"-no me gustan los pájaros, papá.
-¡son lindos! Mira las palomitas, nueva España.
-no me gustan por que se comen las migas de pan- dijo con una mueca de disgusto
-pues claro, ¡si tienen que alimentarse!
México vió las palomas picoteando en la plaza y enfadado añadió:
-pero si se comen las migas de pan, alguien no va a encontrar el camino de regreso a su casa...
España sonrió y lo entendió todo. Abrazó a su pequeño niño y le dijo con dulzura:
-no te preocupes. No me sucederá lo mismo que a los niños de cuento. Siempre encontraré el camino de vuelta a ti. Te prometo que no me voy a perder.
-no es por eso, papá.
-¿ah, no? ¿entonces?
-yo tengo miedo de que un día... yo no sepa como regresar.
El niño permaneció en silencio, mientras veía a las aves comer y despedazar los grandes trozos de pan. Días después, su padre y él dejaron el pueblo para mudarse a la gran ciudad, y con él, todo recuerdo de su madre."
...
El hombre permanecía inmóvil, sin emitir sonido alguno, analizando cada pequeño detalle del chico sentado en la suave cama. Bufó mientras se acercaba.
-i guess you have met my father... (supongo que ya has conocido a mi padre...)- rodó los ojos, pronunciando con desprecio la palabra "padre"
-¿p-padre?- preguntó visiblemente confundido.
El norteamericano sonrió mientras acomodaba levemente sus lentes de sol.
-i want you t osee something (quiero que veas algo)- hizo un gesto con su cabeza hacia el pasillo neutro y desolado detrás de él. Dio un paso atrás, dispuesto a dar más, sin embargo, frenó en seco cuando notó que el menor no tenía intención alguna de seguirle. – come on! I don't bite (¡vamos! Yo no muerdo)- el mexicano se encogió un poco más- this is the only oportunity in a long time that you have of getting out of this fucking place... now come with me (esta es la única oportunidad que tendrás en mucho tiempo de salir de este maldito lugar... ahora, acompáñame)- dijo serio, y con una voz grave y firme que esparció un escalofrío por todo el cuerpo del latino.
El joven se levantó tímidamente y siguió al mayor donde este le indicaba. Pasó por el mismo extenso pasillo repleto de puertas hasta la desigual sala, que rompía con todo el orden establecido. Para sorpresa de México, el corpulento muchacho continuó caminando. Abrió una puerta al final de el salón y esperó pacientemente a que el mexicano, con la cabeza gacha, atravesara le marco de la misma. El espacio al exterior se podría fácilmente describir como una modesta casa. Había una cocina con un revestimiento de baldosa color café y había distintos utensilios de cocina dispuestos en las paredes.
Parecía que cada pieza de la casa proveía un entorno distinto. Caminó en medio de la estancia y luego divisó un mueble, un comedor de cuatro puestos y numerosos cuadros visibles para cualquiera. Había también una chimenea y unas escaleras que, suponía, debían llevar a mas habitaciones en el segundo piso.
-¿q-que es esto?- habló por fin.
-it's a house, don't you see? (es una casa, ¿Qué no ves?)
-b-bueno yo...- se sonrojó por la brusquedad de la respuesta y por que se había quedado sin algo que decir. Raro. Eso nunca le pasaba, de hecho, siempre tenía cosas que mencionar y compartir con todos.
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estocolmo
RomanceEl síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro o retención en contra de su voluntad desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su captor. ¿qué pasaría si lo que muchos ven como...