Ésa mañana, el Una Vez se dirigía a un supermercado de Thnedville a comprar más comida para tener en su casa. Entonces, al entrar al supermercado, vio algo que amaba muchísimo: malvaviscos. Eran de distintos colores, pero su sabor era el mismo. Estaban adentro de una bolsa grande. El Una Vez los agarra y luego los paga.
Más tarde, se llos lleva a su casa.
-Lórax, ya volví.
-¿adónde estuviste?
-ya ves, en el supermercado. He comprado una bolsa entera de malvaviscos para comer. ¿te gustan?
-un poco. Por cierto, hablando de malvaviscos, ¿te acuerdas de Pipsquic? A él le encantaban los malvaviscos.
Luego, el Una Vez recordó a Pipsquic, era aquel osito al que le encantaban los malvaviscos, pero que se fue cuando el Una Vez arruinó el bosque.
-sí, lo recuerdo. Lástima que se haya ido. Fui un tonto al haber arruinado ése bosque. Deseo que vuelva, lo extraño.
-yo también, pero estoy seguro de que él y los otros encontraron otro bosque para ser felices
Al Una Vez le dio tristeza pensar eso, porque los extrañaba, pero debía aceptar eso.
-entiendo. Por cierto, ¿no se te antojan esos malvaviscos?
-gracias, aunque no soy muy amigo de ellos.
El Lórax prueba el malvavisco.
-hmmmmmm... no es tan desagradable después de todo. ¡está rico!
-¿ves? Son lo mejor.
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Lorax 2: el regreso de las Trúfulas
AdventureDesde que el Lórax regresó al bosque, todo volvió a ser como antes: los árboles crecían, había un buen clima en el valle trúfula, etc. y El Una Vez, quien logró reparar el daño que provocó, se siente contento por el regreso del Lorax, y él, como rec...