Eran vecinos, y aunque lo más común hubiera sido que ella hubiera emigrado al centro de Londres, lo hizo él.
De familia Colombiana y nacionalidad inglesa.
Liam era español, aunque su nombre parezca traicionarle.
Eran completamente diferentes, y por eso congeniaron.
Porque Liam tocaba la guitarra hacia la ventana, y ella escribía canciones gracia a esas cuerdas.
Porque el Starbucks nunca pareció estar tan lejos esa tarde, y porque la incomodidad nunca fue su fuerte.
Daniela y Liam fueron los corazones heridos de una relación fallida. Y acabaron suponiendo no conocerse.
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Daniela
RomanceVoy a destrozar tu muro de Berlín, a robarte el corazón y a correr para que me sigas.