VUELTA A COMENZAR

UN NUEVO AMANECER: PARTE II:

NARRA SHAWN:

Estaba escuchando Thunder de Imagine Dragon a todo volumen por el simple echo de querer deshacerme del estrés y el cabreo que he llevado todo el santo día.

Empiezo tener una sensación de que algo no anda bien puesto que no hay ningún ser vivo en las calles y eso solo hacía que empeorara mis nervios puesto todo estaba tan abandonado, como si no existiese vida humana. Sumando que el ambiente era frio y oscuro, me sorprende la diferencia de esta mañana a la de ahora.

Estaba tan centrado en mis pensamientos que en ningún momento vi cruzar a una persona, provocando que no tuviese tiempo para frenar y como si de un papel se tratase me lo lleve.

Y allí estaba aquel hombre, tumbado en el suelo, sus piernas se veina rotas y lo peor era que no se estaba moviendo. Siento como el miedo sé esta apoderándose de mi ser, mi cuerpo no reacciona a nada y mi respiración es lenta y cortada.

"No... No quiero ir a prisión... Soy demasiado joven para tener que ir a prisión."

Quien me lo iba a decir, aquí sentado viendo al cuerpo que acabo de hacer volar a unos metros de mi coche. Solo tengo 18 joder... No quiero ir a prisión... Que sera de mi...

Después de unos segundos, que para mí fue una eternidad, salí de mi coche para que con tan solo 10 pasos llegar al cuerpo sin vida. No se mueve... No respira... No sé que hacer...

Me agacho para ver si aún tenía pulso, rece sin parar. Solo quiero que por lo menos este con vida, ya no me importa si voy a prisión. Ya no me importa, solo quiero que este vivo.

Cuando por fin tuve el coraje de poner mi mano encima de su cuello para poder sentir su vena. Bum... Bum... Bum ... Bum...

"No... Como es posible que este vivo¿?"

En ese instante sentí que mi alma por fin volvía a mi cuerpo, volví a poder respirar a poder mover mis articulaciones. Estaba tan feliz de que no estaba muerto, pero algo dentro de mí empezó a crecer. Como si algo malo iba a pasar, mi corazón me dice que llame a una ambulancia que me quede con él que no lo deje morirse. En cambio mi cabeza me grita y me exige que corra y no mire ni un segundo tras de mí, no entendía porque...

Hasta que de golpe...