Mi chica buena ; trueno

C A P Í T U L O 40

-Narra Lucía-

Volvimos al colegio, las minis vacaciones en la playa fueron muy buenas, en serio. No me arrepiento de nada. 

Recosté mi cabeza en la mesa que estaba compartiendo con Carol y Manuel en la cafetería. Ellos hablaban cosas random mientras yo me quejaba del sueño y la flojera que sostenía mi cuerpo desde que me desperté. 

Carol: No me lo puedo creer. -dijo de repente.

Lucía: ¿Qué pasó? -pregunté sin mover ni un pelo. Al ver que no me respondía elevé mi cabeza y dirigí mi mirada a donde estaban viendo ellos.

La situación que estaba mirando me dolía y literal mi corazón se volvía una pelota que estaba siendo apretada. Pestañeé varias veces pensando que estaba alucinando pero no, la mano de Mateo sujetaba la cintura de Gala mientras reían, no podía creer que estaba sucediendo otra vez, wow. 

Manuel: Ignoralo Lu, es un completo idiota. -dijo con la mandíbula tensa. Nos levantamos y fuimos a otro lugar, ya se me hizo una costumbre irme de los lugares que no me sentía cómoda. 

(...)

Manuel: ¿Las acompañó a sus casas? 

Carol: Uy, mi hermano me vendrá a buscar, iremos a la casa de mi abuela. 

Lucía: Mandale saludos. -nos despedimos y mi mejor amiga se fue.

Manuel: Tú no te escaparas de mi.

Lucía: Entonces ¿Vamos a la biblioteca?

Manuel: ¿A la biblioteca? Lucía ese lugar no es cool, yo soy cool. -dijo engreído. 

Lucía: Necesito buscar unos libros. -sonreí inocente. Manuel asintió con la cabeza y fuimos. 

Pedí lo que necesitaba y caminamos a mi casa. La relación de Manuel conmigo era muy linda, le tome cariño tan rápido que pareciera que siempre fue de mi grupo social. 

Lucía: ¿Quieres entrar? -dije abriendo la puerta de la casa. 

Manuel: Creo que no.. -miré el interior de la casa.

Lucía: Oh.. -Manuel besó mi mejilla en forma de despedida y se fue más rápido que flash, entré a mi casa y dejé la mochila al lado de la puerta- ¿Qué haces acá?

Mateo: Quería pasar el rato contigo Lu.

Lucía: ¿En serio? -reí sarcásticamente- No te creo, ahora es lo que menos hago. -dije seria. 

Mateo: ¿Por qué no me crees? No entiendo. -me miró confundido.

Lucía: Que raro que no recuerdes lo que paso hoy, ¿y si mejor te vas? Sé que no quieres estar conmigo, no quiero ser el muñeco de nadie otra vez y tampoco quiero que me hagan daño, creo que ya la he pasado muy mal para sufrir más. 

Mateo: Lo siento..

Lucía: ¿Lo sientes? ¿Recordaste?

Mateo: Hablemos ¿si? -asentí con la cabeza.