Capítulo IV Indecisión.

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Día 04.

En muchas ocasiones suele pasarme que me pregunto ¿Cómo he llegado hasta aquí? Me encuentro en constantes conflictos conmigo mismo, he llegado a pensar que mis actitudes tienden a ser cambiantes con mucha facilidad, es decir, mi cabeza es un desastre, pone dos alternativas para todo y de todas estas, la que más me está afectando es el hecho de escoger si estar sólo o acompañado de forma sentimental, amorosa y en ese sentido, no lo sé, desde esa vez que me enamoré no estoy bien, y con el paso del tiempo empeoró más, me comportó de forma más fría, indiferente e hiriente, no me creo las mentiras ni excusas que otras personas me quieran poner para nunca concretar nada, no terminó de entender si acaso eso es parte de madurar y querer algo sincero me hace de uno entre un millón en una sociedad dónde esa oportunidad es un mito del cual todos hablan pero nadie experimenta, siempre lo he pensado así, eso me mantenía optimista, suponer o creer que existe alguien que no se deje llevar por influencias ni modas y realmente valore los sentimientos, pero después de cada intento, me doy cuenta de que no es así, y que si esa alguien realmente existe, el destino será tan injusto que nunca me la presentará, o quizás cuando lo haga, no me daré cuenta, en parte duele, y no tanto por el hecho de chocarse con la misma pared hipotética, sino por el hecho de tener una jodida voz en el subconsciente que te crítica constantemente y te recuerda en repetidas ocasiones las estupideces que cometes, ya no sé con sinceridad cuánto más podré aguantar, no sé si a la larga se quebrara mi orgullo y mis ideales y terminaré haciendo lo mismo que hace el resto, no sé cuántas veces más tendré que preguntar a la vida llorando hacía él cielo por miles de inquietudes que quizás ya conozco las respuestas, sólo sé que me toca seguir andando y descubrirlo.

Últimamente solo he estado metido en mis actividades, no me he querido concentrar en nada más, pero sé que el destino es inconforme, insaciable e impredecible, demasiado a mi parecer tanto que convenientemente luego de unas semanas Michell me escribió, esto es lo que decía el mensaje:

"Lamento no haber podido estar contigo en el hospital, estuvo mal después de que tú pusieras en peligro tú vida por defenderme, no sé si estés molesto conmigo por eso, me gustaría que pudiéramos vernos en persona y hablar sobre todo"

Todas mis preocupaciones del momento desaparecieron, ahora estaba pensando en ese mensaje, pero también estaba molesto, por lo que decidí esperar un momento, escribirle una excusa de que estaba en el trabajo y no tenía tiempo para responder, que luego le contestaba, lo cual se lo tomó bien, por lo que antes de llegar a la noche tenía que pensar ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Vas a concretar una cita con ella? ¿Para solo hablar? ¿Con otras intenciones? Tenía que tener bien claras mis intenciones y objetivos con esto por lo que estuve dando vueltas sin parar tanto en mi trabajo como en la universidad como en mi casa, hasta que tomé la decisión de llamarla, hablamos por unas cuantas horas, al principio fue incómodo pero todo de un momento a otro se tornó como aquella noche del disparo, incluso esta vez estuvo más interesada, me preguntó un montón de cosas sobre mí y luego de todo, me sentí tranquilo y satisfecho por decirlo de alguna forma, concretamos que como ella tendría vacaciones y yo también de las clases, nos veríamos en esa fecha para poder aprovechar mejor el tiempo, estaba esperando, imaginando y pensando cómo sería ese día y planeando que hacer para que fuera un momento confortante tanto para ella como para mí que necesitaba darme un respiro de mi propia mente, no quise preguntarle a mis amigos sobre que hacer porque sabía que se lo tomarían a broma y no dejarían de decirme cosas como: "Tienes novia, tienes novia o estás enamorado" en un tono satírico por lo que preferí pasar de eso y pensarlo por mi propia cuenta. No tengo intenciones de hacer algo para nada romántico, me pondría en desventaja, pero tampoco quiero que sea algo incómodo o extraño, me inquieta pensar que pueda perder el control de mis emociones en determinado momento que estemos juntos, porque la interrogante que no pararía de dar vueltas en mi cabeza luego de cualquier acción no premeditada sería: ¿Qué somos?

Soy muy sentimental, pero más allá de eso creo que ya pensé en un itinerario interesante, se me ocurrió invitarla a ver una película en el cine, género aún no se y debo preguntarle, después de esto invitarla a comer a una feria de comida que me dijo que le encanta, lo cual me agrada es sencilla y no le gustan esas cosas extravagantes y no es para nada vanidosa, ya le pedí a un familiar su carro prestado por lo que para terminar el día tengo 2 propuestas o ir a las montañas y observar las estrellas en la noche mientras hablamos de cualquier cosa o alquilar la habitación de un penthouse y hacer esto mismo desde el balcón.

"Todo va a salir bien quédate tranquilo"

-Enmanuel: Eso no puedo saberlo, no intentes tranquilizarme con incertidumbres e ilusiones, no funciona.

"No puedes saberlo si no lo intentas realmente"

-Enmanuel: Ni te imaginas cuánto te odio, pero si, tienes razón.

Efectivamente tengo dos alternativas otra vez: hacer las cosas con la mejor de las intenciones pensando que todo saldrá como espero si realmente me esfuerzo o arrepentirme luego por no haber hecho lo que mis instintos me gritaron hacer. Y si, sé que es tonto comportarme así, como un niño, faltan semanas para eso, pero estoy emocionado como si todo fuera a suceder mañana, siempre lo he hecho así por lo que ya ahora que soy "adulto" relativamente, dudo cambiarlo.

Además de que esto no es lo más preocupante, sino el hecho de mantener vivo ese interés de querer vernos hasta ese día, no lo sé, ya algo se me ocurrirá para eso, de momento estoy indeciso.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2020 ⏰

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Confesiones al subconsciente tomo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora