e t é r e o

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Hay tormenta
y no lo quieres ver.
Truena
y lo niegas cada vez.

Sale el sol,
se va, si te ve.
Salgo a la calle,
y se está bien.

He dejado las llaves
no te voy a retener.
Te di la mano
y no la vas a devolver.

Fuimos algo a medio hacer
una admiración mutua,
puntual,
algo que no volveré a ver.

Fuimos cerámica,
duro y frágil a la vez.
Una buena imagen,
agrietada e irreparable.

Eres una escultura griega
esas que dan placer al romper.
Una cara dura,
y su miedo a caer.


Lo besas,
si puedes ascender,
pretendiendo que todo va bien.

Lavas tu imagen
y me cambias otra vez,
como si no fuera a doler.

Subes la apuesta
con dos barajas a la vez.
Ignorándolo también a él,
os echas a perder.

Hay tormenta
y no lo quieres ver.
Truena,
otra cerámica a punto de caer.


Es cuestión de tres:
mi silencio, tú y él.
Eres un cobarde
y no lo va a saber.

Si alzara el viento mi palabra
y viajara directa a ti
diluiría la niebla en aire
destruyéndolo a él
como me destruiste tú a mí.

Nada es firme
todo se puede romper
la avaricia es sutil,
abstracta pero cruel.

Los cimientos son volátiles
tus defensas, de papel.
Llega la noche y tú,
sin cobijo que ofrecer.

Ráfagas de aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora