Si había algo que me molestaba mucho era tener que usar tacones por no ser lo suficientemente alta para lucir los vestidos.
–Como detesto estas cosas – me senté en la cama para quitarme los tacones.
–A mi me gustan, además así me alcanzas, enana – se burló de mí.
Me recosté lista para tomar una siesta de 8 horas, pero esos no eran los planes que tenia mi bello novio para mí.
–No te duermas, aun tenemos algo que conversar –
–Yo no me comí tus dulces, fue Evans – dije, ups, acababa de delatar a mi amigo.
–Ya lo sabía, ladrones –
–¿Entonces? –
Me senté en la cama y lo miré con preocupación.
–Es que, esto es algo que llevo pensando mucho tiempo, pero no sabia cual era el momento adecuado – dijo seriamente.
–Me estas asustando, ¿qué está pasando? – todas las alarmas se encendieron y miles de escenarios de él terminando conmigo se hicieron presentes, así como las ganas de llorar.
–Yo no sabia como decirlo, y después de meditarlo, he decidido que hoy es el día –
–¿Vas a terminar conmigo? – mi voz temblorosa apenas se escuchó.
Iba a soltar mis lagrimas cuando me di cuenta de que se estaba arrodillando frente a mí.
–Sigo igual o mas enamorado que la primera vez que te vi, y eres parte de mi vida, y te quiero en ella el mayor tiempo posible, así que, que dices, ¿me concedes ese deseo? – su mano extiende hacia mí una cajita color negro y dentro de ella se encuentra un lindo y sencillo anillo de compromiso.
Las palabras se quedan atoradas en mi garganta. Mis pensamientos se detienen, mi corazón esta a punto de salirse de mi pecho. Estoy sin palabras.
–¿Y, me vas a tener aquí toda la noche? – dice riéndose.
–Eres un idiota, claro que si – apenas puedo decir para levantarlo y darle un gran abrazo.
–Esperaba algo más gentil, pero acepto eso también –
Pone el anillo en mi dedo anular izquierdo y me besa. Puedo admitir que me encantan sus besos, en general me encanta todo de él.
Me recuesta sobre su cama y sigue en su tarea, sus besos se esparcen por todo mi rostro hasta llegar a mi cuello, sus manos inquietas comienzan a recorrer mis caderas, y poco a poco van más allá de donde deberían. Mis manos tampoco se quedan atrás y comienzan a deshacerse de lo que comienza a estorbarnos. Mi vestido y su intento de traje formal quedan en una esquina de la habitación, nuestras respiraciones cada vez se agitaban más, tenía que decidir lo que iba a pasar, podía parar, o seguir antes de que dejara de pensar coherentemente. Si, definitivamente iba a seguir.
Nuestras ultimas prendas desaparecieron dejándonos completamente descubiertos. Estaba tan perdida en el momento que poco me importo el montón de imperfecciones que me acompañaban, en ese momento me sentía la persona más hermosa y segura de sí misma.
–¿Estás segura? – pregunto genuinamente preocupado
–Sí – y ya no hubo vuelta atrás.
Después de esa respuesta no necesitamos mas palabras. Los besos estaban llenos de pasión, sus manos recorrieron todo mi cuerpo con delicadeza, incluso sonidos que jamás había escuchado salieron de mi garganta. Sus besos recorrieron mi cuerpo entero, sin dejar espacio alguno sin el contacto de sus labios. Todos mis pensamientos estaban nublados por el placer que estaba experimentando. Y sucedió lo que tenia que suceder, y fue definitivamente una de las mejores sensaciones. Fui completamente del amor de mi vida.
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𝓒𝓲𝓮𝓵𝓸.
RomanceNo en todas las historias se tienen un fina feliz, pero al menos en esta, sí.