Mi chica buena ; trueno

C A P Í T U L O 34

-Narra Lucía-

Hoy me desperté demasiado feliz, se preguntaran. Me iba de viaje y no completamente sola sino con Manuel, Carol, Mateo y dos amigos más de ellos.

Resuelta que los padres de Manuel hace poco habían comprado una cabaña muy cerca de la playa y nosotros seríamos los primeros en ir a verla.

Fui a la habitación de Tiago y lo desperté, obviamente con cuidado porque el muy especial se despertaba un poco de mal humor.

Tiago: ¿Que queres? -Preguntó son abrir los ojos.

Lucía: Respondeme bien, no te eduqué así.

Tiago: Bueno, dejame dormir. 

Lucía: Acuérdate que te vas a quedar en la casa de Emilio.

Tiago: Uh, la concha de la lora, no me había acordado.

Abrí mis ojos como pepas y mi en cualquier momento me entraba una mosca. ¿De cuando Tiago decía garabatos? 

Tiago: ¿Que me miras así?

Lucía: ¡Tiago Andrés! ¡¿Desde cuando dices esas cosas?!

Tiago: Uh, era eso..

Lucía: Ya, levántate que pronto llega Mateo.

(...)

Lucía: ¿Me puedes creer que en la mañana Tiago me dijo un garabato? -Le comenté a Mateo cuando Tiago bajó del auto.

Mateo: Hace poco Emi también esta diciendo. 

Lucía: A esos dos les tenemos que lavar la boca.

Mateo: Eu beba, dejalos, ya están grandes.

Lucía: ¿Que grandes, Mateo? Tiago apenas va a cumplir ocho.

Mateo: Y dale. -Rio. Yo seguía seria- Bueno perdon ¿si? -Me hizo un puchero.

Asentí dudosa. Me acerqué a la radio y la prendí con mi celular. 

Lucía: ¿Que quieres escuchar? 

Mateo: Pon una de Kyotto.

Lucía: ¿La de my own? -Pregunté.

Mateo: Por eso me gustas. -Sonreí.

Ok, tomate mode on.

(...)

Mateo aparcó en la parte trasera de la cabaña. Nos bajamos y pudimos ver 2 autos más, supuse que era el auto donde se vinieron Manuel, Carol y Christian y el otro era del amigo de los chicos.

Al entrar a la cabaña saludé a todos. 

La cabaña por dentro era igual de linda de como era por fuera. Tenía ese toque acogedor. 

Carol: Ven te muestro nuestra habitación. -Asentí.

Fuimos al final del pasillo, este tenia cuatro puertas. Supongo que tres eran habitaciones y la otra era un baño. Carol abrió la puerta y entramos. Tenía una cama matrimonial y un armario grande. La habitación no era tan grande pero aún así era hermosa, al lado de la cama había una ventana gigante que mostraba la playa, creo que mi amiga se eligió el mejor cuarto.

Luego de ordenar mis cosas me recosté en la cama con mi celular. Estaba viendo instagram cuando siento que tocan la puerta.

Lucía: Pase. -Era Mateo- ¿Que pasa?

Se sentó a mi lado y escondió su cara en mi cuello.

Mateo: ¿A la tarde vamos a caminar a la playa? -Salió de su escondite y me miro con un puchero. Les juro que si tendría espacio en el cel le sacaría una foto pero bueno, las fotos de mi ídolo no podían ser borradas.

Lucía: Bueno, acepto.

Mateo: ¡Gracias! Te veo en la tarde nena. -Sonrío, beso mi mejilla y salió del cuarto.

Por un momento toque mi mejilla sonriendo. Dios, esté chico me hace tan bien..