CUARENTENA

Inicia la cuarentena

La alerta ya estaba declarada. Todos deben de permanecer en sus hogares y no reunirse más de 10 personas en una habitación.

- Esta bien de salud - un médico termino de comprobar la temperatura de Hiccup y limpio el termómetro con suficiente  alcohol que hasta podía identificarse fuera del departamento - ¿Ha salido fuera de la ciudad en el pasado mes?

- No.

- ¿Ha tenido contacto con gente que viaje constantemente al extranjero o fuera de la ciudad?

- No.

- También esta bien de salud jefe - el joven acompañante del médico, que era veterinario, le devolvió a Hiccup el pequeño gato negro que había terminado de revisar. El castaño lo tomo de las axilas al felino y lo puso en sus piernas mientras el mínimo se lámina la cara. Aquel contacto con guantes de látex le había incomodado.

- Gracias por recibirnos. Recuerde no salir, ya se le darán instrucciones más tarde de parte de la administración del edificio para que puedan ocupar las áreas de oseo.

- De acuerdo - se puso de pie y coloca a Chimuelo en la silla donde estaba sentado - Los acompaño a la puerta - ambos doctores salieron y se dispusieron a tocar en el departamento de a lado, mientas Hiccup cerraba la puerta y se tiraba en el sofá.

- Que fastidio.

El felino solo maulló bajo y se echo en el respaldo del sillón donde Hiccup estaba dejando su cuerpo relajarse.

- Te vez adorable ahí pequeño - Hiccup solo subio la mano para acariciar el pelaje de su amigo, pero sus dedos se tensaron al oir el timbre del celular -¿Quien será?- era su momento de descanso, después de la visita médica se había estresado. Y al tener el celular en su recámara, no le era grato levantarse de donde estaba, pero el constante sonido del móvil no lo dejaría en paz.

Así que sin más por hacer dio un suspiro rápido que sacudió sus labios y se levantó para ir por su celular, que no dejaba de vibrar. Cuando al fin lo tuvo en sus manos dio una leve sonrisa de saber quien le llamaba.

- Hola Patapez ¿Que sucede?- su saludo fue con la voz más amistosa que podía, estaba fastidiado pero no le hablaría mal a su amigo.

- Hiccup, me da mucho gusto hablar contigo ¿estas bien?- el muchacho en la línea sonaba preocupado, así era el, siempre ansioso por la situación.

- ¿Porqué no lo estaría?- le hacía gracia la preocupación de su amigo, apenas habían hablado el día anterior y es más, Hiccup vivía solo dos pisos arriba del departamento de Patapez.

- Oh bueno ya sabes, todo esto que ha estado pasando - la voz era más calmada pues su amigo castaño le confirmo que estaba bien.

- Si, solo me preocupan mis padres, me conociendo a papá no dejara que mamá salga ni recoger el correo jaja - su amigo rio con el, conocía perfectamente a los padres de su amigo, aunque ahora no los veia a menudo les tomó cariño, como unos tíos mimadores.

- ¿No iras a la junta? Digo ¿no te conectaras a la junta? - el chico solo recibió un resoplido inconforme como respuesta - Ahora que ya nadie sale de casa deberías socializar más con la gente con la que trabajas.

- No no, prefiero seguir como Anónimo, claro mis diseños están firmados, pero no me gusta ir a la empresa y sabes bien porque - le fastidiaba hasta cierto punto que su amigo siguiera insistiendo en que debería salir más.

- Eres el encargado del departamento de diseño, además eres muy bueno diseñando toda esa ropa, deberías echarte algo del crédito.

- No todo lo hago yo, tengo un equipo que ayuda en todo, solo soy el líder no su jefe.