Fatuous/Consummare

1. Amor Terrenal

『。Implica pasión amorosa, relaciones en que la atracción física y el goce de la belleza estimula el sentimiento。』

La vida de Kuroo y Tsukki parecía haber cambiado de golpe en cuando llegaron a la ciudad, solo con poner los pies en Sendai, todo comenzó a moverse en un torbellino agotador que comenzó con el dejar las maletas en casa y la entregar regalos, que se hizo aun mas extraño al tener que informar a los padres de Tsukki que el rubio viviría con el de ahora en mas. Afortunadamente, pasado los primeros minutos de negación, habían terminado cediendo.

Eso llevo a otro proceso agotador, la mudanza antes de que Tsukki entrara a clases, poder acostumbrarse al nuevo ritmo de vida y que Kuroo se acostumbrará a ya no estar solo en su departamento, que sin duda era espacioso, pero de pronto tenía muchas mas cosas cosas dentro, haciendole sentir que todo estaba un poco abarrotado ahí.

Al menos habían podido hacer todo rápido. Tsukki comenzó con su curso de manejo y estaban habituándose al otro. Los primeros días todo fue miel sobre hojuelas, pero poco a poco iban saliendo cosas que les molestaba del otro. Nunca habían convivido teniendo que preocuparse ellos mismos de lo que había que ordenar y organizar, ahora sí y había sido un poco complicado. Kuroo tenía el problema de muchos médicos, la obsesión por el orden y limpieza, y no es que Tsukki fuera sucio o desordenado, pero era un chico de 18 años que había vivido con sus padres sin preocuparse mucho del orden, y como tal, no veía gran problema en dejar alguna vez la toalla en el baño o la ropa sin guardar después de sacarla de la secadora, pero era algo que a Kuroo le enervaba hasta el punto de gritar mentalmente cuando veia algo fuera de lugar, y no importaba que lo dejara tirado justo donde Kei lo hubierado dejado, al chico parecia no importarle y lo terminaba ordenando.

- Sabes... creo que habra que contratar a una mucama.

- ¿Por qué? - miró alrededor para ver el lugar perfectamente ordenado y no entendiendo la necesidad.

- Por que el lugar es un desastre y tengo que ir tras tuyo ordenando, no me da el tiempo para eso - dijo casi ofendido porque siquiera se diera cuenta del ataque de nervios que tenia cada vez que veia algo fuera de lugar.

- ¿No crees que estás exagerando un poco? - preguntó alzando una ceja levemente - ¿Dónde está el desastre exactamente?

- No esta porque ya ordene, es natural desordenar cosas... pero tambien lo es ordenarlas enseguida y no esperar a que otro lo haga - dijo simplemente.

- No solo yo vivo aquí, no es solo mi desorden - respondió cruzándose de brazos un poco a la defensiva, aún le parecía irreal vivir con el y pensaba que Kuroo se arrepentiría rápidamente.

- No quiero discutir, ¿Ok? - lo freno en seco - solo te estoy diciendo que de ahora en adelante habra alguien que se encargara de ordenar.

- Creo que es una exageración y no necesitamos a una persona extraña hurgando en nuestras cosas... pero es tu decisión, si eso quieres vale, aunque tal vez deberíamos haber hablado de esto antes y ver si podíamos arreglarlo entre nosotros.

- Acabamos de hablar, pero tu encuentras que estoy exagerando. Si no te das cuenta de que me molesta el desorden o de que siquira existe, entonces creo que la solucion es alguien que ordene - dijo simplemente - si hubieras dicho, si es verdad que el lugar a veces esta hecho un caos, entonces hablarlo era la solucion... pero ni siquiera te das cuenta.

- Porque no me he fijado que lo hago, si te molesta pondré más atención y listo - Convivir con alguien era un poco más difícil de lo que había pensado.

- Por eso te lo decia... pero lo desestimaste. Veamos como funciona esta semana y luego decidimos si contratar o no a una mucama... - Quiso gritar, los adolescentes era realmente exasperantes.