XXIII

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-¿Cómo es que sabes que estás enamorada de él si lo acabas de conocer y lo has visto una sola vez?

-Por lo regular la respuesta correcta es que... cuando lo vi justamente a los ojos, aunque sea por un tiempo muy corto, tuve la sensación de conocerlo de toda la vida, que me influía paz y ternura en el alma.

-¿Y eso fue lo que ocurrió?

-No, no es así, por eso te dije que era la respuesta regular que suele existir sobre el amor a primera vista, pero no la mía.

-¿Cuál sería tu respuesta entonces?

- Cuando lo vi a los ojos, no sólo pude notar el hermoso color de estos, que eran tan comunes y a la vez tan especiales.
Porque mediante ellos, vi el fondo de su alma, dándome cuenta que tenía un terrible pasado, con grandes misterios que ni siquiera él podía comprender.
Porque no influye paz, influye tormento, dolor, perversidad y malicia, pero también amor y cariño reservados por tanto tiempo. Porque en sus ojos vi ese toque de calor y pasión que tanto busqué y no encontré en nadie más que él. Porque no sólo llegó a lo profundo de mi corazón, también al de mi mente y mi alma.

Quizá no podría conocerlo completamente en ese instante, pero que tendría toda mi vida y toda la suya para hacerlo. Y eso solo pude notarlo cuando por un instante miré sus hermosos ojos y nada más.


-DyViL.

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