La imagen pertenece a @yanira721 (twitter).
Lolito y Auron se encontraban en una encrucijada, querían pedirse una cita el uno al otro, pero ninguno de los dos se atrevía a declararse por el típico miedo a ser rechazado, así que ambos habían llegado a la conclusión de proponerle al otro salir en plan amigos mientras para sus adentros denominaban la salida como cita. Ahora solo les quedaba reunir el valor necesario para hablarse.
Después de pensarlo mucho, a Auron se le ocurrió algo que podría ser lo suficientemente especial para su primera cita, explotar cosas con minas y TNT ya lo hacían muy a menudo tanto por separado como juntos por lo que no servía, además de que esto era un 2x1, ya que si todo salía bien, al final de la cita tendría además un regalo para Lolito, era un plan infalible, ahora solo tenía que recordar no decir la palabra cita en voz alta.
Lolito también había estado pensando sobre qué podría hacer con Auron que fuese especial, mágico... Esa última palabra le dio la idea perfecta, ya sabía que podía proponerle a Auron como cita, estaba seguro de que el pelinegro no se negaría. Solo esperaba que no se le escapase que para él esa salida era una cita.
Ambos empezaron a escribir por el comunicador, sin embargo el pelirrojo fue el primero en enviar el mensaje.
Lolito: Yeepaa, qué pasa, Auron
Auron: Hombre, Lolito, justo ahora te iba a escribir ¿Qué te cuentas?
Lolito: Pues mira, quería proponerte algo ¿Quedamos en el pueblo, en frente del ayuntamiento?
Auron: Perfecto, me has quitado las palabras de la boca, yo también quería proponerte algo. Ahora voy para allá.
Ambos cogieron todo lo que iban a necesitar, asegurándose de que no se olvidaban nada varias veces debido al nerviosismo. Para ellos seguía siendo una cita, su primera cita, incluso si el otro no lo sabía.
Auron fue el primero en llegar, ya que su casa estaba más cerca del pueblo, así que hizo tiempo mirando si había algo interesante o nuevo en las tiendas. Cuando Lolito le avisó de que ya estaba llegando, fue a la puerta del ayuntamiento mientras se pasaba la mano por el pelo nerviosamente para estar más presentable.
Cuando se encontraron, no supieron muy bien cómo saludarse, ambos querían darse un abrazo, pero no se atrevían, así que todo quedó en un raro apretón de manos. El ambiente entre ellos era raro, una mezcla de nerviosismo y excitación que les impedía comportarse como siempre, aunque lo intentaban.
-Pues mira, Auron, yo quería proponerte una cosa
-Yo también, Lolito ¿Lo decimos a la vez?
-Venga, vale
-Una
-Dos
-y tres. Vamos a cazar sirenas
-Vamos a cazar hadas -Dijeron al unísono para después mirarse y reír.
-Vale, vale ¿Qué tal si hacemos esto? Primero vamos a por una sirena, la dejamos en el acuario de tu nueva casa, que está cerca del mar y nos lo podemos quitar de encima rápido, y después vamos a buscar hadas ¿Qué te parece? -Propuso Auron
-Me parece bien, y el hada te la llevas tú a tu casa
-De acuerdo
Los dos se felicitaron mentalmente, su plan había salido a pedir de boca, e incluso mejor. Con la doble ilegalidad, pasarían más tiempo juntos, incluso podrían cenar juntos si se les hacía muy tarde. Estaban pletóricos.
No les costó demasiado encontrar una sirena, lo difícil fue llevarla hasta la casa del pelirrojo. Se turnaban para empujarla suavemente, tratando evitar el golpearla y que se enfadase, aunque no pudieron evitar que pasase un par de veces. El primero en caer fue el ojiverde, la sirena le había encantado, a lo que Auron reaccionó gritando: "¡Hey, que Lolo es mío, puerca!" Aún así, tuvo que dejarse matar por la sirena para que se le pasase la maldición. Fingió que no se había enterado de nada, pero ese grito del pelinegro le hizo muy feliz, al mismo tiempo que le entristeció un poco, siempre bromeaba de esa manera, por lo que no sabía si podía tomárselo en serio o no, no quería hacerse ilusiones para nada otra vez. No después de lo de Mangel. No sobreviviría a algo así de nuevo.
