Editado.
— Te ves perfecta— me elogió Sophia sentada en su cama. La miré a través del espejo, aún dubitativa.
El vestido era demasiado corto, me había puesto un vestido rojo que era de Sophia. Pero era muy ajustado y excesivamente corto, tenía mucho busto por lo que con el vestido se notaba todavía más.
Ethan había especificado horas atrás que debía vestir un tanto elegante y sexy. Sí, puede que era ambas pero no estaba del todo acostumbrada a usar esos vestidos y además, Sophia era más delgada que yo, no tenía mucho busto ni tampoco demasiado trasero. Todavía seguía sin comprender porque estaba obedeciéndole a Ethan.
Suspire y le eché un último vistazo al labial rojo que llevaba puesto.
— ¿No crees que es demasiado?
Sophia soltó un bufido mientras se colocaba un pendiente. Iba a salir con Nick y yo le había dicho que Tyler pasaría a recogerme, no le dije que sería Ethan porque iba a creer que tendríamos una cita y no podía pensar algo como aquello, ni mucho menos decirle que iríamos al casino porque le debía un favor.
— Te ves estupenda. Juro que si fuera el imbécil de Tyler, no dejaría que lleguemos a donde sea que vayan y te follaría en el coche antes de llegar— murmuró y tocó mi cabello que estaba lacio. Se veía más largo de lo que era. Me llegaba a la cadera justo unos cuantos centímetros encima del trasero.
Solté una risa y me sonrojé. Por supuesto que no podía decirle a Sophia que no era Tyler con quien saldría sino con Ethan y que para mi fortuna o no, no era una cita sino un lugar de apuestas ilegales.
— Vale, confío en ti.
— Haces bien— me senté en su cama y cogí mi móvil para ver si Ethan había enviado un mensaje. Sophia se colocó un poco de rubor en sus mejillas y luego brillo labial, para finalizar colocándose perfume.
El timbre sonó y supe que no era Ethan porque dijo esperarme a la vuelta de la casa de Sophia. Además, iba a avisarme.
— ¡Ese debe ser Nick!— exclamó con una sonrisa y cogió su bolso. Llevaba un pantalón negro de cuero y un crop top del mismo color, junto a unos borcegos con tacón de color rojo y una chaqueta también de color roja—. ¿Cómo me veo?
Sophia dio una vuelta sobre su eje y le sonreí. Estaba feliz, la vi feliz y aquello me alegraba. Su felicidad era la mía y viceversa, para mí, aquel era el significado de la verdadera amistad.
— Estás preciosa— me guiñó un ojo y besó mi mejilla—. Cuidate.
— Tú igual. Cualquier cosa me llamas, dejé las llaves en la maceta que está a la izquierda de la entrada— dijo a la vez que guardaba su móvil en el bolso y lo colgaba en su hombro—. Suerte, Mérida.
Asentí y después de echarle un vistazo a mi celular por si había señales de Ethan, oí cómo resonaban los tacos de Sophia sobre la madera para luego escuchar la puerta cerrarse. Suspiré y me dejé caer sobre la cama mientras revisaba las redes sociales, puse un poco de música desde la lista de reproducción de Spotify intentando no quedarme dormida.
Al cabo de un rato, mi móvil comenzó a vibrar encima de mi abdomen. Lo cogí para ver quién era y comprobé que era un número privado, sin pensarlo demasiado supuse que debía ser Ethan avisándome que estaba afuera.
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Entre Sombras (Anteriormente: Dangerous Love) ©
Teen FictionRachel Johannson, una joven estudiante y la hija del oficial, cree tener una vida perfecta, pero todo aquello cambia una noche en la que es testigo de un violento ataque y se percata que su compañero de preparatoria, Ethan Blair, es el agresor. Su v...