Cinco años, era el tiempo que había pasado después de su separación, un malentendido y una mentira terminaron por acabar con todo, el, un hombre egoísta que solo piensa en el, frío y despiadado, ella, alguien sensible, honesta y cariñosa, dos polos...
He comenzado mi día de la peor forma posible, después de todo lo sucedido con Alice, que debo de reconocer que su actitud me tomo por sorpresa, pues jamás la había visto así, nunca había tomado ese tipo de actitud hacía mí, me siento fatal, sobre todo porque sus palabras me mantuvieron despierto toda la noche, no se que es lo que me pasa, a pesar de que me engañó y a pesar de que han pasado ya 5 años desde lo sucedido aún no logro sacarla de mi, no puedo lograr olvidarla, si bien me voy a casar con Hyesun más no es por amor, es meramente por un maldito contrato, un contrato que me vi obligado a aceptar, Hyesun esta embarazada y aun que se que clase de mujer es, existe la posibilidad de que ese bebé sea mío y sea el heredero de todo el imperio Jeon, aunque se que después de cancelar el contrato con WCorporation o bien la empresa de la famila Wang probablemente mi empresa se vera demasiado afectada, debido a la multimillonaria indemnización que tendré que pagar.
Manejando a la oficina recibo una llamada de mi asistente diciendo que la señorita Wang y sus abogados han ido a verme, así que le digo que los haga pasar a la sala de reuniones, mientras tanto trato de llegar lo más rápido posible, a decir verdad ya me esperaba algo así, sabía que no tardarían en ir a hablar acerca de las cláusulas del contrato, llego y dejo el auto en el estacionamiento subterráneo del edificio y tomo el elevador privado hasta el último piso, es hora de terminar con todo esto.
Las puertas se habren y una desesperada Mina se acerca a mi y comienza a decirme todos los pendientes que tengo durante el día, más no le presto atención, mi atención esta en otra persona en estos momentos, al solo entrar a la sala de reuniones la miro, de espaldas a mí, con su larga cabellera color caoba, y ha tan solo entrar su perfume olor a vainilla invade mis fosas nasales, demasiado dulce, justo como lo es ella.
Salgo de mi ensoñación y adopto mi semblante serio aunque por dentro este muriendo por enredar mis dedos en esa cabellera, y hundirme en su cuello para poder oler mejor su perfume, ese que siempre me había gustado tanto, camino y me posiciono frente a la mesa y le dirijo la mirada, ella también me esta mirando, incluso me sonríe, mi atención se va directo a sus carnosos labios coloreados de un color carmín y después a sus hermosos y expresivos ojos color miel, todo en ella me sigue atrayendo y me odio por eso, así que aparto la mirada malhumorado.
- Buenos días señor Jeon - habla Alice - me imagino que ya sabe la razón del porque estamos reunidos hoy aquí - me sonríe, sin embargo no muestro emoción alguna solo asiento -.
- Claro, han venido a leer las cláusulas del contrato no? - la miro duramente, todo esto con el fin de que sepa que no me afecta, aunque sea todo lo contrario -.
- En realidad hemos venido para otra cosa - me mira y después le cede la palabra a uno de sus abogados -.
- Venimos para llegar a un acuerdo, todo con el fin de que su empresa no se vea perjudicada, debido a que si rompe con el contrato y asociación, su empresa perderá demasiado - el abogado le cede la palabra a Alice que todo el momento ha estado antenta a sus palabras -.
- Le estamos dando esta oportunidad debido a que las dos familias han sido amigas antes que socias por años, y creo que...
- Dejeme ver si entiendo - no la dejo terminar - creo que es muy generoso de su parte considerar darme una oportunidad - todos me miran atento - sin embargo ya he tomado una decisión y no cambiaré de parecer - Alice me mira y su mirada me lo dice todo, esta confundida - creí haberlo dejado claro Alice, pero tal parece que no, así que sin más se pueden retirar, cuando tengan los papeles listo estaré encantado de firmarlos, ahora si me disculpan, tengo cosas que hacer - me levanto y salgo de la sala sin mirar atrás -.
Camino directo a mi oficina, Mina entra a mi oficina y deja mi café, como todas las mañanas, me entrega un informe y se va, espero escuchar la puerta cerrarse más sin embargo, cuando levanto la vista la veo en el umbral de la puerta mirándome fijamente, analizando cada uno de mis movimientos, entra y cierra detrás de ella, camina y se pone delante de mi escritorio, aún no ha dicho nada, puedo ver que tiene los puños apretados y respira pesado, más no ha dicho ni una sola palabra, supira y por fin habla.
- Creo que debería de considerar la oferta que le hemos hecho - habla tranquila y sin apartar la mirada un instante -.
- Si ha eso has venido hazme el favor de retirarte - le digo entré dientes, ¿es que no le quedo claro cuando dije que no cambiaría de opinión? -.
- Creo que está siendo algo irrazonable e irresponsable - me dice ya algo enojada y yo la miro incrédulo - se que probablemente por problemas que hubo alguna vez en el pasado, no quiera seguir trabajando juntos y entiendo, pero creo que el hecho de que se vaya a casar no es una buena excusa para terminar con una asociación de años - la miró atento, se que se ve tranquila, pero por como juega con su anillo me demuestra que esta nerviosa, así que me recargo en mi silla y dejo que siga hablando - debería de pensar en todo lo que puede llegar a perder, probablemente tenga problemas financieros durante años por pagar esa indemnización de casi 5 mil billones de dólares, se que su empresa cuenta con capital, pero se ha puesto a pensar que probablemente después de esto tendrá que despedir a varios de sus empleados y a los demás tendra que bajarles el sueldo, además esta empresa la fundó su bisabuelo y le costó años, mucho trabajo y esfuerzo para poder hacer de ella lo que es hoy en día, y que su bisnieto ahora la lleve a la ruina por una mala decisión, sin tomar en cuenta otras opciones, creo que es injusto - suelta un suspiro, se da media vuelta y se dirige a la puerta, más sin embargo se vuelve y me mira triste y con melancolía o probablemente sea pena, no lo se - no le digo esto para que acepté, si no para hacerlo entrar en razón, además no termino de escuchar la propuesta - se da media vuelta y cuando esta por irse, me paro de la silla y voy hacía ella, la tomo del brazo, cierro la puerta y la recargo en ella -.
Me mira con sorpresa, la tomo de la cintura y la pego a mí, joder, se siente tan bien, siento un remolino de emociones, ese efecto que siempre ha causado en mí, la miró, sus ojos están muy abiertos de la sorpresa, trata de alejarse pero la tomo más fuerte y cuando va hablar, no me resisto y la beso, es un beso necesitado, cargado de emociones y de promesas, ya no puedo seguir evitando lo inevitable, todavía la quiero, al principio se resiste, pero después de unos segundos se deja llevar, sus manos van a parar a mi cuello y la abrazo por la cintura, el beso se vuelve más lento, le muerdo el labio haciendola gemir, aprovechando para introducir mi lengua, joder ya había olvidado lo bien que se siente, de un momento a otro ya nos estábamos besando con ansiada pasión, devorandonos la boca, quería más, necesitaba más, caminamos a tropezones y por fin llegamos a mi escritorio, la subo, haciendo que se siente y enrolle sus piernas a mis caderas, mis manos suben a sus pechos y justo cuando estoy por desabrochar el primer botón unos gritos afuera de mi oficina estropean el momento, devolviendonos a la realidad haciendo que ella se separe y trate de alejarse, sin embargo no se lo permito, maldita sea, juro que mataré a quién esté tras esa puerta.
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