Capítulo diecisiete. [Final]

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¿Qué podía ser peor que un cumpleaños solo?

Salió a caminar un rato, tal vez a comer a algún lugar como siempre hacía. La calle raramente estaba vacía, pero así era este día. Él nunca había sido la persona más valiente por lo que cuando escuchó pasos atrás de él no pudo evitar pensar que era parte de su imaginación, respirando hondo comenzó a caminar más rápido y las pisadas se escucharon al compás de las de él.

Se volteó rápido tratando de ver si alguien estaba atrás.

- ¿Quién eres tú?- El hombre era alto, musculoso y tenía muchos tatuajes, le doblaba tamaño a Chimon que simplemente habló con la voz temblorosa... Y era el mismo que había visto en el bosque con Nanon.

-Se puede decir que me mandaron para darte un- Sonrió macabramente -Mensaje- El hombre se fue acercando mientras él retrocedía rápido, antes de que pudiera intentar correr sintió la presión que lo sostenía. Se movió rápido, aunque sabía que no tenía oportunidad de correr o escapar.

- ¿Q-quién?- Su tartamudeo de antes había vuelto.

-Digamos que... Es un secreto entre esa persona y yo- Le hizo una seña de silencio mientras lanzaba el primer golpe hacía su estómago, Chimon cayó al piso de forma abrupta tronando su cabeza contra el piso -el mensaje es que dejes a tu noviecito- Le pateó la parte derecha de la cabeza haciendo que volviera a rebotar. La nariz del pelinegro comenzó a sangrar al sentirse mareado. Antes de que pudiera aclarar que ya lo habían dejado sintió como era cargado por la misma persona, a pesar de que se sentía mareado logró patear la cara del hombre cayendo de rodillas en el suelo y comenzó a gatear desorientado. Sintió que su pierna era jalada logrando que fuera arrastrado por todo el piso raspándose el cuerpo. El hombre gruñó levantó el puño con fuerza y aplastándolo directamente en la cara del pelinegro, su cabeza tronó, antes de que comenzara a desmayarse en el piso, con un charco de sangre debajo de él.

- ¡Hey! ¿Qué pasa aquí?- el hombre soltó la pierna del pelinegro mientras comenzaba a correr. Nanon se acercó al cuerpo en el piso mientras miraba como se iba corriendo la otra persona, no pudo evitar reconocer el pelo negro, y esa complexión pequeña.

- ¡¿Mon?!- Se acercó observando la mancha de sangre alrededor de él y pensó lo peor. Llamó a una ambulancia mientras se ponía histérico y trataba de tomar el pulso del pelinegro con las manos temblorosas.6

La ambulancia llegó levantando el cuerpo del pelinegro y tranquilizando a un nervioso Nanon.


-El estará bien, tiene una contusión pero no es tan grave- Siguió a la ambulancia hasta llegar al hospital donde esperó sentado por alrededor de dos horas. Observó como una mujer alta, pelo corto, delgada se acercaba hacía él con una expresión desinteresada... La madre de Chimon.

Lo miró de arriba abajo con disgusto y caminó hasta la administración donde Nanon observó que le asentía y entraba a una habitación.

La madre de Chimon entró viendo con superioridad y disgusto el pequeño cuerpo del pelinegro postrado en la cama.

-No solo naciste omega, si no que aparte naciste gay... Tuve que hacerte saber que esa no era la opción que debías seguir, y esta era la única forma- Terminó jalando una mejilla de Chimon. Lo que no sabía era que el pelinegro estaba despierto y había escuchado todo -Esperemos que cuando despiertes ya pienses razonablemente- Se levantó mientras el pelinegro trataba de moderar sus latidos que en cualquier momento lo delatarían. Suspiro de alivio cuando ella salió y sintió sus ojos humedecerse, su propia madre le había hecho esto solo por sus preferencias.2


La puerta se abrió de nuevo y observó como Nanon entraba. Se quedó tenso al ver a su ya no novio en su habitación.

-Lo siento- Nanon habló directo -Siento haberte dejado, estaba asustado. Me dijeron que si no te dejaba te lastimarían y yo les creí pero fue en vano, y, lo siento tanto de verdad- Se acercó dándole un abrazo mientras Chimon seguía tenso. Se sentía contrariado en si perdonarlo o no. Nanon estrelló sus labios contra los suyos y mandó todas las dudas al basurero, él no iba a dejar esta oportunidad.8

-Fue mamá- Habló cuando se separaron. Nanon lo observó confuso.

-Mamá pagó a ese hombre para alejarme de ti- Se sintió seguro al tener los brazos de Nanon rodeándole.

Chimon tardó tres días en el hospital antes de regresar a casa, ni siquiera dejaba salir a Nanon por miedo a que su madre decidiera hacerle algo. Después del primer día su madre nunca regresó a visitarlo y eso lo había puesto tenso. Después de lo que había pasado no se separaron ni un momento uno del otro, más que todo porque Nanon sentía culpa de que le hubieran hecho eso a su pequeño novio.3

La noche ya estaba terminando cuando la última maleta de ellos fue guardada en baúl y los boletos ya habían sido confirmados. Chimon observaba con nostalgia su pequeña casa, recordando cómo había visto sus días solo, sus heridas, todo. Nanon rodeó la cintura de su novio y besó el pelo de este.

-Yo también la extrañaré, eh- Le sonrió. Chimon desechó sus sentimientos nostálgicos, porque ahora que se iba no iba a volver a pasar por lo que pasó, y tendría nuevas experiencias con la persona que él amaba... Si, amaba.

-Abriste mis ojos, nunca pensé que serías mi omega y ahora estamos aquí, comenzando a crear nuestra vida- Besó las manos de Chimon, mientras miraba directamente sus ojos. -Te amo.+

-Yo también te amo- Se sonrieron cálidamente antes de comenzar su nueva vida juntos.

Mi frágil omega. ♡ 《Namon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora