XXXII

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Juliana y Valentina encontraron trabajo en un hotel, y las colocaron en la cocina para ayudar en lo que fuera, lavar trastes, cortar verduras y otras actividades. Con lo que no contaban es que el salario de ambas no iba a ser suficiente para pagar el hostal en el que estaban viviendo y la comida.

- Val, nos quedamos solo con 50o córdobas después de pagar el hostal, no tenemos dinero suficiente para la comida- dijo preocupada Juliana- creo que lo mejor que podemos hacer es regresar.

Valentina que estaba sentada junto a Juliana se levantó incómoda, se paró frente a ella. Cruzó sus manos sobre su pecho y recalcó sus palabras,

- Juls!!! No podemos regresar ya!!!!  Tenemos el problema con junior. Todos piensan que nosotras lo lastimamos.

Juliana la interrumpió para decir,

- Val, tu sabes que nosotras no fuimos!

- Y?? A la gente no le importa nada cuando se trata de encontrar  culpables!!

- Pero, Val... no podemos mantenernos!!!

- No me importa!!! Prefiero no comer !!! - se acercó a Juliana quien seguía sentada en su mismo lugar, levantó su barbilla y la hizo que la viera directamente a los ojos.

- Juls, sabes que al huir confírmamos el rumor. Ya todos saben que somos lesbianas y estamos juntas. Ya se te olvidó la opinión de tu mamá respecto a las personas como nosotras. Quieres ver su cara de desprecio porque no eres como ella quisiera que fueras.

Ya con sus ojos azules anegados en lágrimas agregó,

- Mi papá no solo me despreciará, capaz de matarme!!! Fíjate que cuando sale un gay o una lesbiana en la TV les grita groserías y hasta cambia el canal. Yo sé lo que va a pensar de mi.

Juliana se levantó, tomó a Valentina por la cintura y la jaló contra ella, con su mano derecha atrajo su cabeza a su hombro y sobó con ternura su cabellera.

-Tranquila!! Yo te amo, Val! Y te prometo que solucionaré esto! - Los sollozos de Valentina fueron disminuyendo poco a poco hasta que pararon por completo.

- Estás mejor? - susurró Juliana en su oído. Su aliento le causó una sensación muy agradable, por lo que lentamente levantó su cabeza y buscó sus labios. Juliana entreabrió su boca y Valentina deslizó su lengua y comenzaron a jugar con ellas. Valentina succionaba con deleite los labios de Juliana quien disfrutaba esos besos. Los mejores que había recibido en su corta existencia. Atrevidamente Valentina deslizó sus labios al cuello de Juliana quien ladeó su cabeza para que pudiera besarla a sus anchas, comenzó a besarla con su boca entreabierta y lamiendo simultáneamente. Era un momento especial sus cuerpos estaban sintiendo, pidiendo más. Valentina desabotonó la camisa de Juliana y en segundos estaba en el suelo. La temperatura estaba subiendo.

- Chavalas! Necesito hablar con ustedes! - pidió la dueña del hostal mientras golpeaba la puerta de la habitación.

Tuvieron que parar.

Juliana recogió su blusa y rápidamente se la volvió a poner. Abrió la puerta.

- Vamos a la sala para que hablemos mejor- dijo la señora. Ellas la siguieron en silencio. Llegaron a la sala y se sentaron juntas frente a ellas.

- Niñas, ustedes me caen muy bien y no tengo ninguna queja de ustedes. Y si no fuera porque tengo cuentas que pagar ni les cobrara. Pero la realidad es que cada día está más caro todo. El puto gobierno aprobó un impuesto extra a la industria del turismo además otro a la luz. No puedo mantener el mismo precio. La renta subirá en 30%.

- Qué? - exclamaron al unísono.

- Sí!! Yo sé!!! Para ustedes es mucho! Para todos nosotros es mucho. Pero no es mi culpa.

- Entendemos!!!! Pero... no sé como le vamos a hacer- expresó sumamente entristecida Juliana.

Se levantaron y cabizbajas caminaron hacia su habitación.

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Ese día Valentina se levantó temprano y fue a trabajar. Juliana quedó dormida.

Valentina durante todo el día pensaba que podía hacer para conseguir más dinero. Para ella no era una opción regresar. Conocía de sobra a su padre. Juliana tenía el apoyo de su padre. Ella no contaría con el apoyo de nadie. Tenía que buscar la forma de hacer que las cosas funcionaran.

Las horas pasaron y regresó al hostal.

Un vehículo estaba parqueado frente al lugar. Parecía el carro de... Macario. Corrió hacia la habitación y no estaba equivocada. El mismo Macario Valdés estaba en la habitación.

- Cómo nos encontró?? - preguntó Valentina.

- Yo lo llamé, Val!!

Valentina hizo una mueca de disgusto y sorpresa,

- Qué tú hiciste que?? Después de lo que hablamos.

- Val, escucha! Aunque en la cocina del hotel nos dan de comer por ayudarnos. Aquí tenemos que pagar la renta. No podemos quedarnos.

Valentina comenzó a llorar a moco tendido,

- Juls!! Si regresamos nos van a separar. No quiero dejar de verte!!! No puedo!!!

Juliana al verla así tan desmoralizada corrió a abrazarla.

- No, Juls! Papá está de nuestro lado. El no va dejar que eso ocurra, verdad papá?

Macario que hasta ese momento estaba en silencio fue hacia ellas y las abrazó,

- No se preocupen!! Vamos a salir adelante ok? Por lo menos lo del Junior se aclaró y es un problema menos ya.

Valentina se limpió las lágrimas con las manos y con esperanzas quiso confirmar,

- Ya no sospechan de nosotras entonces?

- No!!! Todo eso es cosa del pasado - le confirmó Macario.

Macario era un hombre observador y notó que Valentina estaba muy preocupada y temerosa de todo por lo que le recordó lo que la sabiduría popular nos ha enseñado,

- Valentina recuerda que final del túnel siempre brilla la luz.

- Gracias, Don Macario!

- No digas gracias, hija!

Y las abrazó con una inmensa ternura para más tarde ayudarlas con sus maletas y emprender el viaje de regreso.

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Primer Amor (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora