Dos espadas chocaron en medio de un conflicto. -Luego de un segundo alguien grito mientras su garganta estaba siendo cortada. -Se escucho un apagado silencio agonizante mientras la sangre de esa persona se derramaba. -Alguien derramo una lagrima en medio del suceso, y algo dentro de esa persona se rompió. – En este mundo no existe la felicidad. -Grito un hombre con un tono espantoso. -El tono de su voz era escalofriante y su mirada solo emitía hostilidad. –En este mundo no existe la felicidad. -Rugio una vez más, dejando caer una masacre. –En ese mismo momento, alguien lloro. -El ruido del llanto de un niño seso. -Pero ambos lugares no eran el mismo. -Estos lugares estaban, lejos. -Lejos por la distancia. . -
Incidente del piso 18. . -
Es fuerte. -Grito una aventurera humana de cabellos dorados. -Su espada "Desesperáte", acabada de chocar con el arma de una desconocida adversaria. -Eres hábil. -Pero no lo suficiente. -Las armas de ambas volvieron a chocar.
Pero algo iba mal. -Ella estaba retrocediendo. – Gergh. . -No puede ser. -Aiz san esta siendo echado para atrás. -La princesa de la espada está siendo acorralada. -Grito una chica licántropo a su lado que temblaba. -Lu - lune. -Debo ayudarla. -L Lefiya san? -Lulune pregunto a su nombre aun temblando. -Pero su voz no detuvo que la maga elfo dejase su posición. -
-Ven a mí Rayo de luz desatado, arco del árbol sagrado... - A penas empezó con las primeras notas de su canto la enemiga se dio cuenta de su intención. -Eres tú un experto del arco. -¿Magia? -Se pregunto a sí misma mientras seguía con un corte horizontal. -
No es bueno. -Dijo ella luego de esquivar a Aiz y correr a gran velocidad para deshacerse de Lefiya. -Dispara, francotirador de las hadas. -Tú! -Ergh. -Quédate quieta. – Lefiya! -Aiz se dio cuenta solo un segundo después. -Está demasiado cerca, no podre terminar de cantar. -Penetra - fle. -No tengo tiempo suficiente. -La GRAN ESPADA DE LA CHICA DE CABELLOS ROJOS SE ELEVO HACIA EL CIELO, pero algo estaba a su delante antes de darse cuenta. -Despierta, Tempestad. -Dijo aiz empezando a correr. -Maldición. -No podre llegar a tiempo. -Lefiya, necesito protegerla. . -Le - fiyaaaaaaaaaaaaaa. . -
- ¿Que? . -Alguien apareció en ese momento justo delante de Lefiya. -Nadie pudo ver en que momento se movió o si quiera si había estado cerca antes. -Pero ahora, estaba ahí. -La espada de la chica pelirroja aterrizo con una fuerza aterradora. -EL VIENTO DIO UN GOLPE. -Aiz se paró en seco. -Lefiya había caído hacia atrás con una mirada de terror y Lulune había hecho lo mismo. -LA ESPADA SE HABIA DETENIDO A MITAD DE CAMINO. –
Y No fue porque esta chica la haya detenido intencionalmente. Sino que alguien lo detuvo a la fuerza. -¿Cómo? ¿Cómo es posible? .
-La pelirroja quedo impactada. -La espada. -La había detenido con una sola mano. -Y aunque ella aun continuaba empujando con toda su fuerza, no avanzaba. -No cedía ni 1 centímetro. -Gergt. -La chica apreto los dientes a la vez que con su puño libre dio un golpe directo a la cara de este sujeto. -Pero, ella grito un segundo después. -El desconocido recibió el golpe y al instante siguiente lanzo un golpe directo al abdomen de la mujer. –
De un puñetazo, la mujer empezó a toser descontroladamente aferrándose al piso; mientras que con ambos brazos sostenía su Abdomen. – Caft. –
-Mientras la chica se revolcaba en el suelo, el hombre se envolvió en la tela negra que le cubría gran parte de su pecho. -¿Quien es el? Aiz aun no podia creer que esta persona haya derrotado a esta oponente así de facil. -Lefiya lo miro un poco asustada y sorprendida mientras el dejaba caer un poco su mirada hacia ella, o al menos eso sintió. -El rostro del recién llegado tenia un antifaz de color blanco, pero parecía tan sucio que el color se había tornado un poco marron. -Su cabello parecía poco cuidado y estaba lleno de tierra igual que el resto de su equipo.
