Quédate conmigo

3

Sophia estaba totalmente impresionada, había un hermoso jardín frente a sus ojos, se asemejaba a aquel que crecía junto a su casa, pero en aquel lugar las flores eran más brillantes, observó con detenimiento que todo estaba preparado para una fiesta del té, había tazas de múltiples diseños y postres variados; de repente una voz la llamó por detrás y ella volteó sin dudarlo, allí vio de nuevo al chico de sus sueños, vestido como todo un príncipe y sosteniendo una linda Corona de flores en sus manos, el chico se acercó a ella y le colocó aquella corona.

-Te vez tan hermosa como siempre- dijo para después abrazarla, Sophia solo correspondió el abrazo sin pensarlo mucho -vamos a pasar una linda velada juntos, como en los viejos tiempos-

Los viejos tiempos, eso mantuvo pensando a la linda pelirroja por un momento, ahora sabía que antes tomaba el té con ese chico en el jardín. Pasaron un buen rato en aquel jardín, el chico le hablaba de las flores y del significado de cada una, Sophia solo podía asentir pues ella conocía por completo cada significado. Llego la hora de terminar aquel hermoso sueño y el chico se acercó a su amada con el fin de despedirla.

-¿Cuál es tu nombre?- pregunto Sophia mientras lo veía a los ojos e intentaba no olvidar aquel rostro
-Estoy seguro que ya lo conoces, tu misma me diste ese nombre- el chico le dedico una sonrisa sincera y besó su mejilla-nos vemos mañana-

Cuando Sophia despertó sintió el aroma exquisito de las flores que entraba por si ventana, se acercó a esta y medito un momento mientras observaba el jardín, ese día no tenía clases por lo que se dio el lujo de pasar un rato observando el jardín, su sueño había retratado con exactitud cada detalle de ese lugar. Salió de su habitación y almorzó junto a sus hermanos para después volver a esta y comenzó a buscar sus antiguas libretas. Angelo la observaba desde el pasillo bastante interesado en lo que hacía, no recordaba la última.vez que Sophia había abierto aquella caja; por fin la chica encontró cuadernos de su infancia y comenzó a buscar alguna historia o recuerdo que se asemejaba a su sueño, si ella le había dado nombre, probablemente debía de haber un registro de eso y entonces lo encontró, en un cuaderno de pasta azul, entre las primeras páginas había un escrito donde ella niña había relatado su día, decía que estuvo en la biblioteca junto a su amigo y habían estado buscando un nombre para él,  entonces ella encontró uno que le pareció perfecto: Siddharta,  era un nombre complicado si tomabas en cuenta la edad que tenía cuando lo escribió, Sophia siguió hojeando los cuadernos y comenzó a ver que aquel chico aparecía en casi todos sus recuerdos, no entendía por qué ella misma no lo recordaba, estaba plasmado en aquellas viejas hojas, toda una vida de aventuras que ella no lograba recordar.

Paso toda su mañana leyendo aquellos recuerdos sin salir de su habitación, sus hermanos se mostraron preocupados pues ella acostumbraba salir al jardín los sábados por la mañana; Sophia seguía viendo aquellos recuerdos, sintiéndose completamente asombrada pues recordaba algunas partes pero no todo, había muchos recuerdos hermosos que no estaban en su mente.

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Al iniciar de nuevo la semana, Sophia seguía sorprendida pues en los siguientes sueños "Siddharta" seguía pareciendo y recordándole momentos de su infancia, sentía que aquel chico realmente existía, llegó a su salón de clases como de costumbre pero esta vez la persona que la recibió fue Nero, muchos de sus compañeros comenzaron a observarlos y a murmurar, ella intentó no entablar mucha conversación con él y se sentó en su lugar.

