Cap 4- Bad Guy

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     Las horas pasaban y el bullicio del lugar era casi aturdidor, al principio fue divertido pero algo comenzó a incomodarlo, se sentó a un lado de la barra solo para observar detenidamente cada detalle de aquella situación, observó cada gesto, cada movimiento y siempre se repetía la misma escena ... Jungkook se acercaba a susurrarle  algo al oído y Tae solo lo miraba para cumplir un capricho distinto cada vez... Hyunjin tomó un sorbo de su helada bebida sin apartar la vista de quien sin saberlo se estaba convirtiendo en su próximo objetivo.
Casi inconscientemente una extraña sonrisa se asomó en su pálido rostro, se acercó lentamente como midiendo sus pasos y apoyando firmemente una mano en el hombro de jungkook lo miró fijamente haciéndolo a un lado ante la mirada llena de asombro del resto, se inclinó y susurró al oído del castaño que inmediatamente comenzó a despedirse de todos. De camino a casa no cruzaron palabra, solo el mayor volteaba de a ratos a verlo pero el pequeño parecía sumergido en sus pensamientos.

Las primeras luces de la mañana se colaban entre las pequeñas ranuras de la persiana en la habitación, la brisa helada parecía estacionarse en una espesa bruma, unos brillosos ojos perdidos en la nada misma permanecían entre abiertos dejando ver algunos rastros de una noche de desvelo. De pronto un sonido irrumpe aquella aparente calma, la pantalla del celular del castaño se encendió dejando ver un mensaje en las notificaciones, el pequeño se acercó para ver de qué se trata...
(JK)- Buenos días dormilón! Estoy en el muelle, ¿adonde estás?- al verlo sintió como todo ese odio que había estado acumulando en sus pensamientos durante toda la noche estalló en su pecho borrándole todo rastro de racionalidad que le quedaba, inmediatamente borró el mensaje y se cambió de ropa sin hacer demasiado ruido para no despertar a su hermano, parado a los pies de su cama lo observaba en silencio mientras terminaba de abrochar su camisa, tomó la corbata del castaño que la había dejado colgada en la silla y salió.

La fría bruma parecía abrigarlo en su manto medio gris,se podían escuchar sus pasos firmes en la espesura y solo su silueta se divisaba a lo lejos. Sin imaginarse esa extraña situación, jungkook, trataba de adivinar quien se acercaba ya que no podía ver con claridad.

- Hyunjin?... ¿qué haces?- interrogó con asombro el pelinegro
- Solo caminaba... Y "hola"- contestó tranquilamente y con una sonrisa casi escondida
- ¿Y Tae?-
- Acaso ¿lo esperabas?-
-N-No solo pregunto - respondió algo nervioso el pelinegro mientras se giraba apoyándose a la baranda del muelle. El pequeño se quedó mirándolo fijamente tratando de encontrar el motivo por el que Jungkook le estaba mintiendo descaradamente, pero la ira comenzaba a cegarlo y las razones comenzaban a quedar de lado.

- Caminemos - dijo el menor iniciando la marcha con sus manos en los bolsillos, inmediatamente sus pasos fueron seguidos con prisa
- Sabes... es realmente extraño encontrarte en este muelle...  así... tan de casualidad- los ojos del pelinegro se abrieron sorprendidos y sin saber que decir, solo sonrió y bajó la vista
- Mira!, en aquel lugar nos sentábamos con Tae, siempre veníamos a estos lugares... nos gustaba pescar ... aunque nunca agarramos nada - ambos rieron y se sentaron al final del muelle con los pies colgando hacia el agua, el pequeño continuó contándole las interminables anécdotas que tenía con su hermano y las miles de veces que él lo defendió y eligió por encima de todos, se encargó de hacerle saber que el único que acompañó a aquel castaño en todas sus locuras había sido él y solo él se había ganado el derecho de poder hacerlo cambiar de opinión sobre algo u hacer que le cumplan sus caprichos. Jungkook solo lo escuchaba, ni una sola palabra había pronunciado desde que comenzaron los relatos, hasta que el menor se detuvo

- ¿Porque me dices esas cosas?...- preguntó Jungkook

- Porque no me gusta la manera en la que intentas dominar siempre todo, porque no me gusta que creas que eres más importante de lo que eres, me desagrada muchísimo que pienses que puedes ser como yo... y además... porque me caes mal.- dicho esto se puso de pie  
- Las cosas cambian Hyunjin... y te aconsejo que te vayas acostumbrando- contestó el pelinegro sin quitar su vista del agua, el pequeño lo miró y soltando una leve sonrisa se acomodó la camisa y respondió...
- Y yo te aconsejo que en tu próxima vida aprendas a cerrar la boca a tiempo - rápidamente tomó su corbata, aquella que le había quitado a su hermano sin permiso, lo colocó al rededor de su cuello y trabando su espalda con una de sus pierna lo asfixió sin piedad, poco pudo hacer el pelinegro para zafar de aquel brutal ataque, sus ojos inyectados en sangre y los rasguños en su cuello mostraban los inútiles intentos por vivir, sus brazos cayeron hacia sus costados haciendo sonar los tablones del muelle, el pequeño totalmente exhausto de tanta fuerza ejercida en su tarea aflojó el amarre y lo empujó hacia las profundidades. Lo vió hundirse mientras trataba de normalizar su respiración aún agitada.

Caminó lentamente por el muelle acomodando sus cabellos, dió un último vistazo a la escena y desapareció en la niebla.
Y aunque esta vez no iba a pasar desapercibido para el hermano y el lo sabía, no dudaba en poder salir victorioso de aquella situación una vez más... después de todo, él siempre fue el consentido...






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