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Ravn♡:
Hwanwoong, ¿dónde estás?
¿Estás en la cafetería?
Dime que no, por favor dime que no
Contestame lo más pronto posible, por favor

Hwanwoong miró su celular con una ceja arqueada, sin entender los mensajes de Youngjo y sintiendo un poco de miedo ante lo preocupado y desesperado que lucia el castaño.

Yo:
Estoy acá, ¿qué sucede?
¿Youngjo hyung?

Ravn♡:
Mierda, misrda mierda y msa mierds
Vpy de camino

Yo:
Hey
¿Acaso estás en la motocicleta mientras me texteas?
¡Youngjo!

Hwanwoong frunció el ceño y se mordisqueó el labio, Youngjo no le siguió contestando y ya tenía el suficiente nerviosismo en el estómago como para llevarse un dedo a la boca y chuparlo.

Se pasó una mano por el cabello, y caminó de allá para acá en su espacio de trabajo mientras pensaba y creaba películas en su cabeza de lo que sea que pudiese estarle pasando a Youngjo y lo que tenía que ver con él. Agradecía que la cafetería estaba a punto de cerrar y no había ningún cliente, si no seguramente lo estaría mirando raro por lo completamente angustiado que se veía.

Volvió a mirar su teléfono, Youngjo le había dejado el visto y habían pasado 6 minutos desde que le mandó el último mensaje. Tampoco quería llamarlo, si Youngjo de verdad estaba conduciendo su motocicleta no iba a arriesgarse a marcarle, lo que menos quería es que Youngjo sufriese un accidente o le parara la policía por infringir la ley automovilística.

Colocándose un poco de puntitas, observó a Seoho desde la vemtana ordenando no sabe que cosas mientras conversaba con el chico auxiliar de cocina de quien sabe que cosa.

Ravn♡:
Estoy en un semáforo, ¿no ha pasado nada?

Yo:
Por dios Youngjo, me tienes con los nervios de punta
¿de qué me estás hablando? Tengo miedo, no sé que te pasa
No, no ha pasado nada, ¿me puedes explicar, por favor?

A Hwanwoong ya no le salía el ser formal con Youngjo, y maldijo en voz baja mientras dejaba caer su celular a la barra cuando Youngjo volvió a dejarle el visto, y se desconectó del chat. Se pasó las manos por la cara y suspiró, iba a golpearlo cuando llegase.

De pronto, sintió un auto pararse afuera del local. Por lo que se arregló el pelo y se alejó las manos de la cara por si llegaba a ser un cliente desesperado que llegaba cuando estaban a punto de cerrar. Pero en cambio, se descolocó al ver a una furiosa Wheein roja de cólera bajar del auto y caminar echa una furia hacia la cafetería.

Hwanwoong no entendía, Wheein había tenido turno esta mañana, ¿qué hacía allí y por qué parecía a punto de quitarle la cabeza a alguien?

Y allí es cuando Hwanwoong lo notó, Wheein tenía su mirada fija en él, una llena de odio y enojo que puso los pelos de Hwanwoong de punta y le dió un escalofrió.

"¡Tú!", gritó Wheein al entrar, empujando la puerta tan fuerte que el vidrio de esta osciló, "¡Maldito bastardo!"

Hwanwoong tenía los pies pegados al suelo, una porque no entendía por qué mierda Wheein se la había agarrado con él, y segunda, porque estaba con un miedo de la puta madre. Y Hwanwoong realmente no se esperó lo que vino cuando la rubua estuvo frente a él con la barra separándoles.

𝑭𝑶𝑹 𝑴𝑬? ⸗ ʳᵃᵛᶰʷᵒᵒᶰᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora