11.

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La tarde se estaba haciendo eterna en todo sentido, luego de que Jackson lo hubiese amenazado las cosas se habían tornado aún más tensas entre ellos. Tampoco vio a Ilhoon, ni siquiera quiso preocuparse por ello, su mente divagaba en lo extraño y predecible que había sido la situación con Mark y Jackson.

Por fin estaban todos los alumnos reunidos, o casi todos, para escuchar las actividades que se llevarían a cabo en la noche.

Minho no estaba prestando atención, él solo quería pasar la noche junto a Jisung en tranquilidad, besarlo un poco más y dormir. ¿Era mucho pedir? Quizás se aprovecharía de Hyunjin para que lo cubriese...

Oyó a un grupo de alumnos hacer el sonido de besos de forma muy forzada y se giró, viendo a Mark y a Jackson acercarse a ellos con el ceño fruncido. Definitivamente algo estaba mal.

—Eh Mark, no sabía que te gustaran malos —Sungjae sonreía burlón, mirando de arriba a abajo a la pareja.

Minho fijó instantáneamente su mirada en Ilhoon quien murmuraba por lo bajo junto a otro grupo de alumnos, riéndose del par. Él, ese idiota, había delatado a Mark y a Jackson.

— ¿Te la tragas entera? —Luhan hizo un gesto demasiado obsceno como para siquiera describirlo, y Mark miró a Minho con tanta angustia e impotencia que incluso él quiso ir a partirle la cara a Ilhoon.

Mark huyó, y nadie podría culparlo. Jackson miró a Minho con odio, con repulsión, y corrió tras Mark sin dudarlo.

— ¿Qué mierda, Ilhoon? —Minho se acercó a él enfurecido, con la sangre hirviendo de rabia. Él entendía a Jackson, si alguien le hiciese daño a Jisung...

Jisung.

Ni siquiera dejó que Ilhoon reaccionara antes de salir corriendo tras Jackson. Si él estaba molesto, buscaría venganza, y si veía a Jisung, le haría algo seguro.

Llegar a su cabaña y encontrar la puerta abierta fue un golpe seco en el pecho, sintió el aire escaparse de sus pulmones a la vez que corrió hasta la cama, encontrándola vacía. Ni siquiera su bolso con ropa estaba.

— ¡Jackson! —Gritó a todo pulmón, saliendo de allí. A simple vista no había nada a su alrededor, nadie, pero cuando oyó algo caer al río, sintió pánico.

Sus pies volaron hasta el puente que estaba sobre el río, y su alma volvió al cuerpo cuando vio a Jackson con Jisung en la mano.

— ¡Eres una mierda, Minho! —Gritó Jackson, y era la primera vez en toda su vida que el bravucón se veía tan indefenso. Tan herido.

—Jackson, escúchame, Ilhoon... —Minho hizo dos pasos sólo para acercarse, y Jackson tiró lo último que quedaba de ropa.

—Y una mierda, Lee, solo tú viste...viste eso —Jackson agarró con fuerza a Jisung del brazo, seguramente tendría moretones al día siguiente.

—Créeme, yo no he dicho nada, ¿Por qué lo haría? —buscaba la lógica para tranquilizarlo, para hacerle ver que él jamás le haría daño. Pero el verdadero problema no era Minho, era la consciencia de Jackson.

—Te he hecho la vida imposible, pero —Tragó con fuerza, sus puños pálidos por la rabia — ¿Qué te ha hecho Mark? Él es un ángel, él... —Jackson lo miró a los ojos, toda la rabia contenida en ellos —Eres una mierda —escupió tirando a Jisung al agua.

Minho ahogó un grito, el aire se le escapó de los labios y su única reacción fue correr, correr por la costa del río sin mirar atrás, ni escuchar los gritos de Mark o Hyunjin pidiéndole que volviese sus pasos.

El sol comenzaba a esconderse en el horizonte, corría sin siquiera preocuparse por todas las veces que pisó mal, por todas las veces que tropezó y cayó, tratando de alcanzar a Jisung.

El río turbulento lo hundía y sacaba a flote, lo golpeaba contra las rocas y lo hacía saltar por las olas.

Minho no lo pensó dos veces y en un acto de desesperación se subió a una roca para lanzarse de cabeza al agua.

Seguramente se golpeó, y sus lágrimas se mezclaron con el agua del río, pero solo pudo recuperar parte de su calma cuando agarró a Jisung con la mano y lo protegió con su cuerpo de las rocas.

A duras penas llegó a la costa y subió a tierra firme, tosiendo toda el agua que había tragado.

Sus ojos estaban clavados en el sol que parecía tardar años en esconderse de una maldita vez.

— ¡Minho! Por dios, ¿¡Cómo se te ocurre!? —Hyunjin apareció de entre los árboles junto a Mark, quien estaba más extrañado que otra cosa.

—Jisung, tiró a Jisung —Jadeó el morocho, aún sin quitar la vista del cielo.

Faltaba poco, él debía saber si Jisung estaba bien.

—Es un peluche, ¿Cómo se te ocurre hacer esa locura? —Mark se acercó para agarrar a Jisung y escurrirlo, mas Minho golpeó su brazo, tomando al peluche entre los suyos.

—Por favor, que esté bien, sólo eso pido —susurró Minho, y seguramente se veía ridículo e incluso cómica la situación, pero el terror que sentía Minho fue suficiente para que Hyunjin intentara comprender.

— ¿Tiene que ver con tu abuela? —Susurró, observando al peluche con preocupación.

Minho asintió.

—No entiendo —Mark fruncía el ceño, tan confundido que estaba molesto.

Pero el sol finalmente se puso en el horizonte y una luz blanca emanó de Jisung, encegueciéndolos a todos por unos segundos.

Jisung comenzó a toser, aferrado a Minho con sus manos temblorosas.

—Oh por dios, ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —Sí, tenía su brazo amoratado y cortes en ambos, seguramente producto de los golpes con las piedras.

—Minho... —Susurró el rubio al borde de las lágrimas, aferrándose a él con todas sus fuerzas.

Hyunjin parecía impasible, quizás ya esperando que eso ocurriese, pero Mark cayó de espaldas aterrado.

— ¿Q-Qué...? —Su voz se escapó en un chillido, y Jisung comenzó a llorar mientras hipaba, demasiado asustado y en shock como para poder reaccionar.

—Hyunjin, ¿Nos puedes llevar a casa? —Minho abrazó a Jisung con todas sus fuerzas alzándolo. Hwang asintió agarrando a Mark del brazo, llevándolo a rastras hasta el campamento, con Jisung y Minho siguiéndolo detrás en silencio.

cuídαndσ α un níñσ dє pєluchє ♡━mínsung ↞αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora