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¡Oh si las miradas mataran!, ¿qué seria del mundo si las ventanas del alma pudieran matar?, nunca en su vida había visto esa mirada en su pequeña, nunca había visto transformarse ese par de ojos esmeralda en un par de armas letales, como si hubiesen tomado la forma de un par de colmillos pertenecientes a una fiera cobra que defiende con su vida lo que es suyo, aquellos verdes ojos habían tomado cartas en el asunto, esa mano, ahora marcada en su mejilla fue el detonador.

Los labios de Shaina no se abrieron, pero aquella mirada habló en su lugar, ¡Oh si las miradas mataran!, si eso pasará su padre ya habría hecho maleta para partir al más allá, para su fortuna o desgracia, seguía ahí, sin comprender las palabras de su pequeña, tratando de comprender que quizá aquel acontecimiento no era más que un castigo divino por no haber ido lo suficiente al recinto donde permanecía la representación de aquel que para ellos era el ser supremo.

Dio media vuelta y se encerró en su habitación, aquel golpe había sido el primero en toda su vida, el primero con esa combinación de rabia y decepción, el primero que contenía a la perfección una profunda tristeza y una temible molestia, el primero que no debió llegar a su rostro, no obstante ya no podía hacer nada al respecto, solo le quedaba esperar, esperar a que sus padres aceptaran su relación como la madre de Marín lo había hecho, aunque sonara fuera de la realidad, estúpido e imposible.

Fuera de aquella habitación, dos personas decepcionadas y enojadas, con el alma destrozada y el corazón afligido se miraban sin comprender que había sucedido, todo había pasado tan rápido que ni siquiera les dio tiempo de pensar en lo que se avecinaba, seguramente un castigo ejemplar, uno que nadie merece porque cada quien decide a quien amar, uno que de haber pasado bajo la mirada de una divinidad comprensiva no debería de ser temido.

— ¿Qué aremos? — la voz de aquella mujer tenía tintes melancólicos.

—No lo sé, querida, no lo sé — respondió aquel hombre tocándose el puente de la nariz

Estaban asustados, llenos de miedo, pues lo que habían presenciado era desconocido y prohibido pero... ¡era una completa contradicción!, aquellos padres habían crecido bajo el mandamiento primordial: el amor, y ahora, que lo presenciaban de manera distinta les asustaba como nunca, pero ese precepto jamás vino de boca del padre celestial, "el amor" que se predicaba cada domingo venia de la boca del hijo, pues el padre, en su cólera infinita había destruido ciudades con inocentes dentro mientras que el hijo había perdonado a los desviados aunque sus faltas fueran caí imperdonables.

Sin ideas concretas y sin saber cómo solucionar su problema, que de problema no tenia absolutamente nada, decidieron hacer lo mismo que su pequeña Shaina, dormir bajo el manto de la benevolente y hermosa Nixx, esperar con los parpados ceñidos a los pómulos el llegar del sol y el paso de las horas hasta aquella que indicaba el amanecer.

"Dicen los rumores que el hombre fue creado para la mujer y viceversa, dicen los rumores que el castigo del impío es arder en las llamas del lugar de castigo, dicen los rumores que el pecado de la desobediencia no tiene perdón, dicen los rumores que el padre aborrece a los que aman el alma y no la biología, pero la verdad es que cada cual elige a quien amar"

◘♥◘

Las campanas de la torre anunciaban la hora, 3:30 de la tarde, la hora de salir de casa para encontrarse con su amada, la única hora que esperaba con ansía inimaginable que llegara, la que cada vez más cerca hacia que su ritmo cardíaco aumentara, en especial la fecha que le marco su calendario, su aniversario, cinco meses a lado del amor de su vida, cinco hermosos meses que no en vano había vivido, su mano se atrevió a tocar la puerta de su hogar, al instante abrieron y en automático extendió un bello ramo de tulipanes.

—Feliz Aniversario Marín 

Ni siquiera respondió, tomó aquellas flores y se lanzó a los brazos de Shaina, si no fuese por su fuerza, seguramente hubiesen caído de lleno en el suelo, afortunadamente no pasó, nada de eso, las dos mujeres se despidieron de aquella otra que las observaba con alegría, sin duda alguna, la madre de Marín era un amor de persona incluso ya consideraba a Shaina parte de la familia.

El lugar a donde iban era simple, el parque cerca de la casa de ambas, en donde se habían conocido aquella vez, en donde se dieron su primer beso, en donde la voz temblorosa de Shaina le pidió que fuera su pareja, donde los meses pasados habían celebrado su aniversario, donde seguramente Shaina le propondría matrimonio, donde sin lugar a dudas sus hijos jugarían, donde caminarían cuando se volvieran unas ancianas, donde seguramente sus almas vagarían juntas.

Una banca se había convertido en su asiento, un árbol de cerezo a sus espaldas, el testigo mudo de su amor, un cielo azul a su cenit la ventana cómplice para el deleite de Eros e Isthar, cuando ellas estaban juntas el tiempo se detenía.

Muy a lo lejos, dos pares de ojos atentos a sus acciones, dos pares de ojos juiciosos de sus besos, dos pares de ojos acusadores de lo que hacían, un par de personas que solamente tenían un objetivo: comprobar lo que habían escuchado y poder dar a una de ellas la sentencia que se merecía.

Pero eso no era lo correcto, arruinar la felicidad ajena era también reprochado por el padre, eso también daba un pase directo a la lista negra, pero al parecer solo lo visible era erróneo y castigable, ¿acaso se creían con el derecho de hacer justicia?, era un completo desastre, pero el dios a quien tanto rogaban no era una buena persona, no era el dios del amor que podía ser Eros o Ishtar, no era el dios justo que podía ser Odín o Ra, no era el dios comprensivo que podía ser cualquiera que existiera, era uno que perdía los estribos cuando su dictadura era desobedecida, y eso... eso era inaceptable.

"las leyes se crearon para mantener el orden, pero muchas veces esas reglas no tienen sentido alguno y cuando eso pasa no queda más que desobedecerlas"

Dan R.

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De nuevo la aclaración: No buso ofender a nadie con esto y lamento si lo he hecho, de una vez les aviso que esto en algun punto del fic va a subir de nivel.

les dejo en multimedia la imagen de Shaina que utilice para la portada

Dan R.

Fruto prohibido, Paraíso negado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora