Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien. Josué 1:8
Cuando queremos preparar algún plato, del cual desconocemos sus componentes y/o preparación, consultamos el libro de recetas. Este nos proporciona los ingredientes, la cantidad específica, el orden de usarlos, el tiempo que toma prepararlos, y hasta la manera de servirlos y presentarlos, en fin, todos los detalles necesarios para que el resultado sea todo una exquisitez.
Es importante seguir al pie de la letra cada paso, usar la cantidad exacta de ingredientes y los utensilios precisos para obtener el resultado deseado. Es todo una experiencia al preparar y degustar el preparado.
Nuestro texto base citado al principio de este escrito nos dice que meditemos día y noche en el libro de la ley, en la palabra de Dios, en la Biblia. De acuerdo al versículo debemos hacer lo mencionado anteriormente para "para guard[ar] y cumpl[ir] todo lo que está escrito en él".
Los libros de receta los utilizamos en un momento específico, para hacer algo particular. Sin embargo, la palabra de Dios es más que un libro de recetas o consultas, es un compendio de libros que nos sirven para la vida misma y para la eternidad.
El apóstol Pablo escribió a Timoteo explicando los beneficios que proporciona estudiar la escritura, le dice que es útil para enseñar, reprender, enmendar, instruir en justicia, útil para que el ser humano sea perfecto e instruido adecuadamente para toda buena obra (2 Timoteo 3:16, 17).
Además de lo que Pablo expresa a Timoteo, nuestro Señor Jesucristo nos dice que sirve para santificar (Juan 17:17); nos muestra los planes de Dios para con sus hijos (Hebreos 1:1 y 2); y muchas otras cosas que no citadaremos en estos momentos.Finalmente, la Biblia nos muestra que estamos en el tiempo del fin, a punto de ver a Jesús venir en gloria. Debemos prepararnos y preparar a otros para ese inminente evento. Todo lo que necesitamos saber y hacer Dios lo declaró en su palabra. Léela, estúdiala, practícala y compártela. Dios te bendiga.
24 de marzo 2020
Prof. Jhonatan Ramírez