Capítulo 25: Una promesa para el futuro tú.

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Caminaron agarrados de la mano por esa extensa playa dejando como testigo de sus besos a la pálida luna curiosa.
Las olas rompiendo junto a la arena les daba paz, no necesitaban decir nada, solo mirándose podían transmitir tanto como hablando.

Llegaron al borde de aquella playa donde una pared de rocas se extendía frente a ellos.
En la cima había una pequeña cabaña con una terraza que estaba casi suspendida por el borde de aquel risco.
Los ojos de Claude de llenaron de nostalgia y Alois no pasó eso desapercibido.
Levantó sus azules ojos a aquella casa iluminada y volvió nuevamente a su novio.

-Que sucede?- Claude le abrazó por los hombros y recargando la mejilla en su rubia cabeza suspiró.

-Cuando era pequeño solía vivir aquí. Me preguntó si los residentes aún se acuerdan de mi...

-Vamos a ver!- Alois saltó emocionado.
No se perdería por nada del mundo la oportunidad de echar un vistazo corto a la niñez de su novio. Era una oportunidad perfecta para alimentar su curiosidad puesto que Claude jamás quería  hablar de su niñez con él.
El de cabellos negros torció los labios claramente inseguro al respecto, pero aquella iluminada sonrisa que poseía el de ojos azules volvió a estabilizarle.

-No estoy seguro- Contrajo el ceño en una mueca de desconformidad.
Alois le tomó las manos y echo a andar a las escaleras de junto que daban el paso a la calle para subir al risco.

-Vamos! No voy a aceptar un "no" por respuesta- Completamente rendido se dejó guiar por ese eufórico rubio escaleras arriba.
Sus entrañas se revolvían inquietas por la idea de volver a un lugar tan enterrado en su vida, si bien no tenía malos recuerdos de su niñez en aquel lugar le resultaba nostálgico y triste. Luego de mudarse comenzaron todos esos problemas que acabaron por alejarlo de su familia y también jamás volver a verlos.
Para cuando recobró sus cinco sentidos Alois estaba frente a él tocando el timbre de la casa.
El lugar constaba con un amplio jardín delantero con una piscina al costado -algo que siempre le pareció tonto teniendo la playa a un lado-, no tenía protección, solo contaba con un muro de arbustos, la casa estaba pintada de blanco y poseía grandes ventanales de cristal, la puerta grande y pesada de madera oscura y la pequeña escalera de ladrillo rojo que habían recorrido para ascender a la puerta.

-Alois... no creo que allá...- La puerta se abrió dejando ver a una mujer mayor con su cabello negro mezclado con mechones blancos que terminaba atada en una apretada trenza. La mujer llevaba un par de gafas sobre el puente de su nariz, su piel blanca y sus mejillas pecosas.
La recordaba perfectamente.

-Claude...- Ella pareció bastante perpleja pero inmediatamente recobró una amplia sonrisa.

-Mi niño! Hace tanto no te veía... estas echo todo un hombre- Ella le abrazaba y le apretaba las mejillas, le acarició su rostro y le beso también los cabellos.
Claude se vio bastante avergonzado algo que descoloco a Alois, jamás había visto esa clase de reacción en su novio frente a nadie, generalmente era muy esquivo con las muestras de afecto físico cuando se traba de alguien que no fuese él o Sebastian.

-Hola preciosa! Tu eres su novia?- Alois observó aquella sonrisa y se dio cuenta de lo que decía. Su cara enrojecida hizo reír bajo a Claude.

-Ah!? Soy un chico!- La mujer se carcajeo y Alois solo pudo sentirse mas y mas apenado.

-No puedo creer que tengas tan buen gusto- Le dio juguetonamente en las costillas a Alois.

-Pasen! Por favor- Ambos entraron, Claude detrás de Alois que seguía a la mujer que caminaba alegremente por el pasillo hasta el recibidor.
La casa era exactamente igual a como la recordaba.
Pinturas echas por Louisa y fotografías que hacia su esposo adornando las paredes. Esculturas talladas en madera o piedra sobre pequeñas mesillas de adorno y todas las paredes de un tono dorado realzando las decoraciones.

-Tomen asiento, traeré algo de beber- Ella se perdió rumbo a la cocina. Claude tomó asiento en uno de esos blancos sofás y Alois seguía de pie observando a los alrededores sin parecer descortés.

-Realmente viviste aquí? Es muy hermoso- Alois estaba realmente fascinado con aquel lugar.
Era realmente bello, sobre todo aquella grande ventana que daba paso a la terraza y a una preciosa vista al mar.

-Si... nada a cambiado- Claude le miró con una sonrisa y Alois se sentó a su lado y recargo su cabeza en su hombro.

-Muy bien. Que los trae por aquí par de tortolitos?- El rostro del rubio volvió a cobrar un rubor intenso mientras Claude solo reía.

-Porque asumes que es mi novio?- Dijo Claude arqueando una de sus perfectas cejas mirando a la mayor que tomo asiento en el sofá individual frente a ellos.

-Asumo que debes amarlo o tenerle mucha confianza como para traerlo aquí- Se encogió de hombros.

-Y recuerdo haber dejado claro que la próxima vez que me visitarás debías traer a una inteligente chica o a un carismático niño bonito- Claude volvió a inundar la sala con su ronca voz.

-Bien. Denme los detalles- Dijo acomodándose indicándoles que estaba lista para oír su historia de amor.


-Esto es demasiado mágico- Alois estaba de pie en la terraza con Claude rodeando su cintura desde atrás.
Ambos observaban la infinidad del mar donde de confundía el inicio del agua azul y el estrellado cielo nocturno.
Era bastante tarde, habían perdido por completo la noción en una divertida charla con Louisa.
Alois no quería volver a casa.
Poco o nada le importaba que sus padres no lo encontrasen en su cama durante la mañana.
Quería quedarse allí para siempre.

-Te ha gustado el tour por los recuerdos de mi infancia?-  Alois asintió soltando una suave risilla.
Claude recargo su mentón en el hombro del muchacho y ambos permanecieron así, ajenos por completo a los bajos click que emitía la cámara de la mujer mayor a sus espaldas.

-Amaría vivir en un lugar así algún día- Inspiro profundo llenando sus pulmones de ese frío y salado aire.
Claude le pegó un poco mas a su cuerpo y beso de forma tierna su mejilla.

-Cuando seas mi esposo, haremos nuestra vida en esta casa... Lou prometió... o mas bien me amenazó con que mientras fueras tú, la casa seria solo mía...- Alois se giró entre sus brazos con sus azules ojos brillantes de esperanza y amor. -Bueno... nuestra- añadió con diversión.

-Ese es un adelanto a una propuesta de matrimonio?- Alois puso su pequeña mano en aquel gran pecho que subía y bajaba lentamente. Su mano vibró cuando Claude río bajo y ronco.

-Quizás. Cuando pida tu mano en matrimonio dirás que si, no?- Alois se hizo el pensativo haciendo fruncir el ceño a su novio. Cuando vio su cara dudosa se echó a reír y de un salto le rodeo el cuello.

-Claro que me caso contigo!- Le besó suavemente la boca.
Con ternura, pasión y adoración.
Ese niño era todo lo que necesitaba para ser feliz.
Y Claude... Claude era en sí la felicidad del eufórico rubio de azules ojos.

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No puedo... realmente me encantan 7n7)♡




Anonima-San los ama♡♡♡

Fuera De Cámaras-AloisClaude.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora