¿Contento?

El modelo sonrió feliz por haberse salido con la suya, cosa que no era nada fácil cuando se trataba de su mejor amiga.

–Tal vez tengas razón y me imagine cosas –volviendo al tema que les atenía–. Como cuando, de repente, te interesas por todas las conversaciones en las que aparece su nombre... o las veces que le miras embobada cada vez que recoge a Juleka del instituto... o la forma en la que tartamudeas cuando habla contigo... o quizás sea por ese ataque de celos que tuviste hace dos días cuando una chica le abrazó y le dio un beso en la mejilla después de pedirle un selfie –frotándose la barbilla pensativo.

Chloé rechinaba los dientes mientras sus ojos azul zafiro centelleaban con el fuego del mismísimo infierno ante los argumentos del rubio.

–¡Todo eso es ridículo Adriboo, completamente ridículo! –exclamó furiosa.
–Bueno, me alegra saber que no sientes nada por él –mirándola por el rabillo del ojo con una sonrisa traviesa–. Porque esta noche en el concierto irán centenares de fans suyas deseosas de tener un momento con él... a solas –haciendo especial énfasis en esa última parte– y ahora que sé que nada de eso te importa, estoy mucho más tranquilo.
–¡¿Cómo dices?! –bramó colérica–. Te diré algo Adrikins... ¡no pienso permitir que ninguna de esas plebeyas le pongan las manos encima a mi Luka!

Un Mayo con LukaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora