☆Té de Hierbabuena☆

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PoV Deku

Llegó el día siguiente y desperté, para mi sorpresa, con mucha energía; el día de ayer había terminado muy bien, me sentía mucho mejor y con más ánimos. En realidad, sentía que había estado perdido toda la anterior semana, pero al final pude encontrar solución, ahora sólo falta ponerlo en práctica. Aunque siendo sincero, se escucha más fácil de lo que realmente es. 

"¿Cómo voy a lograr interactuar con Bakugo sin iniciar yo la interacción?" Pensé sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a aumentar en mi interior.

"¿Debería chocar con él accidentalmente para ver si se disculpa o algo parecido? No, es muy obvio." Comencé a buscar diferentes opciones para confirmar qué tipo de actitud tendrá Bakugo para conmigo. Después de varios meses de sólo evitarlo es muy extraño ahora tener la meta de encontrar cualquier forma de tener por lo menos el más mínimo contacto con él.

Pero, ¿y si en realidad sigue odiándome? ¿Qué pasaría si de repente me grita en frente de todos? O peor aún... podría golpearme. No es que no soporte un simple golpe, es algo parecido a los entrenamientos. Lo que me duele es el sentimiento con el que se da el golpe, la posible expresión en su rostro, yo no quiero ver esos ojos de nuevo.

Entonces fue cuando escuché unos golpes en mi puerta seguidos del llamado de Iida para el desayuno. No debo de pensar en cosas negativas, Todoroki me dijo que debo confirmar mis sospechas, tal vez por fin eso me libere y deje de pensar en cosas tontas, necesito arreglar este asunto lo más rápido posible para regresar a la rutina tranquila por la que he estado trabajando estos meses.

Me vestí con el uniforme, lavé mi rostro y decidí bajar a desayunar con los demás. Al llegar ya casi todos se encontraban desayunando, así que tomé un plato hondo con leche de coco y me decidí a comer del mismo cereal que Uraraka tenía enfrente tomando asiento entre ella y Asui-san.

-¡Deku!, ¿cómo estás? Ayer estabas muy raro, sabes qie si algo pasa puedes contarme con toda la confianza del mundo...-Comenzó a hablar con un tono inseguro, entonces la interrumpí con una sonrisa.-

-Gracias Uraraka-san, pero en realidad hoy me siento mucho mejor. No tienes que preocuparte por eso. 

-¿En serio?, eso me alegra demasiado. Pero, ¿qué es lo que pasó entonces? - Entonces tragué saliva, ¿cómo le explicaré la plática que tuve el día de ayer con Todoroki? Poco a poco sentía cómo el calor subía por mis mejillas y mis manos comenzaban a temblar.-

-E-eso, eso fue... en realidad... ¿cómo te explico? -Comencé a tartamudear sin saber qué decir.-

-Midoriya-san, ¿cómo te sientes? He estado algo preocupado desde el día de ayer, me preguntaba qué habías pensado de lo que platicamos. -Entonces la voz del semi albino inundó mis oídos dejándome sin habla, ahora Uraraka me haría un gran interrogatorio. Pude ver de reojo el rostro de mi mejor amiga quien tenía los ojos muy abiertos por la sorpresa.-

-Emmmm, sí, en realidad- Creo que tienes razón, gracias a ti ahora me siento mucho mejor, de verdad lo necesitaba, no sé qué habría hecho sin ti.- Dije ahora con el rostro más colorado que al inicio provocando una mirada algo sarcástica de parte de Uraraka, puedo afirmar que me espera un gran regaño por no haberle hablado antes sobre mi charla con Todoroki.

-Eso es bueno, sabes que si pasa cualquier cosa puedes buscarme, mi puerta siempre estará abierta para ti. Buenos días Uraraka-san, espero que pasen una linda mañana. -Se despidió entonces con una leve reverencia hacia nosotros.-

-Midoriya Izuku, ¿qué acaba de pasar? -Dijo entonces en forma de regaño con su cuchara apuntándome directo al rostro y una severa mirada pero con una sonrisa que provocaba que mi temblor aumentara más.-

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