La parte más crítica llegó cuando Vegetta y Fargan fueron a ver la casa de Lolito, lo que los hizo separarse, el dueño de la casa fue a atender a los indeseados invitados mientras que Auron se ocupaba de llevar a la sirena hasta el acuario. Fueron momentos tensos, especialmente cuando los intrusos decidieron que era una buena idea explotarle la casa. El pelinegro estaba escuchando todo por el comunicador, y si bien es cierto que en parte le hacía gracia, después de todo no por nada era un agente del caos, también le molestaba que la hubiesen tomado con alguien a quien él quería. Se prometió a sí mismo que se vengaría en nombre de Lolito de esos dos.
Una vez se fueron, por fin pudieron meter a la dichosa sirena en la parte de abajo de la casa. Y antes de ir a por el hada, Auron ayudó a reconstruir un poco el desastre, a pesar de que el pelirrojo insistió en que no era necesario. Entre risas por la situación pasada y miradas coquetas arreglaron lo que se había destruido rápidamente, partiendo a por el hada del pelinegro.
Pasearon por los bosques hablando animadamente, rozando sus manos de vez en cuando al no poder evitar el querer sentir al otro más cerca de ellos. No querían que ese día acabase nunca.
Justo cuando atardecía encontraron una aldea de hadas, a lo que se miraron traviesamente para después asentir. Atrapar al hada también fue una odisea, se les escapó un par de veces al no saber si llevarla con una rienda o en un frasco, les robó varias cosas, entre ellas los pantalones de Auron, lo que hizo a Lolito enrojecer hasta la raíz del pelo, no queriendo mirar pero no pudiendo evitarlo. Finalmente, acordaron que la manera de hacerlo era con el frasco, así que el pelirrojo se ofreció a hacerlo, tanto porque había sido el pelinegro el que había hecho casi todo el trabajo con la sirena como porque no quería que fuese saltando por el bosque en ropa interior.
Una vez con el hada en el inventario y la noche de fondo, ambos suspiraron, había llegado la hora de despedirse.
-Bueno, Lolo, ha sido un placer, me lo he pasado muy bien
-Yo también, Auron, yo también. Ha sido una cita muy agradable... -Tan pronto como dijo eso, se tapo la boca al tiempo que su cara ponía una expresión de horror. El pelinegro se le quedó mirando asombrado, no podía creer que hubiesen estado pensando lo mismo todo el tiempo, y él se hacía llamar psicólogo. Lolito, por supuesto, malinterpretó esa mirada- Y-Yo, lo siento mucho... N-No quería decir eso, yo... No quiero arruinar nuestra amistad...-Era curioso ver al psicópata casi reformado de aquella manera, como un pequeño animal asustado con lágrimas en los ojos, pero el pelinegro sabía la razón, en el fondo, el pelirrojo sólo quería que alguien le quisiera, daba igual si como amigo o como pareja, y perder eso le hundiría en la más profunda de las oscuridades.
Auron se acercó rápidamente, en un principio el pelirrojo pensó irreflexivamente que era para hacerle daño y se alejó unos pasos, pero el pelinegro le envolvió en sus brazos para calmarle.
-No te preocupes, Lolo, yo también pensaba para mí que esto era una cita -Le dijo suavemente- Me alegra saber que soy correspondido - El pelirrojo no podía creer que todo aquello fuese real, después de todo lo que pasó no creyó que alguien fuese a quererle jamás y sin embargo, ahí estaba Auron. Poco a poco se fue calmando, y finalmente se separó
-¿Significa eso que podemos cenar juntos? -Preguntó con una tímida sonrisa
-Por supuesto, dime dónde quieres cenar y ahí iremos
Y así terminó su cita, con una cena romántica a la luz de las velas bastante cliché, la verdad, pero que les hizo muy feliz a ambos, y con un noviazgo recién empezado.
Me disculpo si hay algún error, son las 4 de la mañana y ya debería estar durmiendo hace una hora más o menos. Espero que hayáis disfrutado el capítulo.
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Lolitoplay Week
FanfictionSiete one-shots de la pareja Lolito x Auron, uno por cada día de esta semana. Creada por @Sopit4_ y la YepaSquad en twitter. Portada creada por @___agusz (twitter)