-¿por qué él te saludo?- pregunto una de sus amigas -¿desde cuándo son amigos?-
-desde el viernes, creo- respondió en voz baja -no tengo idea de por qué me habla-

Sus amigas se mostraron bastante molestas pues mucha gente solo se acercaba a Sophia para molestarla, el resto del día estuvieron ayudando a su amiga a evadir a aquel chico, no querían que le hiciera daño. Las tres chicas se movían constantemente de lugar y hablaban en un círculo completamente cerrado, evitando que Nero pudiera acercarse aunque sea un poco. Nero era una persona muy insistente e hiperactiva, por esta razón iba a ser imposible que lo evitaran todo el día, además de que las amigas de Sophia se iban a su casa en cuanto acababan las clases, ciertamente la idea de que el chico solo buscaba burlarse de ella la atormentaba bastante así que ese día, después de clases, comenzó a caminar a los campos de deportes y se sentó en las gradas para esperar a su hermano, este al verla se sorprendió y tomó un pequeño descanso para ir a verla.

-¿Pasó algo Sophia?- preguntó Angelo -crei que irías a biblioteca- el gemelo se sentó junto a ella
-el chico del viernes, Elise cree que quiere molestarme- Sophia bajo un poco la mirada -solo por hoy estaré aquí- Angelo entendió la situación y volvió a su entrenamiento, sin duda era un jugador muy hábil, podía evitar a todos sus contrincantes en el básquetbol. Sophia se quedó en las gradas, sacó sus cuadernos y comenzó a realizar sus tareas; era molesto no tener una mesa de apoyo, pero quería evitar hablar o encontrarse con Nero, tenía miedo de que se volvieran a burlar de ella.
-Me diste un susto, no fuiste a la biblioteca- Sophia se paralizó del susto, levanto un poco la vista y vio a Nero -¿pasó algo?- ella solo pudo negar con la cabeza mientras el chico se sentaba a su lado -¿Qué haces aquí?-
-mi hermano está en el equipo de básquetbol- contestó en un tono muy bajo, su mano estaba temblando pero evitaba demostrarlo -vine a verlo un rato-
-dejame adivinar quien es tu hermano- Nero comenzó a señalar chicos al azar, no parecía tener la más mínima intención de esforzarse pero Sophia aún así contestaba a sus respuestas -es el capitán, ¿verdad?, creo que se llamaba Angel-
-Angelo- lo corrigió Sophia y el chico sonrió al escucharla.
-Pero creo haberlo visto tocando la guitarra una o dos veces- Nero se acercó un poco más a Sophia y ella se alejó
-Ese es Bruno, son gemelos- mencionó mientras guardaba sus cosas e intentaba ver el entrenamiento. Nero estaba muy atento a todo lo que decía; el chico seguía intentando sacar platica de la pelirroja pero ella solo daba respuestas cortas.

Ese día, Bruno terminó sus ensayos más temprano de lo esperado por lo que se dirigió a los campos para esperar a su hermano, en cuanto llegó pudo ver a su hermana menor bastante incómoda junto al chico y no pudo evitar molestarse, se acercó a ellos con rapidez y se puso en frente.
-Hola hermana,¿Quien es el chico?- El pelirrojo mostró una sonrisa algo forzada, no podía evitar sentirse molesto al notar que su hermana estaba temblando.
-Hola, me llamo Nero y soy su am-
-Le pregunté a mi hermana, no a ti- contestó Bruno con un tono ya bastante molesto -Sophia, vamos a comprar algo para tomar, ¿te parece?- la chica asintió, tomo sus cosas de inmediato y partió junto a su hermano, dejando solo a Nero.
-gracias- susurro la chica y su hermano la abrazó.

Cuando regresaron, el entrenamiento de Angelo había terminado e inmediatamente este comenzó a enojarse pues había visto como el chico no había dejado en paz a Sophia, lo maldecir sin contenerse un poco y Bruno hacía lo mismo, los gemelos tenían un sentido de protección muy marcado luego del pasado que había sufrido su hermana menor. Nero escuchaba su conversación escondido detrás de las gradas, entonces notó que había sido demasiado impulsivo al intentar ser amigo de Sophia, sabía que se merecía aquellas ofensas de parte de los gemelos, pero eso no le quitó su sonrisa.