3.

3.5K 568 310
                                    

— ¿Jackson y Mark son tus amigos? —Preguntó Jisung mientras hacía un esfuerzo sobrehumano por mirar lo que Minho escribía en el escritorio. Se le iba a hacer difícil, estando sentado en el suelo como un perro no le daba mucho margen de movimiento.

—Sí —Gruñó Minho, tratando de concentrarse.

— ¡Mentira! Tú me habías dicho que se burlaban de Noona, esos no son amigos —chilló Jisung, con el ceño fruncido. Le molestaba que Minho le mintiera.

—Si te dejo ver esto, ¿Te callarás? —Minho se giró, mirando a Jisung como si fuese a pegarle en cualquier momento. El rubio asintió con una sonrisa, mientras se paraba.

Minho volvió a mirar sus hojas mientras mordía la parte trasera de una de sus lapiceras, la escasez de inspiración lo frustraba mucho, y para peor, el tener a un niño hiperactivo con él en los únicos momentos que podía escribir lo ponían de peor humor.

Se sobresaltó cuando vio como Jisung apoyaba su cabecita sobre su hombro y miraba todo sumamente curioso.

— ¿Por qué tienes números ahí? —Inquirió señalando un cuaderno que tenía casi cayendo de la mesa. Minho se removió un poco y lo cerró.

—Es mi tarea de la escuela —Comentó volviendo a concentrarse en sus hojas.

Notó que Jisung volvió a sentarse a su lado, aunque esta vez se dio la libertad de acostar su cabecita en su pierna y cerrar los ojos. Minho sonrió de lado, mirando al pequeño rubio con un deje de ternura.

— ¿Por qué no voy al colegio? —Preguntó Jisung mientras cenaban en tranquilidad. Young Mi miró a Minho de reojo y le sonrió a Jisung.

—A la escuela se va de día, Jisung —Le contestó, mientras seguía comiendo. El pequeño bufó mirando el plato de comida con desgano.

—De día yo escucho y siento aunque no me mueva, Noona, ¿Por qué no puedo ir? —Lloriqueó el rubio.

—Yo podría llevarlo —Propuso Minho. Young Mi levantó la mirada con las cejas arqueadas, sin comprender —Lo puedo tener bien guardado en la mochila, al menos Jisung estará dentro de la escuela y escuchará las clases —explicó, animado, al ver como los ojitos del pequeño rubio se iluminaban como estrellas.

— ¿Estás seguro? Porque yo puedo enseñarle en casa —Young Mi no se sentía muy cómoda con que Jisung entrase infiltrado a una escuela donde Minho no tenía muchos defensores. Pero su nieto y Jisung se veían tan entusiasmados que no pudo negarse ante los ojitos brillosos de ambos pequeños.

Esa noche, Jisung se quedó en silencio observando a Minho dormir cómo un ángel. Estaba tan feliz de poder ir a la escuela por primera vez, y que el pequeño gruñón lo quisiese llevar le añadía más emoción al asunto.

Con el paso de los días Minho había aceptado a Jisung un poco más, ya no lo obligaba a estar sentado en el suelo y le permitía jugar con sus juguetes de vez en cuando.

Jisung sonrió sentándose en la cama improvisada que Minho le había hecho en la esquina. Por suerte ya no dormía sobre el suelo.

—Buenas noches —susurró antes de acurrucarse contra la pared y caer dormido.

Minho estaba ansioso, había tomado todas las precauciones posibles y había tenido todo el cuidado del mundo en guardar a Jisung bastante oculto dentro de su bolsa.

—Ten mucho cuidado —Rogó Young Mi mientras le terminaba de acomodar la camiseta a Minho.

Dándole un último beso en la frente, lo dejó entrar al instituto. Tenía un muy mal presentimiento sobre el plan de su pequeño, y por mucho que quisiera evitarlo, dentro suyo ella sabía que sería necesario para mejorar la confianza y el afecto entre ambos niños.

cuídαndσ α un níñσ dє pєluchє ♡━mínsung ↞αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora