¿Qué pasaría si un día el joven matrimonio Ayase decide adoptar una vez más?
¿Si la hija mayor de Eli decide casarse?
¿Si el matrimonio Matsuura quiere presentarle su pequeña hija a la nueva pequeña del matrimonio Ayase?
Todo se vuelve a repetir y E...
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—Oh~ ¿Qué hacen bebés? —Les pregunto Eli viendo a sus dos ángeles en la cocina.
—Cocinando duh —Le respondió Kasumi con gracia, acercándose con las manos escondidas en la espalda. Eli simplemente la levantó para abrazarla como siempre hacia, pero la pequeña estiró sus manitos y le lleno la cara de harina.
—¡Kasumin! —Se quejó la rubia alejando a la niña, quien río contenta.
—¡Con mami preparábamos pan casero! —Dijo emocionada Kasumi, corriendo hacia su mamá una vez fue dejada en el suelo.
—Si, pero... ahora parezco un payaso —Eli hizo un puchero y Nozomi se acercó a darle un besito. La pequeña solo frunció el seño confundida por esa muestra de amor tan extraña.
—El payaso más hermoso de todos —Le dijo la pelimorada. Las tres hicieron la cena con diversión, la pequeña Kasumi corriendo a buscar la cámara que le había gustado y sacándole fotos a la linda cena que prepararon.
—Te va bien en la escuela, Kasumi —La nombrada sonrió con triunfo. —Pero estás baja en literatura e historia
—Es que son muy complicadas —Se quejó la pequeña haciendo puchero, Eli suspiro.
—Lo sé, nos pondremos a estudiar ya mismo —Dijo la rubia poniendo el cuaderno de ambas materias en frente de su hija, quien hizo una mueca, cruzándose de brazos enfurruñada.
—No quiero —Protestó. Eli y Nozomi suspiraron, porque con Maki no habían tenido ese problema y no sabían muy bien como enfrentarlo.
—Si te va bien en todas las materias te prometo pagarte clases de baile y canto —Le dijo Nozomi, su esposa la miró pidiendo piedad por el dinero que tenían.
—¡Si! —Chilló contenta Kasumi, agarrando el cuaderno y esperando a que su papá Eli le enseñará.
—Esta bien —La rubia se rindió. No podía quitarle el sueño a su hijita por el dinero que pudieran tener.
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