Cpitulo 1

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Fue tan de repente, ni ella se esperaba caer tan bajo, en que simple momento comenzó a valerle mierda todo su esfuerzo y apoyo a su relación con su amada, aun recordaba como Charlie salía corriendo con las lágrimas en todo su esplendor, quería sentirse mal, quería sentir culpa por haber fallado a la única persona que le brindo amor incondicional en todo el puto infierno. Pero no, ese no era el caso, ella no lo podía sentir así, al contrario, se sentía liberada de un peso demasiado grande, ya no tenía que fingir que ella apoyaba la idea de su novia, no tenía que ver como ella seguía y seguía con lo mismo de la redención y de paso aguantar no solo a Ángel con sus impulsos estúpidos sino que también al asqueroso ser que había querido ayudar con aquella farsa de hotel, o si, tal vez Vaggi ya no sentía nada por Charlie o eso supone pero el odio a Alastor seguía intacto, desde el momento en que lo vio entrar al hotel supo que todo su esfuerzo para que su amada dejara esa ñoñería se fue por el drenaje gracia a ese estúpido demonio que aun que le dijo que no creía en la redención si la apoyaba por su esfuerzo y dedicación en su toma de decisiones, esa forma de pensar solo le hacía hervir la sangre, pero aun así gracias a el estaba con su nuevo amor sin ningún problema o eso pensaba ella.

-Cariño, ¿Sigues pensando en ese intento de mujer mientras estás conmigo? - le preguntaba Helsa mientras que con mucho delicadeza pasaba su lengua por su cuello, saboreando cada rincón de su piel sin ninguna pena para ir bajado más sus carisias. Para Vaggi esto era un deleite puro mientras se dejaba caer ante las sensaciones que le provocaba esa mujer con la que había empezado a salir a escondidas de su ahora exnovia.

- dime Helsa, Dejaste la puerta sin seguro para que ella nos encontrara ¿No es así? – Aun sabiendo que Charlie las había acachado en medio del pecado de la lujuria, no sentía remordimiento. – sí que eres un demonio de temer amor.

- ¿Yo?, si la que es de temer eres tu cariño o acaso no ves en que parte estamos- su amada sonreía mientras la veía con esa una mirada coqueta producto del momento  mientras se detenía a besar y rasgar un poco el vientre de ella, Sabia que Helsa tenía razón después de todo fue a ella quien se lo ocurrió coger en el cuarto que compartía con Charlie mientras esta trabajaba. – ¿entonces qué? ¿No quieres seguir en donde lo dejamos?

Vaggi solo sonrió, tiro a Helsa en la cama de Charlie y la beso con intensidad No le importo seguir su aventura en ese cuarto, total su ex era tan buena y a la vez ingenua, la polilla sabía que desde hace tiempo las cosas ya no eran igual y lo que estaba sucediendo, el amor que alguna vez sintió por ella se acobo, se quebró ya no era el mismo de antes simplemente desaparecieron los remordimientos, no supo si fue por la diferente forma de pensar o si fue por la falta de atención era inevitable iba a perdonarla por todo lo que estaba haciendo eso estaba segura, pero aún así quedaba algo de remordimiento, tal vez por que la confianza y la amistad que antes ella tenía la había perdido por algo que solamente sería pasajero aunque  Vaggi aún no se diera cuenta.

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Se sentía agotado, cansado y estresado, pensó que todo seria como lo planeo, pelea por aquí, pelea por acá, uno que otro estúpido intentando salir de la mierda en la que se encontraban queriendo alcanzar el supuesto paraíso y ver como el caía de nuevo sin alcanzar el objetivo sonaba de maravilla, pero triste mente solo sonaba ya que todo cambio en el momento en que metió un pie a ese hotel. Vamos esta de mas decir que ver como la Princesa se agarraba a golpe limpio con la engreída reportera fue un momento único e inigualable, nunca había visto a alguien pelear por un sueño tan estúpido como lo hacia la hija de Lucifer, volvió a sentir una chispa de inspiración que hace décadas no sentía. Pero con lo que se sintió vivo fue con el musical improvisado de la chica, no entendía por que los pendejos se reían de ella, si la mujercita andante había hecho arte puro mejor que todo imbécil que salía en esa estúpida maquinita cuadrada que solo reflejaba imágenes, hasta llego a pensar que no era tan estúpido ese aparato ya que había visto algo de su deleite algo que lo hacía sentir en sus viejos tiempos, pudiera ser el sentimiento de nostalgia el que sentía en esos momentos . De alguna forma se veía reflejado en Charlie cuando el era joven y sin experiencia alguna, viendo como muchas radiodifusoras le cerraban la puerta por no cumplir con algún supuesto requisito cuando sola mente no querían dar a conocer su envidia por su talento innato en ese ámbito, aun recordaba cuántas bocas calló y a cuantos perjudico por haberlo retado. no sabía si lo que sintió en eso momento fue  empatía por esa princesa que aun viendo cómo podía ser la burla de todos se atrevió a seguir luchando, pero eso es algo pasado, si bien ahorita en la actualidad imaginaba las cosas muy diferente, pensó que ser socio podría beneficiarlo en ver en exclusiva cada desgracia que pasaba, pero nunca imagino que las desgracias serian para él, quien diría que en vez de convertirse  en la mano derecha seria el niñero de la pequeña damita y el amigo afeminado más esa loca polilla histérica, a cada rato tenia que limpiar los desastres de esos tres, es cierto tenia a Niffty y Husk para su apoyo pero aun así no alcanzaba, cada día pasaba algo diferente bien podría ser un vidrio quebrado por alguna disputa de Vaggi con Ángel, pero había ocasiones en las que las cosas salían de control como esa vez que sintió que volvía a morir por segunda vez cuando se dio cuenta que todo el hotel tenía pisadas de lodo hasta en el techo,  ese tipo de situaciones le recordar a su madre y la paciencia que tuvo con el de pequeño, ahora entendía a su madre porque a veces explotaba sin ninguna razón y el solía decir que ella exageraba las cosas, grave error. Pero que más da, lo único que podía imaginar era llegar y tirarse en ese mullido sofá de su recamara mientras tomaba una taza de café negro mientras leía el periódico, en verdad lo necesitaba, pero cuando más tranquilidad hay es cuando se avecina el caos.

CariñitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora