Introducción

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-No creas que porque seas la hija del jefe lo tendrás fácil-dijo David con esa sonrisa de sorna que le caracterizaba, capaz de hacer que Amy perdiese por completo el norte.

-Ten cuidado con lo que dices David, recuerda que estás en clara desventaja-dijo la morena con una sonrisa de lado, no iba a ceder frente al rubio por nada del mundo.

-¿Ah si?, dime Amy-dijo apoyándose en la pared-soy todo oídos para ti princesa.

-Porque recuerdo a un David borracho, que admitio que le encataría ver mi trasero junto a su mesa todos los días-dijo guiñándole un ojo antes de girarse dejando a un David petrificado, el pobre no sabía que nnca había dicho eso.

Una vez más, la asiática había ganado de nuevo.

La nueva en la comisaríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora