Capítulo dos: La felicidad de un libro.

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Amanda, agarró su vieja máquina de escribir. Tomó un manojo de hojas de la impresora. Las colocó en la vieja máquina, y empezó a escribir. Se dejó llevar por el sonido de las teclas, mientras que en su cabecita imaginaba mundos; dragones, princesas, reyes y reinas. Y no olvidemos al príncipe azul que soñaba la princesita, ya que Amanda también buscaba a su príncipe azul.

Justo en la mejor parte de todo; en la batalla de Weiss, llega su odiable hermano, Harry. Éste, envidioso, la tira de la silla. Agarra la hoja donde estaba escribiendo, las rompe. Y las tira por la ventana, al tirarlas, se va.

Él, sólo él, le sacaba la felicidad en un abrir y cerrar de ojos.

Amanda, agarró otro manojo de hojas y empezó a escribir, la segunda parte de el diario de su vida:

"Tranquilamente estaba escribiendo la Batalla de Weiss, cuando llega una persona odiable, mi hermano, Harry".
"Sólo toma el manojo donde estaba escribiendo, las rompió, las tiró y se fue".

"Todo lo malo que hicieron lo van a pagar, y muy caro".

Mientras Amanda lloraba, porque su hermano tiró como basura su arte. Ella dijo que ella se las iba a vengar por todo lo malo que él hizo.
Tampoco olvidemos a los padres, ellos eran malos con ella, pero Amanda dormía todas las noches tranquila porque sabía que se iba a vengar, de cada uno. Porque habían cometido grandes errores.

Y porque ella sabía, que su padre guardaba un profundo secreto.

Amanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora