03. El rey Arturo

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LEYM.

Ya había superado la fase, "contarle a Nora", ahora tenía que superar la fase dos "Superar el shock de Nora",

-¿Pero tú recuerdas algo?- Preguntó mirándome fijamente a los ojos.

-Solo recuerdo un poco, como cuando Arthur llegó a "salvarme"- Hice comillas en esta última palabra.

***

Hace unos minutos me fuí de casa de Nora, de verdad que ella es una persona super impaciente.

Me encontraba en mi habitación, acostada en mi cama, mirando hacia el techo que se encontraba decorado con mini planetas y algunas estrellas que había pintado mi padre para mí, cuando solía venir a visitarlo.

El timbre de mi casa sonó, no estoy esperando a nadie así que supongo debe ser alguna de las chismosas amigas de mamá, esas mujeres tienen una glándula de inventos, y otra de charlatanas, ya se imaginarán como me caen.

-Leym, cielo, hay un chico buscándote- Me informó mamá entrando de manera abrupta a mi habitación.

-¿Un chico?- Pregunté para mí misma, mientras me levantaba camino a la puerta.
Mientras iba bajando por las escaleras esa cabellera oscura que ya conozco casi a la perfección, se ganó mi atención.

¿Que diablos hace McGregor en mi casa? Fué lo primero que pensé.

-¿McGregor?- Me limité a decir en cuanto llegue a su lado.

-Trabajo de literatura, Marcius- Dijo mientras sacudía de manera burlona un libro.

-Oh, lo había olvidado- Dije subiendo a buscar, hojas y bolígrafos, quería terminar este trabajo cuánto antes, para descansar de Arthur por un corto tiempo.

Subí rápidamente a mí habitación, tomé todo lo que necesitaría y bajé nuevamente a la sala, dónde McGregor me esperaba para comenzar con el trabajo de literatura.

***

Llevamos casi una hora intentando decidir sobre que libro haremos el trabajo, mi madre tuvo que intervenir varias veces porque estaba apunto de agarrar por las greñas a McGregor.

-Punto, tiene más drama y es más realista- Continúo Arthur.

-Las siete maravillas de tus ojos, es más romántico y cautivada a todos los de la clase.- Contraataque.

-Ese libro es una bobería de cuentos de hadas, de esos amores tontos que no existen- Se burló.

-Claro que no, Punto, solo es una cosa dramática llena de cosas feas y desagradables-.

-Pués esas cosas feas y desagradables, son la realidad Marcius- Dijo frunciendo el ceño.

-Muy bien, ¿Que pasa aquí?- Intervino mamá, llegando desde la cocina con un plato lleno de galletas, sí, mi mamá es una excelente repostera.

-Ella, si porque nos puntomaravillas yo no quiero- Hablamos ambos al unísono.

-Uno a la vez, no los entiendo- Dijo mi madre colocando las galletas en la mesa de centro de la sala, ya que nosotros nos encontramos sentados, más bien tirados en el suelo.- Ya sé- ...- Aún no deciden sobre que libro hacer su tarea ¿Cierto?- Nos miro a ambos cruzándose de brazos.

-Exactamente, señora mamá de Leym- Dijo Arthur con cierta gracia que hizo carcajear a mi mamá.

-¿Porque no hacen ambos? Después yo escogeré el mejor. Sí. Se que será doble trabajo pero, dejarán de pelear y mi cabeza no reventara por sus tontas discusiones.

-Yo digo que sí- Se adelantó en responder Arthur.

-Pues, es un buen punto, así que digo también que sí- Respondí encogiéndome de hombros.

-Muy bien, al final, yo revisaré ambos trabajos y escogeré al mejor- En ese momento comenzó a lloviznar.

-Creo que ya debo irme- Habló Arthur. Porfin dice algo que me alegra.

-Sí- Respondí entusiasta.

-No, como crees- Miré a mi madre, quien me miraba con una sonrisa un poco espeluznante.- Quédate a comer Arthur.-

-No quiero causar molestias- Ohh, cretino, si mi madre supiera que en realidad el es el demonio en persona.

-No es ninguna molestia- Bien me siento totalmente excluida al parecer aquí nadie necesita mi opinión.

Miré el reloj que colgaba en la pared de mi sala de estar, son las 6:30 pm.

Pronto la pequeña llovizna se incrementó.

-Ahora sí no podrá irse- Rodé los ojos susurrando para mí misma.

-Hola familia- Habló mi padre mientras entraba, desviando su mirada hacia Arthur quién tenía la cabeza gacha.- ¿Y este quien es?-

Plan: Papá celoso echa a Arthur de mí casa en marcha.

-Soy Arthur, un compañero de la escuela de Leym- Más le vale que no dijo amigo.

-¿Arthur?, Como el príncipe Arturo en inglés.- Afirmó burlón.

-Exactamente, señor Marcius.-

-Soy Dominique, Dominique Marciud- Se presentó.

-¿Cómo el calvo fuerte de la película?- Pregunto Arthur.

-Sí como ese, ¿Leym porque no te consigues más amigos así- Dijo mí padre con diversión.

Okey el plan fracaso.

***

La cena transcurrió con normalidad y vergüenza para mí, ¡Mí mamá casi el enseña a Arthur mis fotos de bebé! Gracias al cielo mí papá intervinó en mí socorro.

ARTHUR.

Llego el momento de irme.

-Gracias por todo señora Marcius, adiós- Me despedí con una sonrisa- Adiós Dominick, nos vemos Leym- Reí al ver la mirada de rabia de esta última.

Bien, me encanta enfadar a Leym Marcius.

±±±±±±

¡Hola! Ya me dí cuenta de que me leen, y aunque seamos pocos les agradezco por leerme preciosos.

Se que el capítulo es algo corto, pero los demás serán más largos, lo prometo.

Bye.

-A.Diaz-

A R T H U R  // #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora