Capítulo 5: malvaviscos

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Ésa mañana, el Una Vez se dirigía a un supermercado de Thnedville a comprar más comida para tener en su casa. Entonces, al entrar al supermercado, vio algo que amaba muchísimo: malvaviscos. Eran de distintos colores, pero su sabor era el mismo. Estaban adentro de una bolsa grande. El Una Vez los agarra y luego los paga.

Más tarde, se llos lleva a su casa.

-Lórax, ya volví.

-¿adónde estuviste?

-ya ves, en el supermercado. He comprado una bolsa entera de malvaviscos para comer. ¿te gustan?

-un poco. Por cierto, hablando de malvaviscos, ¿te acuerdas de Pipsquic? A él le encantaban los malvaviscos.

Luego, el Una Vez recordó a Pipsquic, era aquel osito al que le encantaban los malvaviscos, pero que se fue cuando el Una Vez arruinó el bosque.

-sí, lo recuerdo. Lástima que se haya ido. Fui un tonto al haber arruinado ése bosque. Deseo que vuelva, lo extraño.

-yo también, pero estoy seguro de que él y los otros encontraron otro bosque para ser felices

Al Una Vez le dio tristeza pensar eso, porque los extrañaba, pero debía aceptar eso.

-entiendo. Por cierto, ¿no se te antojan esos malvaviscos?

-gracias, aunque no soy muy amigo de ellos.

El Lórax prueba el malvavisco.

-hmmmmmm... no es tan desagradable después de todo. ¡está rico!

-¿ves? Son lo mejor.

Lorax 2: el regreso de las TrúfulasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora