La obsesión de JongSuk Lee por su amiga termina haciéndolo cometer los peores pecados jamás nombrados.
Fecha de inicio: 20 . 05 . 2020
Fecha de culminación: 17 . 04 . 2021
La noche caía rápidamente en Seúl. Las luces titilaban mientras Madison apresuraba su paso ante su hogar que estaría completamente solo, ya que su esposo se quedaría horas extras en el trabajo. Y al decir horas extras se refiere a follar con la bonita rubia que tiene como secretaria, Madison reprime el horrendo recordatorio y medita que beberá una botella de Whisky cuando esté en su sofá cómodamente mientras miraba un estúpido programa.
Comenzó a acelerar su paso porque temía realmente por su seguridad. Se dio cuenta de que tuvo que haber aceptado la oferta de YoonGi, cuando este le dijo para llevarla a su casa.
Mientras ella se apresuraba, JongSuk iba detrás de ella a paso lento y seguro, siguiéndola. Midiendo cada detalle de todo lo que ella hacía, puesto a que no podría ser diferente, había caído ante los encantos de una mujer casada, ¿ella iba a escapar de aquel ángel?...
JongSuk solo estaba atemorizado por la idea de que ella notase que estaba pisándole los talones un amigo de ella. Pero todo estaba fríamente calculado, todo siempre está fríamente calculado.
Él había practicado años, para este momento. Todo iba a ser como el tanto lo había deseo, era un cuervo en busca de ojos para comer. Madison el diablo perfecto para aquel ángel, la adrenalina hizo que apresurara su paso temiendo a que la chica se diera cuenta se detuvo en seco para mirar como ella seguía con paso temeroso. Sus ojos pararon en el pequeño objeto que tenía en sus manos haciendo una pequeña mueca.
Madison se alejó de su campo de visión y no le importó, no era necesario tenerla a la vista, aunque era de sus cosas favoritas. Miro hacia los lados mientras sentía como la lluvia comenzaba a caer.
Lo que él había planeado se había alojado en el cerebro mucho antes de que ella pudiese notarlo. Esa estimulante dependencia de ella hacia él, había sido creada por él antes de que ella pudiera notarlo o si quiera imaginarlo. JongSuk no la conoció por azar, ni mucho menos. El mayor tenía todo fríamente calculado. Cada encuentro, roce, y vivencia de ambos, eran planeados por él con meses de antelación. Para que ésta se sintiera segura con un hombre encantador y con buena presencia y justo en el momento indicado ella caería ante él, sin siquiera notarlo.
Madison cerró con llave rápidamente su casa y tomó la botella de whisky antes que cualquier otra cosa, miraba las noticias, mientras que en su cerebro buscaba una buena excusa para seguir con aquel matrimonio, ¿había esperanzas?,¿había una posibilidad de salvar aquello?, ¿había...?
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Madison se despertó con un dolor terrible de cabeza, miró su celular: cero mensajes, cero llamadas, y eran las 12:30 am. Se levantó por el sonido del timbre, ¿su marido se le olvidó la llave?, apresuró el paso y abrió la puerta.
– ¡Amor, me había preocu...!–Se detuvo cuando miró al hombre que no era su marido en la puerta– Eh... Señor Lee.
Ella se acomodó el cabello y lo miró algo confundida, y avergonzada.
–Madison, puedes tutearme. –Dice él, y le mira con dulzura. –Se te ha quedado esto...
JongSuk extiende su mano y le entrega un reloj con las iniciales "M-P", ella lo toma mientras sus dedos se rozan lo suficiente para sentir un calor corporal indebido.
–Oh, sí...– Dice, ese reloj se lo regaló Christian en su primera cita. La brisa fría le puso los pelos de punta. –Muchas gracias, mi marido me mataría si lo pierdo.
En realidad si me mataría. Se dice así misma.
–No hay problema, para eso estoy para ti. –Le guiña un ojo.
– No sé que haría sin ti, Lee.
– Probablemente perder tus cosas, y que tu esposo te mate.
–Es verdad...–Se ríe con él.–Tengo whisky, ¿quieres un trago?