Capítulo cuatro: Un clan.

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Después de la tunda recibida por parte de mi madre yo ya no sabía que hacer. Haga lo que haga no me lo creería no se porqué. Yo le decía la verdad, papá la engañaba hace una decada y yo ya se lo traté de decir varias veces pero ella no me hace caso. Simplemente eso termina conmigo lastimada.

Una noche, yo estaba tranquilamente escribiendo una novela "Sr. White", en donde yo narraba todo las cosas que mi padre hacía con mi amante, todo lo que él habló mal de mi familia y de mí. Dijo que mi madre era una est*pida por creerle tantos años y terminaban ríendose. Ella decía: "Yo vine a hacer una cosa que me gusta, no escuchar tus dramas familiares", y empezaban, ¿saben? pasaba noches sin dormir, por causa de los ruidos.

Las voces de mi madre y mi hermano interrumpen mi escritura. Me acerco a escuchar todo, con lujo de detalles. Ellos tramaban algo contra mí, que obviamente no era bueno. Mi hermano le llenaba de cosas la cabeza de mi madre, y mi madre aún peor se lo creía, había oído claramente a Harry decir: "No le creas a esa loca", "Ella sólo quiere que papá se vaya de la casa y no vuelva nunca más", "Ella sólo quiere quedarse con todo el dinero", "A ella no le importamos", "Ella nos quiere matar para quedarse con todo, absolutamente con todo lo que papá con sudor se ganó". Yo, por mi parte estaba enojadísima porque Harry había dicho puras mentiras. Mi madre dijo: "Lo he sospechado, pero esa mocosa no irá tan lejos". En realidad el que quería todo lo de papá es Harry, él, el típico chico ambicioso, que quería todo, y no le importaba cómo, si mataba, mataba para obtenerlo, él era malo, muy malo. 

Cuando terminaron de hablar yo me senté devuelta en la silla y seguí escribiendo, no dormí, porqué necesitaba que el engaño de mi padre no llegara tan lejos.

Eran las seis de la mañana cuando termino de escribir por hoy, ya iba en el día veintiuno. 

Guardé los papeles en un lugar súper secreto y protegido, ahí guardaba todas mis obras, para que no viniera un hermano odioso y me las rompiera.

Enseguida que guardé las obras y las había escondido, entra mi hermano. Sin pedir permiso ni nada me dice que iba a empezar a trabajar. Hoy a la noche.

Eso me sonaba muy mal. Tal vez me llenaban a esos club que sólo mi padre consigue las p*tas. ¡AH! ¡No puede ser! ¿Me van a prostituir? Espero que no sea eso, pero igual, tengo que ir precavida.

Ya era la noche, ¡MI*RDA! No sé lo que iba a trabajar, pero esperándose de Harry, podía ser cualquier cosa menos algo bueno. Así que me armé, agarré una navaja y me la escondí, muy bien escondida. A eso, llega mi hermano abriendo la puerta sin permiso, y yo le digo: "¿En serio? ¿Eres tan inútil que ni pedir permiso sabes?". A lo que el me respondió: "¡Cállate, mocosa! Apúrate y ponte esto". Me tiró una minifalda, botas y una crop-top, ¡MI*RDA! Me iba a prostituír el muy hijo de p*ta. 

Escondí la navaja entre mi piel y la minifalda y la sostenía mi ropa interior. 

Mi hermano entra, me agarra de el brazo y me lleva hasta el club, ahí me deja tirada. Y me dice: "Trae la propina a casa", y yo le dije: "Eso veremos". Y se va.

Acto seguido se me acerca un anciano deprabado y me empieza a tocar las bubis, yo lo empujo y le digo: "Que te pasa?". Él me interrumpe y me dice: "Vamos a la suit". Asentí, pero no para eso, si no que para escapar.

El viejo me lleva a la suit.

-Vamos, desvístete niña, vamos no tengo todo el día.

Yo me le acerco saco la navaja y sin decir una palaba le clavo una puñalada en el abdomen. Cierro toda la suit para que nadie pudiera entrar y me escapo.

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⏰ Última actualización: Jan 15, 2015 ⏰

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