Oh no...

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Continuamos con ese fantástico beso durante un largo tiempo, hasta que Ben se detuvo de la nada, su agitación se detuvo en seco para de inmediato volverse más rápida; me preocupé, abrí mis ojos y vi su mirada llena de terror, veía sus ojos mirar directamente hacia la puerta de su habitación; seguí la mirada y vi a la niña que habíamos encontrado al llegar a esta ciudad.

Ben comenzó a tartamudear, me sentó a  un lado y corrió hacia la puerta del baño para cerrarla. La niña corrió hacia nosotros pero Ben alcanzó a cerrar la puerta e impidió que entrara.

Niña: ¡Ábreme! ¡¿Qué haces con mi carnada?! - estaba realmente enojada esa niña.

Ben: ¡Vete! ¡A ella no la tocarán! - puso el seguro y se quedó en la puerta para obstriur el paso en caso de que se pudiera abrir.

Niña: Papá ya viene en camino - dijo en tono burlesco y dejó de golpear la puerta.

Ben: Por favor...No lo hagan - Ben comenzó a llorar. Se cruzó de brazos. Yo no podía hacer mucho, no podía moverme con libertad aún.

Ben volteó a verme y se percató de mi preocupación. Su rostro ahora se tornó de preocupación y miedo.

Ben: Perdóname... Perdóname - se acercó a mí, acarició mi cabello y besó mi frente muchas veces, al mismo tiempo que lloraba desesperadamente.

Tn___: ¿Qu-qué suce-de? - Ben negó con la cabeza y no quiso hablar. Tomé su rostro con fuerza pero al mismo tiempo con cuidado, e hice que me mirara a los ojos y comenzara a hablar.

Ben: El señor Gregorio viola a las chicas que Cully trae al castillo...Las golpea hasta matarlas - lloró y yo sólo me quedé callada - es mi culpa - bajó su cabeza y se hizo bolita.

Tn___: No - acaricié un poco su cabello y besé con cuidado su frente.

Ben: No puedo sacarte, Tn___- se golpeó la cabeza con sus manos.

Me limité a abrazarlo y a consolarlo. Él me abrazó fuertemente y me dio un beso, el beso más tierno y sincero en este mundo.

Gregorio: ¡Dónde están! - se escuchó la puerta de la habitación abrirse.

Cully: Allí, papá - escuchamos los pasos enormes de aquél hombre.

Abrió la puerta de una sóla patada, Ben se intimidó demasiado por él, era enorme y siempre lo había maltratado, pero aún así Ben se armó de valor e intentó luchar contra él para que yo huyera.

Funcionó por unos minutos, me estaba acostumbrando a mantenerme de pie, con el miedo se olvidan todos los demás problemas. Corrí lo más rápido que pude para salir del baño. Al principio la niña trató de impedirme el paso, tomándome de los brazos, pero logré safarme de todos sus agarres.

Ben: ¡Corre, tn___! - volteé y justo en ese momento, el hombre golpeó a Ben fuertemente con un látigo en el rostro, a lo que Ben se desmayó por el dolor.

Grité por impotencia, dolor, miedo y enojo...No sabía qué hacer.

NO ME RENDIRÉ ESTA VEZ (Ben Hardy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora