–¡Cierra la boca si no quieres que te la cierre, min Yoon Gi!–Gritó mi madre desde la cocina mientras yo bajaba las escaleras, ¡pero es que, había dicho más que la verdad!
–¡Pero mamá, es la verdad!–Comenté mientras entraba en donde ella estaba.–¡El maldito hijo nuevo de la vecina perece un jodido jamón y aún así viene a presumirlo!, vergüenza debería tener..–Bufé mientras comenzaba a comer.
Mi madre se acercó a paso rápido hacia mí dándome un golpe en la cabeza, lo suficiente fuerte para provocar que comenzara a ahogarme con un pedazo de pan.–¡Cállate! Y más vale que te guardes tus comentarios con ella, tu padre y yo nos iremos y no estaré para reparar tus tonterías.–Comentó con una mueca de diversión.
Mierda.–¿Se irán de nuevo por negocios? Es la segunda vez en el mes.–Comenté con molestia mientras terminaba de comerme el pan que hace unos momentos casi me mataba, moviendo el pie izquierdo con desesperación.–¿Por cuánto tiempo se irán esta vez?–
–Dos meses...Cielo, sabes que lo hacemos por tu bien, además, tienes una excelente vida. mira tu casa, tienes tu propia tarjeta de crédito y trabajas solo dos malditas horas,–"el dinero no es felicidad, madre."–deberías estar totalmente orgulloso de nosotros en lugar de molestarte.
–Lo estoy, es solo..–Solté un suspiro y me eché en el respaldo de la silla en donde me encontraba sentado,"los extraño" guardándome mis pensamientos para mí.–¿Quién me hará pollo frito en tu ausencia?–Solté un suspiro, recargando ahora mi cabeza en la mesa mientras ocultaba mi rostro que denotaba tristeza. Tenía ya un tiempo que mis padres ganaban muchísimo más de lo necesario; al inicio eso fue genial para mí, tenía todo lo que quería y se me antojaba, pero después de un tiempo comenzó a ser difícil, pasar semanas o meses sin ver a mis padres era extraño. Desde temprana edad mi madre me enseñó a cocinar, pero igualmente la extrañaba, además de que los millones eran de ellos, no míos.
Sentí la mano de mi madre sobre mi nuca, acariciándola tratando de calmar mi evidente estado de ánimo.–Tranquilo Yoonnie, estarás bien, prometo hacerte un festín cuando regresé, ¿Qué te parece?–Comentó con una voz animada mientras se alejaba.–Bien cielo, me voy, debo alcanzar a tu padre en el aeropuerto, suerte en la escuela y felices vacaciones, cuídate mucho ¡y cero fiestas en la casa!–
–¡No te prometo nada!–Dije mientras reía, levantándome del asiento para ir por mi mochila.
Subí a mi BMW, regalo de mi padre que ahora me parecía estúpidamente innecesario pero en su momento me creía el chico más cool, comenzando a conducir a la universidad....
Entonces, ¿Puede curarse, doctor?–Preguntó mi madre con notoria preocupación en su voz; a pesar de no poder verla, pude imaginar su rostro y eso me destrozaba totalmente por dentro.
–La hay, pero además de ser una operación sumamente costosa es extremadamente riesgosa.–Comentó el doctor con un suspiro, dejando caer algo sobre su escritorio.–Las variaciones son muchas, aunque Jimin tiene la ventaja de un 70%, el otro 30%, bueno..podría perder la vista permanentemente.–
Mi madre sólo atinó por apretar mi mano, yo supongo que para calmarse.
Nuestra situación económica no era la mejor. No éramos pobres, con el sueldo de mi madre podíamos vivir apenas cómodamente, aunque no podíamos darnos grandes lujos éramos felices, o así había sido hasta que perdí la vista; ese día también perdimos a mi padre, madre nos había dicho que no tomáramos carretera, que era mejor esperar a que la nieve se calmara un poco, mi padre hizo caso omiso a sus palabras, y yo por la emoción de aprender a esquiar le seguí el juego.
Él y yo reíamos felices, 40 minutos después nos volcamos en la nieve gracias a un camión de carga, mi padre murió instantáneamente por el golpe, mientras yo tuve una contusión cerebral.
Caí en coma; desperté dos meses después y para ese entonces mis ojos estaban muertos, ya no eran funcionales. Ese día escuché a mi madre llorar de felicidad que de un momento a otro se transformó a un llanto devastador.Suspiré pesado mientras agachaba mi cabeza y acomodaba mis lentes oscuros, entrelazando mis dedos con los de mi madre.–Pero, ¿Cómo podré someterme a cirugía? No contamos con dinero suficiente.–
–Deberemos esperar a algún donante, alguien que se accidente para poder proceder a la operación, Jimin.–Dijo el doctor de manera suave, tratando de calmar mis nervios mientras tomaba mi mano libre.–Ya veremos que hacer con el dinero, yo planeo ayudarte de todas las maneras posibles.–Después de decir aquello soltó mi mano y lo escuché levantarse, mientras mi madre y yo hacíamos lo mismo y comenzábamos a caminar hacia la puerta del consultorio.
–Muchas gracias doctor Kim, siempre a sido muy bueno conmigo, jamás tendré cómo agradecerle todo lo que hace por mí.–Dije con un tono de tristeza, apoyándome en el marco de la puerta aún sin soltar la mano de mi madre.
–Vamos Jimin, que sea ahora un doctor no significa que ya no seamos amigos de toda la vida.–Soltó una pequeña risa, tratando de aliviar las cosas.–Solo llámame Jin-hyung.
En aquel momento recordé su hermosa sonrisa.
Y no pude evitar sonreír.
-D

ESTÁS LEYENDO
En mis ojos ||YoonMin||
TienerfictieJimin perdió la vista a los 15 años, pero yoongi no lo sabía. -historía 100% mía. -NO copias ni adaptaciones. -Algunas cosas fluirán con peticiones del público lector. Espero que puedan disfrutar de esta historia en su totalidad. -D