Un Amor Complicado Y Peligroso (Ppgz & Rrbz)

Golpe Tras Golpe

Juneau, Alaska
(11:35 pm)

En lo profundo de las frías tierras de Alaska tras unas montañas rocosas cubiertas de hielo, debajo unas fábricas viejas, hay bunkers bajo del helado mar echos desde la segunda guerra mundial no estaban solo como todos creían, habían guardias por todos lados principalmente en la entrada.

Golpes se escuchaban desde lo profundo de una habitación con una luz blanca en el centro de ella, sangre seca y reciente abundaba en el piso y dos pelirrojos atados de manos, pies y cuello de unas cadenas.

—Que patéticos son ustedes —dijo una persona con unos lentes de sol que cubría su ojos y algo que distorsionaba su voz —Creí que eran más valientes e inteligentes pero me e equivocado—dijo caminado a una joven Pelirroja

—¿Que paso preciosa?, ¿No que muy fuerte?—rió frente de su cara

Ella levantó su cara y dejando ver sangre de su nariz y se su boca, orejeras sobre sus ojos rosas yacían horriblemente. Su mirada se posó sobre aquel hombre viéndolo con un odio profundo, lamió su labio inferior antes de escupir sangre en la cara.

Río levemente quitándose la sangre de su rostro.

—Tu eres el estúpido que se equivoca que te quede claro, no sabes con quien te estas metiendo —dijo con rencor y malicia en su voz

—Claro que se con quien me estoy metiendo chiquilla de mierda, así que ten cuidado en como me hablas, que nadie los va a venir ayudar

—Yo hablaré como quiera ¿entendiste?, ¡Tus planes no van a resultar! ¡Te van a detener tarde o temprano! —grito con desesperación

—¿Eso crees llevan tres largos meses aquí encerrados?, ¿Crees que alguien se a acordado de ustedes, después de lo que hicieron? ¡Que buen chiste! —dijo riendo nuevamente con malicia

—Idiota —dijo ella en un susurro

—¿Que dijiste mocosa? —le dijo amenazándola

—¿No oíste sordo? ¡Idiota!

Le metió una cachetada en el rostro y le golpeo repetidas veces el estómago con su puño y no paraba de pegarle

—¡Déjala ya Stevens! —dijo el chico pelirrojo a su lado

Paro de golpearla, tomó su cabello y tiro de él fuertemente como para hacerla gemir y luego le escupió en la cara y la dejó

—Tu no te metas, que no es asunto tuyo —dijo acercándose peligrosamente

—Deja de tratarnos así, no conseguirás nada con maltratarnos —respondió el con desesperación

—¡Claro que si! Consigo divertirme un rato sabiendo que que pasarán un largo tiempo más sufriendo ¿No es divertido? —dijo cinicamente

Hubo un silencio sepulcral en la habitación

—Y den gracias que les doy de tragar y dejar ir al baño una vez al día, no sean desgraciados con migo chiquillos

Los dos alzaron más su cabeza matándolo con la mirada, si las miradas mataran el estaría millones de centímetros bajo suelo

—Me largo de aquí, apesta a estúpidos, pero por aquello que la señorita me dijo hoy se quedarán sin comer —salió dando un portón a la puerta de metal del cuarto

—¿Estas bien? —dijo el chico de unos peculiares ojos rojos

—Si, no te preocupes —dijo ella escupiendo sangre en el suelo —lamento dejarte sin comer hoy