Soy Luciana, una chica de 16 años tratando de sobrevivir a un mundo lleno de hipocresía, engaños, donde simplemente no puedo confiar en nadie. Claro que existe una razón por la cual pienso de esa forma... Hace cuatro años, mi abuela falleció. Uno de los días más tristes de mi vida. Ella era la única persona que me comprendía en el mundo, mi mejor amiga. Desde ese día ya no fui la misma.
Una de las peores cosas de mi vida es que prácticamente tengo que vivir en un carro. Nos mudaremos, cosa que no es algo nuevo en mi vida. Lo hacemos a cada rato, apenas y duramos 4 meses en algún lugar. Pero con el tiempo uno se acostumbra.
No tengo muchas amigas, las pocas que tengo, cuando les hablo, hablamos por skype. A veces me siento incómoda porque no es lo mismo hablar por skype a hablar en persona, pero es mejor a nada. Además de eso tengo una institutriz, que se llama Margaret, pero le decimos Maggie. La hemos tendido desde que tenía 5 años. Ella es muy dulce y buena persona con mi hermanita. ¿Que si la considero una amiga? Claro que no, a veces pienso que mi padrastro y ella engañan a mi mamá. Aunque he tratado de decírselo a mi mamá, el siempre lo niega.
Todo esto gracias al trabajo de mi padrastro, quien no es precisamente mi persona favorita y no lo será. Siempre he tenido la esperanza de que algún día nos quedemos en alguna ciudad. Para vivir ahí por el resto de nuestras vidas, pero por supuesto sin él. Imagino ese momento, todos felices sin el. En un pony, cabalgando por el campo. No, bueno, eso no va conmigo. Pero si estaría feliz, y se que si yo estoy feliz todos lo están.
Tengo una hermana pequeña, llamada Isabella. Tiene nueve años. Molesta demasiado, pero es una niña muy dulce. Me gusta estar con ella. Desde que nació ha llenado de luz mi vida, no se que haría sin ella conmigo. La amo mucho. A pesar de que a veces molesta, pero ya saben, el precio de tener hermanos.
-Llegamos- Dice mamá- Miren que hermoso!
-Huy que emoción- Dije con un tono sarcástico
-Vamos Luci...-Se me había olvidado, así me dicen de cariño, cosa que en Sergio suena horrible- No puede ser tan malo
-Vamos Sergio- Dije -¿que extrañarías tu si no tienes amigos?
-LUCIANA- gritó mamá. Por alguna razón lo defiende, y eso me molesta. ¿Es tan difícil darse cuenta de lo que hay entre Maggie y Sergio? Solo una persona ciega no se daría cuenta. Hasta mi hermana a veces me menciona que escucha a Maggie y Sergio hablar en el cuarto de Maggie, pero siempre le digo que son temas de adultos.
-Ash. Es la verdad mamá- Dije mientras rodaba los ojos, típico en mí.
-¡Que hermoso lugar!- Dijo mi hermanita. Es la única persona por la cual sigo aquí, por mi ya le hubiera hecho compañía a mi abuela.
-Contigo es más hermoso, preciosa- Dijo Maggie
-Estoy de acuerdo- Dijo mi padrastro guiñándole un ojo a Maggie... Por Dios ¿que mamá no se puede dar cuenta de esto? Me gustaría decirle algo, pero esta muy feliz como para arruinarle su día, según ella "el día de cambios en nuestras vidas".
-Huy que raro- Contesté y todos voltearon a verme, intento no reírme. Rodé los ojos y levante las manos.
Todos bajaron del carro, menos yo. Estaba buscando mi celular, Dios ¿tan difícil es encontrarlo? Volteo a ver para la casa y ¿¡QUE!? ¿¡PORQUE TIENE ESA BESTIA MI CELULAR!?
-Oye -grito- dame mi celular ¿que no sabes pedir permiso? ¿No tienes educación?
-Tranquila Luci, fue sin querer- Dijo Sergio haciendo cara de susto, definitivamente no esperaba mi grito. Pero son mis cosas y no de el, que se compre uno si lo necesita.
-Sin querer llegaste a la familia, sin querer eres mi padrastro, sin querer te conocimos- grité - No te quiero más en mi vida ¿que no entiendes?
-Luci- gruñó mamá -No seas grosera, agradece que el se preocupa por tí. Vamos, entremos.
-Yo abro, yo abro- grito Isabella mientras subía las gradas para ir a la puerta.
-Bien, hazlo- Dije, intentando sonar emocionada. Algo raro en mí... Se abrió la puerta y lo único que pude decir fue -Wow- Esto no parece una casa, es una mansión. Dios que hermoso. Todo esta reluciente, ordenado. No puede faltar la típica escalera blanca enfrente de la puerta principal. Definitivamente es una casa de sueños, ¿quién no quisiera vivir aquí?... Quedé en shock obviamente... La voz de mi mamá me saca de mis pensamientos.
-¿Que esperan para ir a ver sus cuartos?- dijo con mucha emoción, nunca había visto así a mi mamá. Y eso me alegra. Es uno de los pequeños placeres de la vida.
Mi hermana y yo corrimos por las escaleras a ver nuestros cuartos. La casa era demasiado grande. Dios! Como no me iba a perder ahí. Que rico sería pasar los días de verano en la piscina, ah si lo había olvidado, la casa tiene piscina. Los días de invierno a la par de la chimenea, tomando chocolate caliente y leyendo un libro. Mmm que rico.
-Luci, ¿porqué no entras a tu cuarto?- dice mamá. No me di cuenta de que estaba viendo la puerta ¿que es eso? ¿Tan impresionada estoy? Cualquiera diría que estoy loca, bueno, me considero pero creo que se asustarían. Pero ya, quiero entrar. Así que abro la puerta y...
-Wow. Wow. Wow.- digo. Son las únicas palabras que puedo pronunciar. Estoy tan impresionada. Todo es celeste con verde, mis colores favoritos. Mi cama esta en el centro de mi cuarto, es gigante, tiene muchas almohadas con diseños de flores. Me acuesto y veo la hermosa lámpara que cuelga del techo, es blanca con detalles dorados y de estilo de araña. A cada lado de mi cama hay una mesa de noche, color café. Con una lámpara de mesa roja con flores blancas, celestes y rojas. Tengo un ropero para mí sola, no más compartir con mi hermanita. A la derecha está el balcón, grande, muy grande. Me acerco a abrir la puerta y observo un sillón morado con almohadas doradas y verdes, perfecto para leer. Tengo todo lo que alguna vez pedí y más. Me recuesto en mi cama, observando en techo. Recuerdo todo lo que ha pasado en el día, recuerdo a mi abuela y muchas cosas más. Me siento muy cansada. Me recuesto, y dando un suspiro me quedo dormida.
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Hola hola! Espero les haya gustado el Primer Capítulo. No olviden dejar sus comentarios sobre la novela :) Intentaré actualizar cada semana!