Siempre me levantaba a media noche, asustado y sudado por los terribles recuerdos que me rodeaban mi memoria, no puedo conciliar en sueño y por eso los recuerdos se toman mi cabeza.
- duerme de una vez- grito el viejo- maldito estorbo ya duerme- dijo mientras que de una patada me saco de la cama.
hice lo menos por volverme a levantar y me dormí en el piso, aunque la vieja me dijo con dulzura que suba a la cama no le hice caso, dormir en el piso era mejor era fría y dura ya era costumbre dormir en lugares así.
Recordaba la vida con mi padre, el origen de todos mis malos recuerdos pero aun así de los mejores momentos con mi hermano menor, que aunque ya no lo podía ver, siempre trate de pasar los mejores recuerdos con el. La alarma del celular sonó y me levante junto con la vieja señora Matilda a cocinar el desayuno, mi hospedaje en esta casa había sido larga pues ya algunos años me habían soportado.
Después de desayunar, busque en mi caja donde guardaba mi ropa, pues aunque ya estaba en hospedado en este lugar, el viejo jamas me acepto y solo por eso jure no llamarlo por su nombre. no poseía mucha ropa, unas cuantas camisas, un uniforme del colegio, pantalones estilo vaqueros pues eran resistentes, ropa interior, una pequeña funda con dinero y en un rincón un objeto envuelto con las vestiduras de mi padre algo que solo utilizaría en caso de emergencia.
me puse una camisa roja y mis vaqueros de siempre, un poco de dinero, aunque una parte de ese dinero era del viejo cuando me daba que solo era centavos, la otra parte era del "OJÓN" un amigo de mi padre el cual por aprecio me lo entregaba.
- ya vuelvo - grite desde el umbral de la puerta y sin mas demoras salí.
la ciudad era grande y había muchos lugares que explorar; siempre siguiendo las recomendaciones que me había dado mi padre. No confiar en nadie, no consumir drogas y jamas entablar una conversación sobre mi padre que no sea "OJÓN".
- a donde crees que vas - reprimió una voz detrás de mi
- justo pensaba en ti, lo que el diablo trae lo cumple - indique dándome la vuelta.- "OJÓN"
Y hay con su ropa sencilla pero con sus cadenas de oro y plata colgando del cuello, me hablaba con un cigarro aun encendido en la boca "OJÓN". siempre que le preguntaba por su nombre el me daba un golpe en la cabeza y solo con eso me daba cuenta que no era necesario preguntar.
- Maldito "OJÓN" cuando me dejaras solo - dije mientras trataba de no hacer contacto visual.
- no puedo permitir eso, tu padre me ahorcaría - me dijo a regaña dientes.
-bueno si tu lo dices - estábamos en el viejo puente de la ciudad, pues esta era la zona norte. - tendrás que hacer algo mejor que solo estar hay parado - y sin dudar me tire al río.
el dinero siempre lo tenia en una funda atada a los pasadores del cinturón, el celular estaba en casa y las llaves de la casa eran aplicables en el pasador del cinturón. aunque siempre odie la ropa mojada, me gustaba hacer enojar a "OJÓN".
seguí río arriba, tres metros desde el puente me podría ocultar de el, aunque su apodo indica que lo ve todo, soy su excepción jamas ha predicho lo que haré. ya en la orilla, vi claramente como el me sacaba en dedo del medio y le respondí de la misma manera.
EL agua del río estaba fría y aun así refrescante. subí el manglar, pues era una ciudad costera. separada entre sí. el norte y el sur, en el norte no pasaba demasiadas cosas, mayormente habitada por personas con dinero, en algunas zonas casa como la de los viejos. el sur era donde solía vivir con mi padre un lugar donde eres presa o eres el cazador. Separada por el gran puente, un puente de una milla.
La ciudad estaba rodeada por cinco ríos, así mismo unida por cinco puentes, los cuatro unían leves sectores de la ciudad, mientras que el gran puente estaba en el centro de la ciudad. trataba de unir lo que el río "mil" separaba.
subí y camine en los recónditos callejones, bien adoquinados y asfaltado, el sur era un lugar similar pero reinaba la mafia. las historia de la ciudad por discriminación se cuenta en el norte, que el sur es donde reina las mafias y la droga es mayor. pero aun así la droga ya había tomado la ciudad y lo negaban.
Di varias vueltas por los sectores para las doce de la tarde, me acerque a la orilla norte del gran puente y desde hay recordé la promesa que le hice a mi padre; no regresar al sur.
bueno el resto del día lo pase en casa y al siguiente trabajar pues era lunes y mi trabajo me sostenía a mi y los viejos.
Ya se sentían las campanadas de los colegios, indicando que pronto se iniciarían las clases, aunque faltaban un mes era tradición de la ciudad.
Nadie estaba preparado, para lo que iba a suceder, para lo que en los últimos dos años sacudiría tanto mi vida como al mundo, así cierro mi día y el inicio de la historia cuando lo conocí.
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¿Donde te has metido?
De TodoHe pasado mucho tiempo solo, sin nadie con quien hablar. En este mundo casi nadie te quiere y todos están encajados en sus propios asuntos y cuando crees que no hay nadie a tu alrededor; alguien te estira la mano, aparece el un chico sorprendente qu...