- ¡Hinata!
Mi nombre es Hinata Hyuga, vivo en un apartamento con mi mejor amiga; Sakura y mi nana. Mis padres murieron cuando era pequeña, no tengo hermanos.
Así que mi nana me crio sola desde que tenía 10 años. Soy enfermera, por cierto. Trabajo en el hospital central y bueno mi mejor amiga es modelo. Las dos trabajamos para pagar el apartamento.
Ella es muy bonita, mucho mas que yo. Desde adolescentes, los chicos siempre la elegían a ella y ahora que ya tenemos 24 años seguimos igual, pero me alegro por ella. Aunque es un poco alocada, ella es parte de mi familia.
- ¡Hinata!
- ¿Eh?
- Te estoy hablando hace media hora y tú ni caso. ¿Estás bien?
- Eh si, solo me quede pensando.
- Tú siempre estando en las nubes. Pero bueno, ¿vamos?
- ¿A dónde?
- Ahhhh, denme paciencia con esta chica. A la discoteca. Eso es lo que te estaba diciendo hace media hora.
- No creo que sea buena idea, Sakura...
- Oh, vamos Hina. Hoy es tu cumpleaños, no se cumple 24 años todos los días.
- Pero...
- Vamos, mi niña. Salga. Debe distraerse, se la pasa encerrada con estos libros. -. respondió mi nana, una mujer de 70 años, la mujer que me había criado después de que mis padres murieron.
- ¿Ves? Hazle caso a Chiyo-san, ella tiene la experiencia de la vida.
- Espero jovencita no me estés diciendo vieja.
- Jajaja que cosas dice, Chiyo-san. No...que va
Miré a las dos personas mas importantes en mi vida y sonreí. Hoy era mi cumpleaños y trataré de disfrutarlo. Horas después, Sakura y yo llegamos a la discoteca. La verdad no me gusta mucho estos lugares, son muy ruidosos y sus luces me enciegan.
Siempre que vengo aquí es porque Sakura termina arrastrándome. Entramos y Sakura comenzó a bailar. Su vestido rojo se le pegaba al cuerpo y la hacia ver muy bonita.
Yo en cambio solo me había vestido con un pantalón y una polera que me quedaba muy grande, no me gustaba usar ropa apretada...no me gustaba exhibir mucho mi piel.
- Hinata, deberías venir a bailar conmigo. La música esta genial.
- Sabes que no me gusta bailar mucho.
- ¿Mucho? Pero si no bailas nada. Debes divertirte, Hina.
Comencé a reír viendo a Sakura peleando con el mesero. Y en ese momento lo vi, esos ojos negros con su cabello sedoso y azabache.
Era guapísimo y miraba hacia aquí, lo vi acercarse y mis mejillas comenzaron a quemar, aun mas cuando se paro frente a nuestra mesa.
- ¿Y tú quién eres? -. escuche la voz de Sakura y baje la mirada.
- Solo vi a una chica muy hermosa y me acerqué a verla de cerca.
- ¿Chica hermosa? Que galán pero tu coqueteo no sirve.
- ¿Bailamos? -. escuche su voz y levante la mirada. Una punzada de decepción se instalo en mi corazón cuando vi su mano dirigirse a Sakura. Otra vez la habían elegido a ella, los miré y sonreí forzadamente. Me levante y dije que iría al baño, él ni me miro y Sakura asintió.