Sonaba el despertador avisando con una dulce pero estresante melodía, avisando que el día había empezado para la joven que se encontraba en una posición no muy cómoda sobre su escritorio mientras la lámpara de la misma se mantuvo encendida durante toda la noche.
Una chica despertaba adolorida y cansada ya que apenas había dormido por la tarea de inglés de más de 200 páginas, sin duda una larga tarea debido a su despiste y a veces inevitable sentido de procrastinación que la llevaba a tener problemas de vez en cuando.
Ella se llamaba T/n, T/n Fujimoto, una chica de 17 años que vivía sola en un pequeño departamento cerca de su Instituto, pero eso cambiaría en muy pronto.
Hum, solo quedan ...¡¿10 minutos para que pueda llegar!? —,dijo la chica totalmente alterada al enterarse de la hora, dándose cuenta del tiempo limitado maldecía en su mente al no haber despertado, pues parecía que la alarma del despertador había ya sonado en más de una ocasión.
Esto no me puede estar pasando— mencionaba desperada mientras de maneras milagrosas buscaba arreglarse a tiempo, lavándose los dientes, vistiéndose e intentando peinarse—No entiendo porque me pasan estas cosas a mí —, fue el único pensamiento medianamente coherente que pasaba por su mente en ese momento.
El aspecto de la chica no era de otro mundo en absoluto, ojos redondos y azules, un cabello negro con destellos azules, una estatura promedio. No había nada en especial que destacar de su aspecto físico, pero su personalidad era como una bomba, aunque no una de la que se tuviese que tener miedo.
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A pesar de no ser tan destacable y pasar desapercibida a primera vista como una persona cualquiera, su apellido y familia era gente de gran alcurnia, se podría decir que eran parte de los fundadores de la ciudad, pero dado algunos conflictos interno en los que lamentablemente la involucraron fueron algunos de los factores por los que tuvo que distanciarse e independizarse.
Falta poco, falta poco—, desesperada corría una vez fuera de su casa, esperando a no llegar tarde y tener castigos.—Definitivamente si llego tarde esta vez ese profesor no me dejará entrar a clases, y si no me deja entrar a clases probablemente los demás maestros no me permitirán entran y si eso pasa no aprobaré las materias, y si no apruebo las materia no me graduaré, ,mi futuro estará condenado.
La vida de nuestra querida amiga era algo compleja, pero graciosa, como una tira cómica de la cual algunos terceros se reían al ver a una chica, mientras otros sentían pena, debida a su temprana emancipación se tuvo que hacer cargo de sus gastos y aunque su familia más cercana intentó persuadirla para que volviera o al menos darle algo de dinero, ella no quería y temía que si aceptaba ese dinero su imagen dentro de la familia se pusiera aun peor. El problema radicaba en que ahora no tenía trabajo, y el estrés de las facturas llegando y la escuela era algo que la agobiaba.
Perspectiva de T/n.
Soy tan tonta, de no haber sido por dejar la tarea para último momento hubiera dormido bien, ya estuviera en la escuela, y lo más importante... ya hubiera comido.
