Epílogo.

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-Lamentamos no poder acompañarlos. De haber sabido que celebrariais el cumpleaños de Janis este fin de semana, habríamos cancelado el viaje.- Dijo Apenado Ciel desde el otro lado de la línea.
Alois sonrió, negó con la cabeza antes de hablar.

-Tranquilo. Era un viaje importante para los tres. Ella lo entiende, yo lo entiendo.- Dijo riendo.

-¡Hola! Tío Alois. Te llevamos muchos regalos.- Alois se echó a reír cuando Ciel siseó poniendo el índice en sus propios labios como gesto porque el menor guardase silencio. -Oh, era sorpresa. ¡Lo siento!- Y el pequeño niño moreno desapareció de la vista de la cámara.

-Ha arruinado la sorpresa.- Suspiró Ciel. -Vale, debemos irnos ya, Noel no deja de insistir en salir a dar una vuelta. Y ya sabes; Sebastian siempre le está cumpliendo el capricho.- Ciel sonrió tranquilamente y Alois correspondió al gesto con ternura. -Disfruta la fiesta.- Dijo alegre.

-Disfruta la rica comida latina.- Se despidieron y Alois terminó por cortar la llamada. Se asomó a las puertas traseras del jardín y miró con ternura a los niños que correteaban en la arena, a su madre, su buena amiga y su esposo.
Bajó a la playa, cargando el regalo que había ido a buscar en un inicio, y tras dejarlo sobre la mesilla caminó a Claude sentándose en su regazo.

-Hay cosas que nunca cambian.- Oyó que decía su madre, no pudo evitar reír. Claude le rodeó la cintura con sus brazos y él se recargó en su hombro mirando al par de niñas jugando a la orilla del agua.
Con la yema de sus dedos, carició los brazos que le rodeaban, mientras, con encanto apreciaba su círculo familiar.
     

 

Su madre, había acabado por divorciarse poco tiempo luego que él se fuese de casa. Tenía su perfecta línea de cafeterías establecida en Londres. Había conocido a un hombre maravilloso, con quien tenía grandes planes de vida. Alois sabía que era un buen hombre para su madre.
En cuanto a su padre, luego de perder el acceso a las acciones de la compañía, había vendido la casa que estaba en su poder, y se había marchado junto a una nueva mujer. Nadie conocía con exactitud su paradero, aunque nadie estaba interesado en saberlo tampoco.
Elizabeth se había convertido en su mejor amiga, aun siendo su ex esposa.
La chica se había transformado completamente en una mujer fuerte, independiente y muy inteligente también. Manejaba la empresa a su antojo, antojo que se le daba muy bien. Si bien sus padres no estaban de acuerdo en que ella tomase tal cargo siendo mujer, era evidente que se sentían orgullosos.
Era madre de una bella niña rubia llamada Charlotte, esposa y mujer de negocios.
Thompson, había dado un golpe duro a todos, estaba siendo consumido por su enfermedad, y antes de que esta hiciese que se le escapase la vida, el se la arrebató a si mismo. Sin embargo, había dejado claro que lo hacía por conseguir su felicidad. Todos tenían paz mental al creer en sus sinceras palabras de felicidad.

Alois había conseguido lo que en un inicio creía eran solo sus fantasías. Había conseguido lo que creía, apenas alcanzaba a ser un sueño.
Aún si alguna vez le habían destrozado el corazón hasta dejarlo hecho cenizas, había conocido un maravilloso hombre que se había encargado de darle uno nuevo, y que le enseñó a manejarlo correctamente.
Creía que sabía amar, pero en realidad apenas conocer a Claude había entendido realmente ese significado de amor. Creía que podía imponer la felicidad o hacerla depender de alguien mas, pero solo podía ganarla. Jamás pudo forzarla.
Se había convertido en esposo de un maravilloso hombre que solía escucharle en todo momento y que sabía comprenderlo.
Aun si solía trabajar en diferentes cosas que llamaban su atención, lo mas amaba era trabajar en la confección de ropa. Sus diseños habían estado ya en tres pasarelas, y sus pequeñas tiendas adornaban centros de Italia, las cuales eran bastante frecuentadas.
Por último y no menos importante, era padre. Había obtenido la adopción de su preciosa niña. Janis, fue extraordinaria desde muy pequeña, era preciosa con su corto cabello negro y claras pecas que le adornaban la cara.
Alois tenía a su pequeña familia, era su pequeña y hermosa familia.
 

Fuera De Cámaras-AloisClaude.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora